Cerró un ícono de la costanera que comenzará a ser desmantelado y demolido
Con el fin del contrato de concesión del golf de Costa Salguero, la Ciudad recupera un predio de nueve hectáreas
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Ya no se escuchan los golpes secos y constantes, tac tac tac tac, de los impactos a las pelotitas ni el zumbido de los palos al cortar el aire instantes antes de los golpes. Un candado, pequeño, es suficiente barrera para cerrar las rejas de la entrada del Golf Club de Costa Salguero que ya se convirtió en otra pieza inerte de todo el complejo de 30 hectáreas que está en proceso de mutación. Las sombras de tres o cuatro personas se mueven en un pasillo que se puede ver desde la vereda donde un empleado somnoliento del estacionamiento combate el aburrimiento sumergido en su celular. “Ya no queda nada ni nadie; nosotros nos vamos a fin de mes”, suelta con desgano.
Es que el driving que estuvo durante décadas a la vera del Río de la Plata pasó a manos de la Ciudad que lo recuperó como parte del plan estratégico para convertir al predio en un espacio de uso público. El club de golf, que funcionó durante más de 30 años, cerró los primeros días de octubre, pero la administración porteña aún no tiene la llave del lugar, algo que podría ocurrir mañana o a comienzos de la semana próxima.
Al golf le seguirán otros ocupantes del predio que en los próximos meses deberán hacer las valijas y mudarse. Una concesionaria de venta de vehículos, una estación de servicio, un salón de fiestas, un lavadero de autos, las canchas de fútbol y el centro de exposiciones, entre otros, siguen en la lista y se irán yendo a medida que se venza el contrato de concesión vigente con la empresa Telemetrix SA, el concesionario principal de todo el espacio. El objetivo de la ciudad es sumar allí un nuevo parque público para el primer semestre de 2023.
Desde que se inició el proceso de reconversión de Costa Salguero, al que se sumará Punta Carrasco para darle mayor amplitud al espacio público, algunos concesionarios fueron abandonando el predio, aunque el cierre del golf tiene un fuerte peso simbólico por lo que representa el lugar donde cientos de personas practicaban a diario. En noviembre comenzará la demolición de parte de las estructuras y habrá sectores que se mantendrán en pie.
“Se demuelen las gateras, de dónde salían los golpes de los golfistas, pero se conserva el edificio club house para darle un uso complementario al parque. Se aprovecharían los sanitarios y otras instalaciones, aunque aún no definimos qué utilidad tendrá”, contó Juan Lazzaro, asesor urbano y referente del proyecto en la ciudad. “Los locales que están afuera, también se demuelen, y el estacionamiento a cielo abierto, se corrige un sector para convertirlo en parque y otro se deja como estacionamiento”, amplió.
Transformación
La cronología del fin del driving, según fuentes oficiales, indica que en el contrato de concesión entre Telemetrix y el club de golf la Ciudad estableció una adenda para que no se active en forma automática la prórroga de la concesión del espacio, como venía sucediendo en estos años. De esa forma el Gobierno se aseguró recuperar las tierras.
El mes pasado se había iniciado la demolición parcial de la estación de servicio, que funcionaba en el ingreso de Costa Salguero, como parte del proceso de remediación de toda la superficie. El hito será en noviembre cuando se inicien los trabajos en el golf, a los que se irán sumando otras demoliciones y desmantelaciones, con el objetivo de tener el parque terminado en mayo de 2023, al menos las nueve hectáreas que corresponden al sector donde funcionaba el golf. Las cuentas que hacen en la Ciudad es que se generarán, en total, unas 25 hectáreas verdes en la zona si se suman las del parque Costa Salguero, del parque Vega, del parque costero y las de Punta Carrasco, todos proyectos entrelazados como plan de recuperación de la costa porteña.
La transformación del lugar va dejando secuelas en el camino, por ejemplo, la de los comerciantes que trabajaban en el driving o con la clientela de allí. “Esto es la muerte, hace más de 10 días que no entra nadie porque todos se fueron cuando cerró el golf. No tenemos idea cómo vamos a seguir”, relata Silvia Apaulaza, de Jurado Golf, el local que está afuera del club. Hace 22 años que el comercio era el referente del sector y ahora allí no saben cómo continuarán con la actividad.
También resignados se los ve a otros comerciantes del mismo rubro que están desarmando las instalaciones en el interior, al igual que los gastronómicos que debieron irse junto al golf. Según cuentan, al lugar asistían hasta 1000 personas por día, golfistas que hoy se reparten en otros drivings de la ciudad que ya comienzan a tener problemas de demanda, como ocurre en el club del parque 3 de Febrero, frente a los lagos de Palermo, donde deben rechazar jugadores y toman reserva con varios días de anticipación.
La rezonificación de las tierras de Costa Salguero y Punta Carrasco, para ser en parte comercializadas y desarrollar un complejo urbanístico junto a un parque público ribereño, fue votada en diciembre pasado en la Legislatura porteña. El proceso provocó el rechazo de diversos sectores de la ciudad que se oponían a la generación de nuevos edificios e impulsaban, apoyados por parte de la oposición, la creación de un parque público en toda la extensión de la tierra.
La ley aprobada indica que de las 18 hectáreas de Costa Salguero 14,3 deben ser destinadas a parque público y las restantes, a viviendas, oficinas y comercios con diferentes espacios culturales, deportivos y de recreación. La altura de las construcciones no debe superar los 24 metros. A la propuesta se suma Punta Carrasco que aportará otras 11,2 hectáreas de espacio público, de acuerdo al plan oficial. El proyecto pasó por algunos obstáculos en la justicia que declaró inconstitucional la venta de las tierras. Si logra superar esta traba, la Ciudad estará en condiciones de desmantelar el Centro de Convenciones donde se planea construir los edificios.