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China: un país que quiere a los delanteros argentinos, pero teme que le impidan producir los propios
Ya están Tevez y Lavezzi, Alario sigue gustando, y podrían venir por Bou; pero la duda para la contratación de grandes goleadores es que no dejen desarrollarse a los valores locales; la idea es una selección que se nutra de su materia prima
SHANGHAI.– “Carlitos nos puede hacer mucho bien a los argentinos. Con el carisma enorme que Dios le dio, puede mejorar muchísimo las relaciones entre la Argentina y China”, decía el presidente Mauricio Macri, cuando la partida de Tevez al Shanghai Shenhua era un hecho consumado. La Súper Liga no espera que el delantero, el futbolista mejor pago del planeta, se destaque para redoblar la atención sobre el fútbol argentino, pero un aluvión de jugadores extranjeros, entienden aquí, podría perjudicar el desarrollo del fútbol chino.
Todavía rebota la negativa de Lucas Alario de sumarse a la Súper Liga, en febrero pasado, a cambio del pago de la rescisión del contrato que asciende a 18 millones de euros y un vínculo para el artillero de 6.000.000 euros por temporada.
No es el único atacante apuntado: si Alario, cuyo entorno resultó determinante para desechar la propuesta, ya que hacerse un espacio en la selección y elegir una liga europea es la apuesta, no es posible, el apellido Bou suena tentador. Gustavo, el goleador de Racing, pidió ser vendido un tiempo atrás y la presión provocó una mejora de su contrato, pero un ofrecimiento como los que acostumbra a practicar la Súper Liga no detendría la partida del entrerriano de Avellaneda. La Academia ya conoce el mecanismo, porque el colombiano Roger Martínez, con apenas 23 años, se convirtió, por cifra, en la venta más importante del club: 9 millones de euros desembolsó Jiansu Suning.
“La búsqueda está enfocada a jugadores con gol o que marquen desequilibrio. En diciembre pasado, te decía que John Terry firmaba para jugar en China y hasta te diría que, como lo conozco, sé qué nos podría aportar”, opina Gustavo Poyet, el técnico del Shanghai Shenhua. “Con el sistema de cuatro jugadores extranjeros en la cancha y uno en el banco de los suplentes, era muy probable; ahora, con solo tres entre los 18 que firman la planilla, es más complicado, porque hay muy pocos equipos que apuestan a un jugador importante en la defensa, porque los que terminan haciendo la diferencia son los que juegan adelante”, reflexiona el uruguayo. “Es una forma de entender el juego también, depende del equipo, porque si el equipo necesita solidez, un futbolista con la capacidad de Terry viene perfecto”, remata.
Para el presidente de la Súper Liga, Cai Zhenhua, la contratación de delanteros goleadores es un arma de doble filo, ya que la superpoblación de atacantes le quita espacio a la aparición de jugadores con esas características en las divisiones inferiores, la que tendría que ser la base para el crecimiento del campeonato y que eso se refleje en la selección.
Actualmente, la presencia de China en la Copa del Mundo 2018 es una utopía, aunque venciera 1-0 a Corea del Sur en la última fecha FIFA. Fue el delantero Yu Dabao, de Beijin Guoan, quien marcó, aunque no alcanza para disimular el déficit: el conjunto que dirige el italiano Marcello Lippi apenas anotó tres tantos en siete partidos. Tan grande es la preocupación que fue tema de debate el que los goles anotados por futbolistas nacionales pudieran valer doble para el caso de desempate en la Súper Liga.
Antes de Tevez y de Ezequiel Lavezzi, en China existieron embajadores de menos renombre pero que rindieron en un altísimo nivel como Darío Conca. La Argentina es una atracción para el mercado chino, que en un par de meses seguramente empezará a ensayar sondeos para nuevas contrataciones.
No salen del radar
Con los millones invertidos en jugadores de nivel, la Súper Liga rompió el mercado de pases del planeta y aunque el objetivo de quienes conducen el fútbol del gigante asiático proyecte consolidar el deporte, existe un prejuicio de parte de muchos futbolistas que son tentados con sumas que causan escalofrío: jugar en China baja un telón sobre la trayectoria y cierra puertas para quienes tienen deseos de ser parte de una selección. No solo fue Alario el que rechazó venir; cracks de la talla de Zlatan Ibrahimovic, Wayne Rooney, Robert Lewandowski, Cesc Fabregas o Diego Costa también descartaron cifras siderales, aunque no todos ellos tienen proyección en sus conjuntos nacionales.
