El Paseo de la Infanta cambia de manos: lanzan una nueva licitación para explotar el predio
El Gobierno nacional dio un paso más para recuperar del Paseo de la Infanta, el circuito gastronómico y recreativo de Palermo, después de dar por finalizado el contrato con la empresa que administraba sus locales por considerarlo irregular y con contrato vencido.
En el Boletín Oficial de hoy se publicó el llamado a licitación de los 15 locales que hasta el mes pasado eran gestionados por Panter SRL, la empresa que manejaba el paseo desde 1993. El lugar tiene otros siete locales que funcionan como depósito, según la información de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE).
La nueva licitación tendrá vigencia desde marzo de 2020 cuando se termina el contrato con los actuales locatarios de los comercios que manejaba Panter SRL; hasta ese momento, los subconcesionarios podrán continuar la actividad comercial. Panter SRL, al perder la explotación del predio de 36.000 metros cuadrados, radicó una denuncia penal sobre el titular de la AABE, Ramón Lanús. Al funcionario lo acusan de seis delitos: abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público, nombramientos ilegales, extorsión, coacción y coacción agravada.
Hasta abril de 2018 Panter SRL le pagaba al Estado $55.000 por mes por la explotación del predio y recaudaba $1,4 millones de los sublocatarios, de acuerdo a la AABE. Vencido el plazo de concesión la empresa ofreció actualizar el alquiler a poco más de $250.000, pero aun así quedó por debajo de los $900.000 que había fijado el Tribunal de Tasaciones de la Nación. Entonces la AABE decidió no prorrogar la concesión y llamar a la licitación pública que se lanzó hoy.
Los nuevos concesionarios accederán a la explotación comercial de 15 arcos con una superficie aproximada de 3000 m2 por un plazo de 120 meses. El valor de canon mínimo, dispuesto por el mismo Tribunal de Tasaciones, será de $1.195.000 mensuales y $143.000.000 por los diez años.
Revisión de contrato
La revisión de la concesión del Paseo de la Infanta, o Paseo Marcela Brenda Iglesias-bautizado así en honor a la niña de seis años que murió allí aplastada por una escultura en febrero de 1996-, fue una de las prioridades de la AABE cuando hace cuatro años comenzó a actualizar los contratos de alquiler de los inmuebles pertenecientes al Estado Nacional.
El espacio que se encuentra debajo de las vías del ferrocarril San Martín, entre la Avenida del Libertador y Freyre, había sido otorgado a Panter SRL el 26 de febrero de 1993 mediante un contrato firmado con Ferrocarriles Metropolitanos Sociedad Anónima. A fin de 2010 la entonces Administración de Infraestructura Ferroviaria Sociedad del Estado (ADIF SE) prorrogó la explotación del predio hasta abril de 2018. Desde entonces el contrato se encontraba vencido.
Al dar por finalizado el vínculo AABE accedió al manejo provisorio de los 15 locales y firmó contratos con cada uno de los locatarios de los comercios para mantener la actividad comercial y los puestos de trabajo al menos hasta marzo próximo. Moii, Williamsburg, Rock and Ribs, Lucciano's, Nola, Chori, Komyün, Santa Crepa y Starbucks son algunas de las marcas más reconocidas del paseo. Por allí pasaron Naná, Mc Donald's, la pizzería Coronita, el bar de jugos Ju y la heladería Lucca.
La regularización de un contrato que AABE considera vencido provocó la ofensiva de Panter SRL que apeló la decisión ante la Jefatura de Gabinete de la Nación. Su pedido fue rechazado y por tal razón se presentó ante la Justicia en lo Contencioso Administrativo Federal para solicitar una medida cautelar e impedir su desalojo. Pero en tribunales terminaron por darle la razón al Estado y, el 5 de octubre de 2018, se dispuso la inmediata remoción de la empresa.
Quizás antes de fin de año otra empresa tendrá el manejo del predio donde el 5 de febrero de 1996 murió Marcela Iglesias. El hecho trágico se produjo durante una excursión con la colonia del Club Banco Hipotecario cuando una escultura de 2,5 metros de alto y 270 kilos de peso, expuesta por la Galería Der Brücke, se desplomó sobre tres niñas. "Panter, la misma empresa que estaba cuando mataron a nuestra hija, sigue utilizando el espacio público como propio", había dicho Nora, la mamá de la víctima, el año pasado, en pleno proceso de revisión del contrato.