Lisa Moon: "Una de cada nueve personas en el mundo padece hambre crónica"
La presidenta de la Red Global de Bancos de Alimentos afirma que éstos son la mejor respuesta al desperdicio de comida y la pobreza
"En un mundo en el que una de cada cuatro personas sufre de malnutrición, es una tragedia que un tercio de toda la comida que se produce para el consumo humano se desperdicie". Éste es el mantra que Lisa Moon, presidenta de la Red Global de Bancos de Alimentos, repite a diario y que busca explicar el origen de los bancos de alimentos.
Actualmente, la red está presente en 30 países -incluida la Argentina-, donde a través de un círculo virtuoso buscan aplicar una solución integral y viable al hambre, y así cambiar vidas.Para Moon, se ha recorrido un gran camino en pos de la toma de conciencia de la problemática del desperdicio de comida. Sin embargo, también cree que falta mucho por hacer en relación con las políticas públicas, la articulación entre diferentes actores, el empoderamiento de líderes que quieran empezar un banco en su comunidad y la información disponible.
"Los bancos de alimentos atacan el doble problema del hambre y el desperdicio de comida al rescatar o aceptar la donación de comida que de lo contrario terminaría en los basurales y se los redistribuye a las personas que más la necesitan", explica Moon.
-¿Piensa que el mundo está ganando o perdiendo su lucha contra el hambre?
-Ha habido un progreso increíble en la lucha contra el hambre. Gracias a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas el número de personas viviendo en situación de pobreza cayó de 1900 millones a 836 millones en 2015. Sin embargo, todavía una de cada nueve personas en el mundo padece hambre crónica, y el 25% de la población mundial sufre algún tipo de malnutrición. La comunidad internacional, a través de los ODS, nos desafío a terminar con el hambre para 2030.
-¿Qué cambios es necesario implementar en los países en desarrollo para evitar el desperdicio de comida?
-En primer lugar, las empresas y los productores agropecuarios necesitan recursos para poder planificar su trabajo de manera más eficiente. Los pequeños productores necesitan, en particular, estar equipados con espacios de almacenamiento para que la cosecha no termine pudriéndose en los campos. En segundo lugar, los gobiernos deberían comprometerse a que cuando hay un exceso de comida, los principales destinatarios sean las personas que no tienen acceso a la cadena comercial de alimentos. En este punto, los bancos de alimentos deberían ser vistos como socios. En tercer lugar, los gobiernos deberían incentivar el aporte a los bancos de alimentos como una política pública. La ley del buen samaritano protege a las empresas de la responsabilidad después de que los productos son donados, da beneficios fiscales y otros incentivos financieros.
-En la Argentina la ley del buen samaritano quedó sin efecto con el veto de su artículo 5, que es el que protegía a las empresas donantes. ¿Qué puede hacer el sector social ante este escenario?
-Yo les recomendaría crear una agenda de incidencia en política pública que un grupo de organizaciones quiera apoyar. Esto incluiría a la Red Argentina de Banco de Alimentos y a sus miembros, pero también a otros actores que pueden ser voces valiosas a sumarse, como los supermercados. Otros países han tenido éxito en aprobar esta legislación mostrando la importancia que tiene desde una perspectiva económica y social para avanzar en la reducción del hambre.
-¿Cuáles son los países más reticentes a abrir bancos de alimentos? ¿Cuáles son los requisitos necesarios para poder hacerlo?
-Lo más importante que aprendimos es que tienen que ser promovidos y dirigidos de manera local. La Red Global de Bancos de Alimentos desarrolló un estudio de factibilidad para que las personas interesadas en empezar un banco puedan aplicar. Esto incluye analizar las cadenas alimenticias de producción, el campo y la comunidad, la política ambiental, y otros factores a considerar. Pero lo más importante es que un líder dedicado con un fuerte consejo directivo se comprometa con la misión.
-¿Cree que es más importante trabajar con el sector agropecuario, los supermercados o con los consumidores?
-Los tres son importantes para un banco de alimentos. El sector agropecuario ha sido invitado a donar sus excedentes durante toda la historia de los bancos de alimentos. En la medida en que los productores pueden prever mejor su producción, los líderes de los bancos de alimentos empiezan a trabajar más con los supermercados, afortunadamente. En algunos lugares, el 40% de todo lo producido en el campo es tirado porque no es comercializable.
-¿Puede explicar cómo la reducción del desperdicio de comida beneficia al medio ambiente?
-La mayoría de la comida se pierde en la cadena alimenticia y termina en la basura. Cuando la comida se tira en los basurales se empieza a producir gas metano, uno de los gases responsables del efecto invernadero. Como todos sabemos, estos gases tienen un efecto negativo en la atmósfera del planeta.ß
Desafío mundial para 2018
El Desafío 8 Millones para 2018 es una nueva iniciativa que busca aumentar el alcance e impacto del trabajo de la Red Global. Actualmente, alcanza a 6,8 millones de personas cada año, pero creen que pueden ayudar a muchos más. Esta campaña apunta a aumentar ese número a 8 millones para 2018. Actualmente están recaudando fondos para poder llegar a esta meta, y la buena noticia es que ya alcanzaron la mitad del recorrido.Red Global de Bancos de Alimentos
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