Pedro Saborido: “La seducción es una coreografía de una hipocresía hermosa y dulce”
El escritor y guionista Pedro Saborido conversó con Entre Nos acerca de su más reciente libro, Una historia del amor
Conocido, sobre todo, por haberle dado vida, desde su ilimitada creatividad, al hilarante personaje de televisión Peter Capusotto (en complicidad con el actor Diego Capusotto), Pedro Saborido es, además, autor de singulares libros como Una historia del fútbol (2017), Una historia del peronismo (2018) y Una historia del conurbano (2022). Su más reciente obra se titula Una historia del amor, compuesto por 23 relatos llenos de ingenio, humor y sensibilidad.
-¿Sentís o primero pensás?
-Siempre hay una correlación. Lo que sentís, lo sentís, luego viene la etapa en que pensás y ahí estamos, en la intimidad de uno, todavía; no hay comunidad, no hay relación. Después viene la palabra y luego el hecho. Ahí sí entramos en comunidad cuando uno habla o cuando comete algo. Así que, quizás, al sentimiento hay que controlarlo, si es oscuro, entonces ya lo tenemos que reprimir en el pensamiento, en la palabra. Porque se puede convertir en delito. Entonces hay que controlar y analizar lo que uno siente. Yo no soy tan fanático de la pasión. Tiene que haber pasión, pero tiene que haber una razón en nombre de la pasión. A veces la pasión te lleva a hacer pelotudeces.
-A vos te llevó al humor
-Sí, en muchos aspectos y en muchos tiempos de mi vida. El humor es algo que tiene que ver con el otro y que le da placer al otro, y que también ese placer y esa alegría vuelve. El chiste termina con la otra persona. Igualmente, con Diego Capusotto nos pasa que nos hemos descubierto a nosotros mismos riéndonos de cosas que se nos ocurren, y nos reímos de nosotros. Ahí te das cuenta de que uno no tiene el control total de uno. ¿Cómo puede ser que me cuente, me haga reír yo mismo con un chiste? Uno no es uno, sino que es un montón de personas en disputa. La identidad es un montón de identidades en tensión. Entonces, de pronto, ahí aparece algo y al cerebro se le ocurre algo. El humor termina con el otro para comprobar que funciona; el placer del humorista es tener a la gente en un estadío que surge cuando abandona la lógica. La gente necesita reírse, necesita abandonar la lógica.
-También hay mucho humor en estos 23 relatos sobre esta fuerza absurda, maravillosa, que nos conmueve, que nos vuelve adictos, que nos da felicidad, sufrimiento. ¿El amor es la sustancia elemental?
-Sí, porque hay algo que tiene que ver con el primer amor, que es el amor a uno mismo, que es la supervivencia, el amor a la vida. Y después está lo otro, que es el amor, lo que te lleva a dejarte de lado a vos.
-¿Eso significa un riesgo?
-Siempre. El amor no tiene certezas, no es un electrodoméstico con el que podés decir que va a funcionar cuatro años. El amor es una oportunidad, no una certeza.
-¿Una oportunidad para qué?
-Para avanzar en sentir la felicidad, en fundirte en otro. Dejar de ser vos y ser parte de algo más grande que vos. Algo que te trasciende a vos. Uno puede disfrutar de la soledad, Pero hay algo cultural o biológico que nos lleva a tratar de buscar estar con otra persona y después a querer a tus hijos y después a querer a tus amigos, estoy hablando de escala. El amor no es lógico, porque no conviene, no es eficiente. El amor también puede ser una trampa.
- Es duro encontrarse con esa trampa y no haberse dado cuenta o darse cuenta tarde.
-Lo mejor que uno puede tener en la vida es encontrar la opción de esquivar hijos de puta y acercarte solamente a gente que te haga la vida feliz. ¿Vos desarrollaste intolerancia preventiva?
-Estoy en eso.
-Hay que conocer a la gente.
