Una vida dedicada a la actuación. Benjamín Rojas: la casualidad que lo llevó a ser actor, los altibajos de la profesión y su vida en familia
En una entrevista con Maite Peñoñori para LA NACIÓN, el actor habló de la nueva obra que está protagonizando, qué lo movió a participar cuando leyó el guion y recordó algunos momentos de su carrera.
Benjamín Rojas (38) estuvo a un paso de tomar un camino distinto al de la actuación tras ser rechazado en varios castings, pero a sus 11 años logró conseguir su primer papel. Desde entonces lleva 26 años de una exitosa carrera, por la cual agradece a Cris Morena y a Gustavo Yankelevich, que son quienes le dieron su primera oportunidad. A lo largo de su carrera osciló entre la tele y el teatro participando en mega proyectos como lo fue Rebelde Way, “éramos rockstars”, aseguró el actor. Hoy se encuentra interpretando a Edu en Escape Room, un éxito de calle Corrientes que invita a reflexionar sobre la tolerancia hacia el otro.
- ¿Estás contento con Escape Room? Estrenaron super bien en el puesto número 5 en AADET
- Sí, hace poco me enteré. La verdad que re felices. Es una apuesta distinta en la calle Corrientes, teníamos mucha expectativa de cómo iba a funcionar y la verdad que las súpero. Siempre agradecidos a la gente que respondió re bien. Así que ahí vamos, disfrutando también nosotros.
- Está buena también la adaptación que hicieron a Argentina...
- Sí, se argentinizo un poco que eso suele pasar en las obras que son de afuera como esta que es catalana.
- También es muy actual a estos momentos de grietas y extremos…
- Sí, sí, básicamente por eso acepté el proyecto y me involucré. Habla mucho de la tolerancia. Deja un mensaje que yo siento que siempre necesito decir, por ejemplo en un asado con amigos, decir “che, podemos cambiar de tema” porque hablan de política por dos horas, se sube el tono y empiezan esas cosas de “sos un boludo”. Yo creo que vos podes pensar una cosa, yo otra y se puede hablar con pasión y discutir, pero en un momento tenés que bajar y tolerar que el otro no va a pensar como vos.
- Yo coincido con vos, pero en estos últimos años se naturalizó que familiares o amigos se dejen de ver porque tienen ideologías opuestas.
- Eso me mata. Yo le dije al director de la obra cuando nos juntamos que la quería hacer porque cuando la termine de leer pensé “hay que mostrar y hablar de esto”. Qué pasa si la persona que vos tanto querés y crees conocer piensa distinto, ¿todo el amor se va al tacho? ¿Vas a perder un vínculo porque alguien piensa distinto? Todos somos distintos, tenemos que tratar de tolerar al otro como es. Hay una cosa de miedo a decir a quién voté o qué pienso. La obra deja ese mensaje de bajar un cambio, de que nos riamos más y de que lo que necesitamos es el amor, eso me encanto.
- ¿Te pasa eso de medirte en qué decís con esto de la cultura de la cancelación?
- Sí, hay mucha violencia en redes. Cualquier cosa que decís se supone que es porque recibiste un sobre. Hay mucho de eso. Yo no soy de contar todo lo que opino porque soy muy reservado, y además la verdad es que no me interesa mucho la política.
- ¿Vos empezaste haciendo fotos?
- Sí, mi tío Cesar era muy buen fotógrafo y nos sacaba fotos a mi hermana y a mí. Un día viéndolas dijo “estos chicos son fotogénicos” y las mando a unas agencias que conocía. La primera que quedó fue mi hermana. A mí no me llamaban de ningún lado, me ponía muy nervioso frente a cámara y cuando dije “es el último casting que voy”, ahí quedé. Cuando llamaron para avisar que quedé, mi hermano cortó el teléfono pensando que era un chiste. Gracias a que Miguel Ángel Trejo, que en paz descanse, volvió a llamar teniendo una lista de 1200 chicos fue que se dio todo.