Lita Donoso: “Si no hacemos cambios, la vida se encarga de mostrarte el estancamiento”

La psicóloga de la Universidad de Chile, Lita Donoso, explicó en Entre Nos de qué manera alcanzar la autosanación y la autorrealización, según un novedoso método de su autoría

PARA LA NACIONMariana Arias

Lita Donoso propone que lo extraordinario puede ser alcanzado, que aquello que parece lejano, una quimera, es posible, y que a partir de esa búsqueda en la cual la psicología se fusiona con el mundo filosófico y espiritual, se produce un cambio, una transformación, en todos los sentidos. La psicóloga chilena es la creadora del Método Alkymia y autora de varios libros en donde enseña de qué manera lograr la autosanación. Su obra más reciente se titula Alquimia para los tiempos que corren.

-¿Qué es la espiritualidad? ¿Por qué necesitamos en estos tiempos acercarnos a nosotros mismo?

-Yo considero que los seres humanos somos buscadores, todos somos buscadores de algo, algunos buscan paz, otros buscan tener una buena situación económica, un amor, la realización. Existe el buscador del conocimiento, pero el conocimiento no como información que ahora está al alcance de la mano. Buscamos comprendernos, comprender la realidad exterior, comprender si existe o no existe un dios. Esa búsqueda ya es la parte que para mí tiene que ver con el llamado de nuestro espíritu. Nosotros somos esencialmente seres energía. Cuando uno puede comprender la realidad desde esa única e incuestionable verdad, entonces empezamos a encontrarnos con información que nos da el sentido de la vida. Vamos haciéndolo paso a paso, buscando. Yo partí siendo psicóloga con un enfoque psicoanalítico y la persona buscaba entenderse, buscaba conocerse y buscaba sanarse. Hasta que me hice psicóloga transpersonal, donde le abro un espacio al paciente, al alquimista, para que comprenda su esencia, cómo es ser energía, qué es y con qué se relaciona ese ser energía, qué dimensiones podemos alcanzar con un método específico.

-¿Autoconocerse significa estar atento a nuestros pensamientos, a nuestros sentimientos, a nuestras emociones?

- Yo creo que eso es lo más difícil; cuando la persona quiere o tiene que enfrentarse al autoconocimiento, la cosa se pone dura porque estamos programados para no hacer cambios. De hecho, el cerebro invierte la mayor parte de nuestra energía, el 90 por ciento de la energía que consumimos y no quiere cambios. Las personas no quieren cambios, aunque parezca loco, es así. La persona se adapta a su malestar o a su bienestar. Entonces es ahí cuando las cosas empiezan a disfuncionar. La vida es cambio, si no hacemos cambios, nos estancamos y la vida se encarga de mostrarte el estancamiento. Por ejemplo, las enfermedades psicosomáticas, Yo diría que el 90 por ciento de las enfermedades tienen un componente psicosomático. Significa que tu cuerpo dijo basta a una situación que tú no quieras reconocer internamente. Tus sentimientos están por un lado y tus pensamientos por otro.

-¿Controlarse es una palabra adecuada para definir lo que deberíamos hacer?

-Autocontrol es una buena palabra, aunque el control de las emociones podría llevarnos a estadíos lamentables de represión, de no reconocimiento, de ocultamiento. Imagínate si pudieras ver tu envidia como un obstáculo para tu realización y lo miraras con amor y lo empezaras a desmenuzar, a transformar. Descubrir que la envidia te permitió llegar a comprender que todo lo que ves afuera, también te pertenece y lo puedes lograr. Eso es un acto alquímico.

-A veces hay decisiones y hay contradicciones. Sentís la corazonada, pero la cabeza te juega una mala pasada. Podés dudar de esa decisión.

-Hay una contradicción permanente: el pensamiento y el sentimiento. Hay que conectarse con el amor y preguntarle al corazón qué haría, qué deberías hacer. Esa intuición, esa certeza, va a emerger con tanta claridad, y te aparece la respuesta. Porque el corazón, que es el sentir puro, va a tener una respuesta.

-¿Cómo llego a mi corazón si estoy desconectado de él durante mucho tiempo? ¿Cómo me acerco?

-Yo decidí escribir este libro último, Alquimia para los tiempos que corren, para resumir mi trabajo de casi 20 años. Los ejercicios, todo lo que un buscador en los tiempos que corren necesita. La gente decidió no tener tiempo, el tiempo es una invención de la mente. Si le das 15 minutos a tu aspecto co-creativo, cada mañana, cada noche, tu vida cambia.