Un futbolista que rompió con esa atadura: Paulinho. El volante de Guangzhou Evergrande, el séxtuple campeón consecutivo de la Súper Liga, es una pieza destacada en la estructura que diseñó Tite para que Brasil superara las turbulencias rumbo a la Copa del Mundo de Rusia 2018 y se exhibiera como un conjunto que marca pautas. De 28 años, hace dos temporadas que el paulista aceptó el desafío y dejó Tottenham para sumarse a una liga en la que, supuestamente, perdería cartel. El camino fue inverso, porque la Súper Liga lo potenció. En un juego dinámico como el que ofrece el certamen, domina a partir del recorrido para equilibrar y su presencia en ofensiva es un argumento más para la escuadra de Luiz Felipe Scolari. Si Felipão lo puso a punto, Tite lo hizo explotar, acabando con las críticas de los que sostienen que, si se juega en China, no se posee nivel de selección. Un ejemplo contundente fueron los tres goles que marcó en el clásico con Uruguay, por las eliminatorias. El entrenador brasileño también cita a Renato Augusto (Beijing Guoang) y a Gil (Shandong Luneng) como para derribar el mito y resaltar que juega quien está en un nivel superlativo y no porque se desempeña en las principales ligas europeas. Ahora quien vive un dulce momento en la Súper Liga y desea encantar a Tite es Oscar, el volante que dejó Chelsea para firmar en Shanghai SIPG.
“Cada vez contratan a jugadores más jóvenes y eso hace que el nivel suba, porque uno no viene a retirarse si no a seguir creciendo. El mejor ejemplo es Paulinho” asegura el entrenador de Tevez en el Shenhua, Gustavo Poyet. “Por edad se piensa en Oscar o Roger Martínez, pero el ejemplo es Paulinho, fundamental en Brasil. Eso derriba el mito de que si te venís a China se te acaba la selección, una mentira muy grande. Creo que es más bien un tema de celos; además de que vas a ganar millones en China también podés sostener un status para ser parte de tu selección. Vi el partido que ganó en el domingo Guanzghou Evergrande y era complicadísimo, diría que lo ganaron de milagro, lo que demuestra que si no estás al máximo no lo ganás. Y si das el máximo, después jugás en la selección, eso es así de simple. Paulinho es el ejemplo que va a hacer que la gente joven pierda ese miedo de que si estás acá no estás en tu equipo nacional”
Pero en el Shenhua también se desempeña el colombiano Fredy Guarín, el caso inverso de Paulinho. Su llegada le quitó protagonismo, según la concepción de juego del entrenador José Pekerman; el ex Inter perdió recorrido al dejar el calcio y optar por la Súper Liga; lo mismo le ocurrió al goleador Jackson Martínez.
La contratación de jugadores con proyección es una marcada tendencia, tras superar el tiempo en que valía el nombre más que la actualidad. “Eso fue importante para que el público se interese, porque para atraer a quien no conoce del deporte al principio se trajo al renombrado más que al que brillaba en ese momento”, comenta Ma Yue, el vocero del Shanghai Shenhua, quien sostiene que la contratación de Carlos Tevez conjuga todo, porque “el Apache hace poco tiempo podría haber renovado su vínculo con Juventus, ahora finalista de la Champions League, y es un jugador que triunfó en los equipos que jugó”.
La Súper Liga dejó de ser un espacio para un retiro tranquilo mientras se cuentan millones. Atrás quedaron las experiencias en las que para atraer, los equipos apostaban a Didier Drogba o Nicolás Anelka, ambos retratados en murales en algunas de las puertas del estadio Hongkou de Shanghai Shenhua, aunque su juego ya estaba en declive; Robinho, que firmó por seis meses para disputar el Mundial de Clubes de 2015 con Guangzhou Evergrande, fue otro caso con el que se intentó una explosión mediática y efectista.
En busca del Messi chino
La Secretaría de Deporte de la Nación firmó un acuerdo de cooperación con China para fortalecer el desarrollo del fútbol en ese país, a través de la capacitación y formación de jugadores, entrenadores y árbitros chinos. “Ojalá podamos colaborar para que un día China tenga su Messi y pueda ser una gran potencia del fútbol mundial”, afirmó el secretario de Deporte de la Nación, Javier Mac Allister. Para eso se enviarán a China entrenadores y profesores argentinos. Mac Allister, quien viajó como parte de la delegación argentina que encabeza el presidente Mauricio Macri, destacó: “La Secretaría de Deporte de la Nación será un facilitador de oportunidades para los clubes y la AFA, este acuerdo y el desarrollo del programa serán una importante fuente de ingresos para nuestro país”. Además, se invitarán a nuestro país a jugadores de fútbol chinos a participar en Campus de Perfeccionamiento de 15 días que incluirán entrenamientos, partidos amistosos, asistencia a prácticas de Primera y partidos oficiales del torneo local. También se abrirá una convocatoria a árbitros y entrenadores chinos a participar de jornadas de capacitación.
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