-Pueden tener intolerancia preventiva con vos también; imaginate si te juzgan antes de conocerte
-Le agradezco a esta adolescencia de la vejez que estoy transitando, es la experiencia de no acercarme o no meterme en ámbitos donde después lo voy a pasar mal.
-¿Hacer un libro sobre el amor, en este momento, tiene sentido? ¿Qué pasó para que digas: “Tengo que escribir sobre el amor”?
-Me parece que es una época donde hay que volver a poner en valor al amor, no cuestionarlo. El tema de los individualismos, tanto de izquierdas y derechas. Discursos densos, cinismos. La idea de que ser ácido, irónico y desapegado con las cosas te aleja de la idea de ser un perdedor. Cuando era más pendejo la idea de ser un perdedor era hasta romántica, hasta podías divertirte con la idea de ser un perdedor. De hecho, tenemos una cultura tanguera que habla del perdedor.
-¿A veces te sentís un perdedor? ¿Dando amor, por ejemplo?
-Te sentís un tonto porque no aparece la retribución, porque el amor muchas veces no es simétrico y se supone que vivimos en el capitalismo. Es el reino de la supuesta simetría donde yo tengo que obtener máxima ganancia con respecto del otro. Estamos muy pendientes de esos equilibrios. ¿Y qué te da? ¿Y qué te devuelve? ¿Y para qué te sirve? Hay un panóptico vigilante que te va a medir a ver si vos estás triunfando o no.
-¿Cómo haces para que dure la pareja?
-Nosotros tenemos con el amor un guion. ¿Cuál es el primer contacto de la gente con muchas experiencias? A través de un televisor. El problema es que hay muchas experiencias que primero las vemos por televisión. Entonces tendemos a copiarlas. En cambio, el amor es particular, cada persona lo vive de una manera. No hay un patrón.
-¿Es un trabajo sostenerlo?
-Es una actuación. Aceptación y trabajo. El amor es un constante abandono del propio sentimiento para tener una sincronía con la emoción del otro. Si vos estás en pareja y haces lo que querés todo el tiempo, no tenés una pareja. La pareja es cuando vos te dejás de lado un momento y hacés lo que el otro necesita, no lo que vos querés.
-”Yo no sé quién ser para que me veas”, dice el músico Tom Waits. Vos estás enamorado de alguien y el desafío es ir a conquistarlo.
-Y ahí vos te convertís en otra persona, te convertís en lo que seduce, no en quien sos. Después vendrá la etapa de quién sos. Pero la seducción es toda una coreografía de una hipocresía hermosa y dulce, donde vos constantemente sos lo que la otra persona necesita. Y esto pasa también con los animales. ¿Viste cuando se seducen los animales?
-Pero después aparece todo lo real.
-Es fascinar, después va a aparecer, es un momento donde vas a compartir tu intimidad.
-Igualmente, siempre hay que mantener la elegancia, hay que tratar de no perderla.
-Hay que ponerse un pantalón de cuero de vez en cuando, te hace mejor persona, te pone en otro lugar. No está mal ser para los demás, por momentos; es parte de vivir en comunidad.
-¿Cómo funcionan estas duplas creativas que tuviste con Tato Bores, Mex Urtizberea, Diego Capusotto, Felipe Pigna…?
-Tiene mucho que ver con el amor, porque la mejor manera es cuando vos dejás el ego de lado y trabajás en función del equipo. Entonces, el objeto amoroso es lo que estás haciendo para los demás. No estás pensando tanto en vos y en una disputa de egos, te postergás. Ahí aparece un hecho amoroso. El amor es que algo esté bien. Es un gran ingrediente para que algo salga bien. Con Diego Capusotto puedo laburar años y años porque sabemos que lo que vale es la unidad.
-Es un proyecto. ¿El amor debe tener un proyecto?
-Para mí, sí.
-¿Escribir le da sentido a tu vida?
-Lo que más sentido le da a mi vida son mis hijos. Mi trato con el universo es ese, que mis hijos estén bien. A mí que me pase cualquier cosa, no me importa. Me encanta escribir. Pero no es lo principal de mi vida.