Por qué, a pesar de la condena en su contra, es muy difícil que Lionel Messi vaya a la cárcel

MADRID.- Al calvario judicial de Lionel Messi en España le queda una última instancia delicada: la audiencia en la que el tribunal que lo condenó por fraude fiscal debe decidir si suspende la ejecución de la pena de 21 meses de prisión.

Resulta impensable que la Audiencia Provincial de Barcelona mande al futbolista a la cárcel. En principio cumple con todos los requisitos establecidos en el Código Penal para conseguir el beneficio. No tiene antecedentes, la sanción es inferior a dos años y ha pagado las multas impuestas durante el juicio. Pero los jueces tienen la última palabra. Deben dar conformidad por escrito, establecer una serie de condiciones que Messi tendrá que cumplir y fijar cuál es el plazo durante el cual se mantendrá la pena en suspenso.

Messi deberá cuidarse. La ley indica que la comisión de otro delito puede derivar en la revocación del beneficio y forzar su inmediato ingreso a prisión. Pero, ¿significa eso que perderá la libertad si queda involucrado en cualquier causa penal? O para poner un ejemplo concreto: ¿puede terminar preso por un incidente menor, como conducir bajo efectos del alcohol, meterse en una pelea callejera o causar daños en un accidente automovilístico?

Parece muy improbable. “Sólo la comisión de un delito doloso puede dar lugar a la revocación del beneficio -sostiene Eduardo Bermúdez, magistrado de la Audiencia Provincial de Madrid-. Los delitos imprudentes no tienen entidad suficiente para dar lugar a la revocación de la suspensión condicional porque no revelan una especial peligrosidad del penado.”

En esa lógica, el riesgo verdadero para Messi pasaría por cometer otro delito que pudiera vincularse al de fraude fiscal del que se lo acusa en la sentencia que hoy dejó firme la Sala II del Tribunal Supremo de España.

El Código Penal lo establece de forma explícita a partir de la reforma vigente desde 2015. Messi -a quien se lo acusa de delitos cometidos en 2007, 2008 y 2009- fue juzgado bajo una versión anterior que no era tan taxativa, pero los expertos en derecho consideran que la jurisprudencia es clara.

El riesgo verdadero de ir a la cárcel para Messi pasaría por cometer otro delito que pudiera vincularse al de fraude fiscal del que se lo acusa

“El espíritu de la ley contempla que para perder el beneficio debería cometerse un delito durante el período de suspensión de la pena y que eso ponga de manifiesto que cambiaron las condiciones que fundaban la decisión de no mandar a la cárcel al condenado”, añade el penalista Ricardo Luis Moreno.

¿Por cuánto tiempo estará en capilla? Esa es otra decisión que corresponde al tribunal barcelonés que firmó la sentencia. El Código indica que el plazo de suspensión para una pena de 21 meses será de un mínimo de 2 años y de un máximo de 5. Transcurrido ese período se declarará extinguida la pena y se limpiarán sus datos del registro de antecedentes penales.

El cómputo del plazo de suspensión de la pena se inicia en el momento en que el tribunal notifique al jugador de la concesión del beneficio. En ese mismo acto, fijarán eventuales condiciones añadidas (como podría ser la imposición de participar en cursos formativos) que estaría obligado a cumplir para que no se rompa el pacto judicial.

¿Y qué pasaría si Messi efectivamente fuera acusado en otro caso similar al de la condena por el manejo de sus derechos de imagen? ¿Sería detenido? La ley establece dos condiciones básicas para que eso ocurriera, según los especialistas: el primero es que el delito sucediera durante el plazo de suspensión de la condena anterior; el segundo, que exista una sentencia firme en la que se declare la comisión de un delito (mientras tanto rige el principio de presunción de inocencia).

Cómo lo afecta en el plano del fútbol

Otra incógnita que se abre a partir de la confirmación del fallo acusatorio apunta a los inconvenientes que podría causarle a Messi su condición legal si decidiera aceptar una transferencia a otro mercado europeo.

En principio, no tendría inconveniente para conseguir un permiso de trabajo en ningún país de la Unión Europea (UE), dada su condición de ciudadano español.

A lo sumo podría surgirle algún hipotético inconveniente en Gran Bretaña si finalmente se concreta el brexit. El diario The Guardian minimizó esa posibilidad en un artículo reciente que analizaba la opción de que algún grande de la Premier League inglesa intentara hacerse con los servicios del crack del Barça. “Si bien algunas ofensas criminales -por lo general sentencias de prisión de más de 12 meses- pueden derivar en una negativa automática, los términos de la sentencia de Messi hacen que sea muy poco probable que se le niegue un permiso de trabajo, incluso en caso de que los términos del Brexit obliguen a los ciudadanos de la UE a requerirlos en el futuro”, indicó.

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