- Vos decís que nosotros podemos co-crear nuestra vida. Conectándonos con la fuente, ¿La fuente es Dios?

-Dios es un concepto que a mí me encanta, pero que ha sido cooptado por las religiones y nos han mostrado una divinidad vengativa, castigadora, juzgadora. Dios es una inmensa fuente de amor permanente que está fluyendo siempre y es infinito.

-¿Cómo podemos definir a la alquimia?

-Es un concepto muy antiguo que pertenece a una tradición iniciática. Los alquimistas en todas las eras, hubo muchas, la primera fue una mujer. Eran iniciados en las ciencias espirituales, seres que transmitían oralmente el conocimiento; eran épocas en que ese conocimiento podía ser mal usado, entonces se protegía. Hoy el conocimiento está en Internet y no puede ser mal usado. Nos estamos dando cuenta de que este cambio climático obedece a la frecuencia vibratoria del planeta. Está altísima, estamos teniendo una frecuencia vibratoria por las explosiones solares, cada vez más frecuentes y más intensas. Mi gran maestro que se llama Saint Germain, dijo hace mucho tiempo, que vamos a poder usar este instrumento de activación interna de la glándula pineal sin ningún riesgo para nosotros ni para la humanidad; en esa certeza y en esa tranquilidad nosotros podemos transformarnos como esos alquimistas y usar ese conocimiento para transmutar nuestro plomo en oro.

-Muchas veces siento que no puedo dar todo, me siento limitada. ¿Esa inseguridad o falta de autoestima se puede transmutar?

-El alquimista se refería a la búsqueda del Santo Grial, a cómo pasar de humanos a divinos. Ese es el gran secreto del alquimista. Vale decir, irnos transformando hacia lo divino, entendiendo lo divino como un ser humano que trascendió sus limitaciones. No estamos hablando de ángeles que nos llevan por los aires, estamos hablando de la realidad, de cómo aprender a desplegar realidades, porque eso es lo que hacemos, desplegar realidades. Uno va desplegando realidades de acuerdo a ese estado vibratorio de tu emoción y tu pensamiento en conjunción. Cuando revisas hacia atrás, y te preguntas: “¿Por qué me paso esto?”, te das cuenta de que tuviste pensamientos negativos y creaste esa realidad. Si nosotros nos transformamos en científicos de nuestra propia experiencia y observamos, luego corregimos con técnicas, tu vida se va transformando en un pequeño paraíso. Cuando todo empieza a funcionar en una cierta armonía, en un cierto encaje de frecuencia con lo que tú estás diseñando. Estamos diseñando todo el tiempo.

-¿Cómo iniciaste tu cambio? Eras psicóloga clínica y tenías un montón de pacientes, decidiste hacer un corte con mucha valentía y empezar de cero.

-Yo nunca tuve miedo al cambio. Yo utilicé el plomo y lo convertí en oro. Mi madre partió cuando yo era pequeña. Tenía 5 años. Los papás no criaban a sus hijos. El pronóstico de un abandono es muy malo. Te puedes convertir en un narcisista, en psicópata. Es el abandono. Esos dolores yo los empecé a notar. A los 17 años ya había elegido un camino espiritual, aparece en Chile Maharishi (Mahesh Yogi), el gurú de la meditación trascendental, y yo dije: “Aquí voy a explorar”, y me inicié con él. Luego me convertí en psicóloga, hice psicoanálisis, exploré el budismo, que tiene unos pilares hermosos. Entonces, cuando estaba ahí, en mi sangha, sentí que se acabó esto, se acabó mi libertad, ya no soy más libre.

-Hay que ser muy valiente para hacer esos cambios radicales de vida.

-La valentía viene de la certeza. Fui valiente porque tenía la certeza de que si me quedaba pegada a esa figura, no avanzaba. Yo estuve un año sin dinero, sin nada. Apareció este maestro en mi vida y empecé a desarrollar lo que después empecé a enseñar. Creo que la libertad es para los valientes y si tú tienes certeza de que existe esa fuente a la que pertenecemos y que es puro amor, ese camino va a ser realmente maravilloso.

-¿Qué le da sentido a tu vida?

-La vida le da sentido a mi vida. La vida es una energía, es una corriente en mi vida y en todas nuestras vidas, que nos va llevando siempre,si lo decidimos, hacia un punto de mayor realización. A mí, descubrir cada día, que puedo llegar a un punto más de esa autorrealización, me hace inmensamente feliz. El amor, eso se llama amor.

Por Mariana Arias
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