Juan Fernando Quintero: “Argentina me ha dado demasiado, soy lo que soy por el cariño de la gente”
Colombiano de nacimiento, pero argentino por ‘elección’, el mediocampista de Racing se enfrenta al bolillero para hablar de sus miedos, sus momentos de orgullo, el amor por su familia y su lado más espiritual
Juan Fernando ‘Juanfer’ Quintero se convirtió en héroe ‘millonario’ cuando marcó el gol de la victoria de River Plate en la Copa Libertadores 2018; y este año fue campeón de la Copa Sudamericana junto a Racing Club, destacándose –una vez más– como una de las grandes figuras del equipo. Nacido en Medellín (Colombia), el mediocampista debutó en el año 2009 de la mano del Envigado F. C. y aterrizó en River, por primera vez, en 2018, a préstamo por un año. Hoy es “un argentino más” y asegura que nuestro país es su segunda casa. Agradecido por todo lo que logró, su familia y su carrera, y optimista para lo que viene, habló con Sofía Martínez, en un nuevo capítulo de la segunda temporada de Alma en el Juego.
-¿Un momento de tu vida, si podés describirlo, en el que haya sentido miedo?
- Miedo, así como tal, creo que cuando era muy chico, cuando la vida no me había preparado para muchas situaciones; cuando empiezo a tener conciencia de la soledad. Crecí sin un padre, entonces, al no ver esa figura paterna, de alguna forma, un niño se llena de miedo. Pero creo que, en general, es cuando me ha faltado un familiar. Por ejemplo, mis abuelos fueron mis figuras paternas y maternas, y cuando murieron sentí ese miedo de no poder verlos más, esa ausencia.
- Futbolísticamente, ¿alguna vez sentiste miedo durante un partido?
- Creo que no es miedo, es esa adrenalina que uno siente antes del juego. Realmente, trato de disfrutar todo el tiempo lo que es la profesión, pero miedo, como tal, nunca tuve a la hora de jugar al fútbol.
- ¿Podés describir el momento más triste de tu vida?
- La tristeza más grande es cuando he perdido a seres queridos o cuando, hace poco, tuve una situación con mi esposa. Esos momentos, donde sentís que estás ante la vida y la muerte, son momentos de mucha tristeza. En mi vida personal, también cuando me tocó perder partidos que, para mí, significaron mucho. Aunque no lo parezca, soy un tipo muy sensible ante muchas situaciones.
- ¿Cómo hacés cuando tu hija está triste, como lo que pasó con tu esposa?
- Creo que cuando mi hija está triste también lo siento porque tenemos ese cordón invisible que nos conecta; tenemos esas partículas, esas células, y eso se siente y es lo que maneja todo ese tipo de emociones. Cuando nuestra hija está bien, nosotros lo sentimos. Hoy, gracias a Dios y gracias a esa mujer tan fuerte que es mi esposa, podemos estar más tranquilos, lidiar con esa situación, pero siento que lo más difícil pasó en ese momento.
- ¿Que tiene que tener una mujer para enamorarte? ¿Qué tiene tu esposa que te enamora?
- Tiene que ser muy acorde a lo que quiero en mi vida, lo simple, porque para mí hay un dicho que dice “la magia está en lo simple”, o sea, no necesita demostrarme nada, todo tiene que ser natural, fluido. Creo que la belleza de sus actos, de su corazón, de su forma de ser… eso me atrae mucho, me enamoró. La conocí cuando tenía 16 años y para mí, el estar juntos el día de hoy, después de muchas situaciones que hemos vivido, vale demasiado. Hoy me atrevo a hablar de mi familia porque para mí es muy importante, pero siempre la he resguardado; me gusta guardar esa privacidad.
Mi esposa tiene todo lo que yo quiero, es fuerte, ejemplar, es una persona a la que le gusta ayudar al prójimo, es líder en su hogar y la admiro mucho, la amo. Agradezco mucho que esté con nosotros y que sea esa fuerza que necesito en mi vida.
- ¿Tenés algún código antes de un partido?
- Todo el tiempo. Antes de llegar al estadio hago ese ritual, esa costumbre de llamar a mi hija, a mi madre, a mi esposa, y nos damos buena energía. Para mí es muy importante porque siento ese apoyo incondicional. También llamo a mis mejores amigos, trato de buscar motivación, gratitud y vivir mi momento con ellos.
- ¿Recordás algún momento en que se te soltó la cadena?
