Mario Pergolini: “Nunca el ser humano generó tanto contenido y lo regaló tanto por vanidad”
El conductor y empresario dialogó con LA NACION en el primer capítulo de la 2da temporada de Entre Nos, Nuevos Paradigmas
Mario Pergolini es el referente por excelencia de aquel que ha inventado, que ha desarrollado ideas en base a tomar riesgos en los medios de comunicación. Nos ha despertado a lo nuevo. Desde su programa de radio ¿Cuál es?, que se convirtió en la primera transmisión en vivo por Internet de Latinoamérica desde la Rock&Pop, hasta Vorterix, pionero como medio de streaming: siempre buscó romper con los establecido e innovar. En 1993, creó Cuatro Cabezas junto a Diego Guebel, donde la tecnología fue el diferencial para generar contenido y formatos inéditos. Dice que hoy la clave es complacer a las audiencias, entender a quiénes les estamos hablando y asegura que vamos a una automatización de medios de consumo totalmente personal. “Si hablo de trap, no le voy a hablar a gente que le gusta el rock. Cada vez estamos más segmentados”, confirma Pergolini.
Se describe a sí mismo como un emprendedor: “Con el tiempo me di cuenta de que lo que siempre estuve buscando fue relacionado con la tecnología, con innovar. No diría que soy innovador, pero sí emprendedor. Decir veamos qué se puede hacer. Soy curioso. la mayoría de las veces sin buenos resultados”. La búsqueda permanente, no quedarse quieto nunca, forma parte de su ADN. Rompe y crea todo el tiempo. Dejó la conducción de CQC en el mejor momento, tras vender Cuatro Cabezas por una cifra millonaria, decisiones no siempre comprendidas por sus colegas o amigos. “Me aburro”, confiesa Pergolini, “a veces me vienen nuevas ideas y no me puedo quedar con la duda de si van a funcionar o no. He aprendido que la frustración me trae más enojo que el intento de hacerlo y que me salga mal. Aunque haya salido mal, siempre fueron pequeños pasos para llegar a otros lugares”.
Podría haber sido, hoy, un conductor exitoso de la televisión. Son recordadas sus disputas con quien nunca abandonó ese medio, Marcelo Tinelli. Pero para Pergolini la televisión forma parte del pasado, no solo del suyo, sino de lo que se viene en relación con los medios de comunicación: “La televisión ha perdido público. Pero cuando tomé la decisión de irme, hace 12 años atrás, yo explicaba: ‘estoy haciendo algo digital’, y me miraban con cara de ‘fuiste’”.
Pergolini vive abandonando y creando. Deja atrás momentos de éxito en busca de algo nuevo. Con la inquietud como bandera, se define: “No soy melancólico. Soy un poco frío. Tenés que entender que todo tiene un tiempo. Incluso las amistades, a veces a uno le gustaría que las amistades sean para toda la vida, pero a veces las amistades tienen sus momentos, sus tiempos”.
Lo que viene
Mario Pergolini tiene la capacidad de vislumbrar el futuro de los medios de comunicación; como si fuera un viajero en el tiempo, observa de primera mano qué es lo que el mañana nos depara y regresa con esa información privilegiada que lo coloca un paso delante de todos. “Uno piensa los medios nuevos basándose en los medios viejos. Cuando nosotros empezamos en Vorterix, no había transmisiones de Internet. Yo no inventé la tecnología, las bases de tecnologías ya existían. Éramos un grupo de curiosos y estábamos encontrándola. Hicimos un estudio, empezamos a hacer transmisiones en paralelo, no había banda ancha para soportar más de mil personas conectadas. Decidimos armar una compañía para poder solucionar eso. Una vez que lo solucionamos, nos dimos cuenta de que les servía a nosotros y arrancamos a dar ese servicio. Llegar antes a veces es muy parecido a llegar tarde. Ahora llegó un momento en el que todos alcanzaron esa visión que teníamos hace diez años”.
La realidad va mutando, ayudada por la tecnología: “Hoy cualquiera, a costos muy baratos, puede tener una cámara, una linda luz, una conexión grande. Podés ponerte delante y decir lo que todo el mundo dice: ‘Hola amigos de YouTube’… y empezar a hacerlo pensando que te van a ver. La gran mayoría, casi el 80 por ciento, es gente que es vista por diez, veinte o cien personas. Luego hay gente que se va destacando. Este momento del streaming es bueno, creo que están saliendo cosas interesantes, con lenguajes propios, en plataformas que ya no necesitan tener un programa detrás del otro. Son programas que tienen algunos pecados de los viejos medios, pero crecen”.
