Nahuel Barrios: “Muchas veces pensé en dejar de jugar, pero mi vieja y mis hermanos me hicieron seguir”
Nacido en Dock Sud, el jugador del Ciclón recuerda los momentos que lo hicieron crecer como persona y como jugador. El rol de su madre y de sus hermanos, el amor por sus sobrinos y el sueño de vestir la camiseta de la selección argentina
“Todo lo que hago es para ella, se merece todo”, cuenta el ‘Perrito’ (25) sobre Mónica, su mamá. Fue ella quien lo empujó, cuando las cosas se ponían difíciles, a que siga por el camino del fútbol. Los días en los que no alcanzaba la plata para comer o para pagar el transporte a los entrenamientos, su madre hacía lo que podía para que sus hijos vivieran de la mejor manera. Barrios debutó y metió gol en San Lorenzo a sus 18 años; luego tuvo un breve paso Defensa y Justicia y por Central Córdoba. Tras dos años de pases y préstamos, el ‘Perrito’ volvió al Ciclón para consolidar el amor por el club y su gente.
–Sos de Dock Sud, ¿no? Ese es el barrio que te vio crecer...
–Sí, desde chico viví ahí. Ahora ya me mudé pero siempre voy cada tanto porque tengo familiares.
–Si yo te digo Dock Sud, ¿cuál es el primer recuerdo que te viene a la cabeza?
–La infancia ahí. La verdad es que, a pesar de que tuve una infancia dura, me recuerda a muchos amigos y eso me emociona mucho.
–¿Tu recuerdo favorito de chico?
–Salir a jugar a la pelota con mis amigos del barrio. Nosotros vivíamos en los monoblock, había una canchita ahí en el medio y salíamos a jugar ahí.
–¿Qué onda esa canchita? ¿Se ponía picante?
–Sí, había veces que jugábamos y se agarraban a los tiros y esas cosas. Nosotros teníamos que correr para todos lados. De chico no me daba cuenta. Después fui más grande y me di cuenta de que había mucho quilombo, que no era para mi.
–Tu mamá, ¿para vos?
–Mi vieja es todo. Es una genia. Todo lo que hago es para ella, se merece todo.
–El colegio, ¿qué onda?
–El colegio ahora... en el club [San Lorenzo de Almagro] me están obligando a que lo termine y lo tengo que hacer. Es obligación del club. Me gustaría terminarlo, hay que meterle. Para que mi mamá se sienta contenta y para mis sobrinos, para que ellos también lo puedan terminar.
–Desde chico tuviste el tema de la altura, ¿es el mismo tema que Messi?
–Sí. Marcelo Tinelli me quiso pagar el tratamiento, pero por tema de edad no lo pude hacer y ya era tarde. Tenía 14 años. Eso nunca me impidió a soñar que iba a llegar a Primera.
–¿Qué recuerdo tenés de ese debut en San Lorenzo? Épico...
–Fue todo muy loco porque entré y la primera pelota que toqué fue gol. No lo podía creer. Fue un sueño.
–Cuando ibas a entrar, ¿te acordás cuáles fueron las indicaciones? Si estabas nervioso, ansioso...
–Nervioso no, pero estaba ansioso. El DT era Aguirre y me dijo que entre tranquilo, que haga lo que hacía en los entrenamientos. Y bueno, pasó lo que pasó y fui feliz.
–¿Cuál es tu apuesta a futuro?
–Ganar algo con San Lorenzo e irme afuera, hacer esa experiencia.
–¿Pensás en la Selección?
–Uh, sí. Estuve en la Sub-23 pero todavía no tuve la oportunidad de estar en la Mayor. Sé que cuesta por la clase de jugadores que hay ahí, pero no pierdo la esperanza de que algún día va a llegar.
–¿Cómo fue ponerte la camiseta de la Selección?
–Fue algo muy lindo, un logro. Representar a tu país es lo más lindo que le puede pasar a un jugador. Ojalá algún día me toque ponerme la de la Mayor.