Fórmula 1: George Russell, de usar el auto de Hamilton, a sumar en todas las carreras y superarlo

La aventura con Mercedes comenzó mucho antes del Gran Premio de Sakhir, la penúltima cita de 2020. Piloto del programa junior del equipo de Brackley desde 2016, Toto Wolff acordó con Williams que George Russell sería el reemplazante de Lewis Hamilton, que ya disfrutaba de la séptima corona y se contagió de Covid-19 para la primera de las dos carreras que la Fórmula 1 desarrolló en Bahréin, en el atípico calendario que estableció la pandemia mundial.

A pesar de las limitaciones que ofrecía el modelo FW43, que resultó el peor de la temporada y el único en no sumar unidades, la rápida adaptación al W11 enseñó las virtudes del británico, que en los dos primeros entrenamientos superó a Valtteri Bottas, que luego marcó la pole. El joven talento se perfilaba para adueñarse de una de las butacas de las Flechas de Plata en el futuro y la posición del finlandés empezó a ser insegura desde aquella jornada. La ventana se abrió en 2022, con el cambio de normativas: el niño que a los nueve años tenía el póster de Hamilton de cabecera pasó a competir y también a doblegar al ídolo. La estadística señala que es el único piloto de la grilla que puntuó en los nueve grandes premios del curso y aventaja 7 a 2 a su compañero de garaje en el clasificador.

La imagen de Russell, de apenas 11 años, encandilado por la joven figura de Hamilton, que un par de meses antes se había coronado campeón de la F.1 por primera vez, en una dramática definición en Brasil, es el primer registro entre los dos pilotos británicos. George, un cazador de autógrafos; Lewis, ya una estrella bajo el paraguas de McLaren. El superhéroe, como lo definía el pequeño talento. Trece años después, los retratos se acumulan y la situación es otra: el niño que miraba con timidez se convirtió en compañero de quien luce siete títulos y múltiples récords -victorias, poles, podios…-, pero también un rival que expone que el nuevo orden que impuso la Federación Internacional del Automóvil con el reglamento afectó más a Hamilton que a Russell en Mercedes, un equipo que quedó a la sombra de Red Bull Racing y de Ferrari en la interpretación de las normativas. Las Flechas de Plata seguramente concederán el Mundial de Constructores, luego de un reinado que comenzó en 2014; Lewis deberá esforzarse para no ser derrotado en la batalla interna, situación que no vive desde 2016, cuando Nico Rosberg fue campeón y lo relegó al segundo lugar en el equipo.

El alemán, hijo de Keke -campeón de la F.1 en 1982- elogió la tarea de Russell en Mercedes, pero también advirtió lo que puede resultar el resto del calendario. “Está haciendo un excelente trabajo con un auto difícil. Es consistente. Pero Lewis está en plena forma, a pesar de tener una temporada desafortunada. Es una pareja de pilotos muy fuerte, pero no nos equivoquemos: Lewis odia quedar en segundo lugar, detrás de su compañero de equipo. Estará ultra motivado y presionando”, señaló el monarca de 2016, que tras la conquista se retiró de la F.1.

El estreno en Bahréin y el último episodio en Canadá fueron las dos carreras en las que Hamilton logró terminar por delante de Russell. Dos terceros puestos, dos podios para el siete coronas, que en el Mundial de Pilotos corre 34 puntos por detrás que el debutante que tiene Mercedes. “Se integró muy bien, es casi como su hubiera estado en el equipo desde siempre. Interactúan muy bien, se respetan. Al mirar la historia de George, que fue campeón en su primera temporada de la Fórmula 3 y luego en la Fórmula 2, ya sabíamos que era un piloto distinto. La escuela de Williams lo forjó y ahora se ven los resultados en la pista”, le dedicó Wolff, al que Russell lo dejó perplejo cuando Toto intentó sumarlo en 2015 y el piloto rechazó la propuesta. El joven se inclinó por Carlin-Volkswagen, debido a que no tenía butaca en el equipo Prema y sería relegado al conjunto alemán Mücke Motorsport. “Siento que para mi primera temporada en la F.3 Europea no sería el adecuado. Aprecio la reunión y los consejos”, le agradeció, a través de un correo electrónico. “Creo que estás tomando una decisión equivocada, pero estemos en contacto”, respondió Wolff, que no deseaba perderlo.

El vínculo se materializó un año más tarde, cuando Hamilton ya era tricampeón. Un test de DTM (Campeonato Alemán de Turismo), con Mercedes, BMW y Audi en la pista de Jerez. Russell tenía un contrato con BMW listo para firmar, hasta que recibió un llamado de Gwen Lagrue, asesor de desarrollo de pilotos de Mercedes, que dio aviso: “Si firmas, no habrá opción en el futuro”. Aceptó el nuevo ofrecimiento y así empezó la relación, escalando desde la F.3 Europa a la F.3 -por entonces GP3-, el salto a la F.2 y el nombramiento como piloto de reserva de las Flechas de Plata en 2018.

Un error en la estrategia y la pinchadura de un neumático lo relegaron al noveno puesto, cuando tenía posibilidades de victoria en aquella experiencia con Mercedes en Sakhir. En el auto campeón de Hamilton sumaba sus primeros puntos en la F.1 y empezaba a contornear la butaca para ser el compañero de Lewis, el ídolo al que con timidez le pidió un autógrafo y al que ahora aventaja en el Mundial de Pilotos.

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