Ante este panorama, ¿el rating es una palabra vieja? Responde Pergolini: “El rating no importa. A los influencers sí les interesa saber cuánta gente los sigue. Todos los que nos paramos frente a una cámara queremos tener un número. Puede ser por vanidad, por negocio, para ver si está funcionando, por aprobación, por lo que sea. Hoy, la búsqueda de rating sería la búsqueda del like, o de ese número de streaming”.
Masividad versus segmentación
“La masividad no tiene sentido más que por la vanidad. ¿De qué te sirve hablarle de física cuántica a gente que no le interesa la física cuántica? ¿Por qué hablarle de moda a todo el mundo cuando hay un grupo al que realmente le interesa la moda?”, piensa Pergolini, y desarrolla: “Si hablo de trap, no le voy a hablar a gente que le gusta el rock. Cada vez estamos más segmentados. Hoy esa segmentación existe por dispositivo, por edades, por el tipo de plataforma en donde están viendo. No es lo mismo los chicos que ven Instagram que un tipo grande que ve distintas cosas. Además, se habla diferente, ya no se grita más, se susurra. No tengo que decirle todo a todo el mundo, voy a quien quiero y de la forma que quiero. Tenemos la tecnología y la forma de hacerlo”.
Esta realidad, advierte Pergolini, también tiene sus contras: “Está trayendo grandes problemas, porque cada uno de estos grupos se habla a sí mismo y no escucha lo que dicen los otros. Nos pasa con las noticias, con la música. Y hay muchas cosas que suceden a grandes niveles de las que ni te enterás. Se ven más la entrega de los videojuegos que Los premios Oscars. Sin embargo, te acordás más de la cachetada de Will Smith que de quien ganó el Game Awards que lo quintuplica en rating. Te enterás de todo a lo que le digas ‘me gusta’. No recibís nada que no te interese. El tema es que no tiene matices. Estoy en contra de perder los matices. Hay una generación, los menores de 20 años, a la que le va a traer problemas de ansiedad. Hay que ver cómo legislar pensando en ellos, porque el hecho de que nunca termine lo que estás viendo, el apagar, les crea mucha ansiedad. Están viendo un mundo irreal, una parcialidad que no está hablando de nuestras vidas”.
Pergolini, entonces, trae a la luz un concepto a rescatar: la verdad: “Estamos perdiendo otros valores como la verdad. Cuando nosotros hacemos encuestas sobre las noticias, le preguntamos si un valor es la verdad. Nos dicen que no, que no les importa si es verdad o mentira”.
La inteligencia artificial y los nuevos medios
“No sé cómo va a ser recordada esta época dentro de diez años. Estamos viendo algo que va a modificar fuertemente nuestras vidas, es la primera vez que como humanos somos hackeados, nos es difícil comprender si estamos hablando con una máquina o no”, reflexiona Pergolini. “Tengo una compañía que trabaja sobre redes neuronales de inteligencia artificial; venimos trabajando en atención al público con máquinas en Call Center, están hablando con humanos, interactuando por completo. Se corta la comunicación y la máquina dice: ‘le paso con mi superior’, y la señora a los dos minutos le pide seguir hablando con el anterior que la entendía más. El hecho de cómo un algoritmo nos empieza a hackear nuestra parte más importante, que es hablar, entender, comprender, razonar, entender sutilezas, es terrible y no lo vamos a poder evitar. Esto está sucediendo. Al teléfono como lo conocemos, es probable que en cinco años no exista más. Salió un algoritmo que se llama Whisper, que logró que haya comprensión total de texto entre humanos y máquinas. Es tan buena la comunicación que no tiene mucho sentido hacerlo mirando o escribiendo. Serán cosas más de audio, vamos a tener aparatos, se están probando, se va a poder proyectar en mano. Vamos a una automatización de medios de consumo totalmente personal. Vamos a escuchar noticias personalizadas, se viene un mundo totalmente personalizado y no sé si lo vamos a seguir llamando medios masivos de comunicación. Habrá nuevos medios”.