Sí, en muchas ocasiones. Primero, porque soy una persona a la que le gusta hacer las cosas bien, los mandamientos de vida, el comportarse bien, el respetar los valores, me gusta mucho la justicia. Soy más de esos valores, me inclino por eso porque pienso mucho en los niños, el hecho de que soy un ejemplo. Me gusta mucho la igualdad, aunque sabemos que vivimos en un mundo que no es así, pero trato de implementarlo en mi vida y trato de respetar a las personas. Entonces, la ira aparece cuando no hay palabras de gratitud, cuando siento las injusticias.
- Describí el momento más feliz de tu vida.
- Son muchos. El primero, creo que hace poco lo viví y tuve una conexión muy fuerte del lado espiritual, que es esa conexión con el ser supremo que es Dios. Conocerlo, seguir su palabra y honrarlo, creo que es de las mayores alegrías que tengo en mi vida. También, el conocer a mi hija, no me tocó ver el nacimiento porque, en ese momento, estaba con la selección y recién la puede conocer tres o cuatro días después. El compartir triunfos de vida, de alegría de mi familia, esos son momentos de mucha alegría en mi vida.
Creo que soy un tipo muy agradecido, trato de vivir todos los días con alegría, con gratitud, pero en esos momentos específicos he sentido alegría plena. Los triunfos en el fútbol, poder compartirlos con mi familia, con mis amigos, eso para mí no tiene precio. Soy un tipo muy afortunado.
- Dijiste, “cuando me conecto con el ser supremo”. ¿Cómo es eso?
- Desde muy chico lo he sentido. He sentido la ausencia de mi padre, pero también he sentido su presencia, sé que soy lo que mi padre quiso ser en algún momento y me tocó a mí. Creo que es una bendición del cielo poder llevar ese apellido con mucho orgullo porque no conocí mi padre, pero soy lo que él quiso ser y creo que no es coincidencia, no es una casualidad, y Dios me dio ese don de poder hacer feliz a muchas personas. El poder conectarme con él es lo mejor, que me dé la oportunidad de demostrar su gracia, su honra. Lo hago desde mi lado espiritual, todo el tiempo estoy conectado y creo que soy un tipo que, de alguna u otra manera, muestra esa gratitud con el ser supremo.
- ¿Qué pasó con tu papá?
- A mi padre lo desaparecieron cuando yo tenía dos años. Realmente no lo conocí, pero tengo las mejores historias, lo siento y lo llevo conmigo, y creo que eso es lo que soy.
- Mencionaste que no pudiste estar en el nacimiento de tu hija. ¿Cómo lo viviste?
- Ella nació en Italia, yo estaba en Nueva York, son 7 horas de diferencia. Cuando veo la foto me pasó algo por el cuerpo y fue una alegría enorme. En ese momento yo tenía 19 años, fue una alegría grandísima y ahí encontré un motivo más por el cual vivir, por el cual seguir adelante, luchándola. La verdad, hoy me siento muy orgulloso de la hija que tengo, por cómo está creciendo y porque tengo mucha esperanza por la persona en la que se va a convertir.
- ¿Qué momentos te generan orgullo?
- Creo que hay dos tipos de orgullo, el que va con el ego y el orgullo de sentirse pleno y hacer algo. Por un lado, me siento muy orgulloso de la persona en la que me he convertido porque creo que uno nace con muchos traumas, con mucha historia, y el que haya vivido tantas cosas me llevó a ser lo que soy. Llevo toda esa espalda con mucho orgullo, de donde nací hasta lo que soy hoy. Creo que me he sentido muy orgulloso como ser humano y como profesional, aunque no pretendo complacer a nadie. Trato de valorarme mucho, y no es egoísmo, simplemente sé que le doy mucho valor a lo que he vivido y eso lo llevo con mucho orgullo.
Cuando era más joven, obviamente, tuve muchos momentos de orgullo que van con el ego, de equivocarme; y creo que esos errores te llevan a experimentar la madurez, el fracaso, el sentirse mal, y hoy puedo aceptar y saber que eso me hizo mucho más fuerte y mejor ser humano. Creo que es lo mejor que me ha pasado.
- ¿Una contestación de la que te arrepientas?
- No me arrepiento de nada porque creo que soy lo que soy por eso, tanto lo bueno como lo malo, pero sí tuve momentos de contestar mal. Soy un tipo muy frentero, muy transparente, y la gente puede tomarlo a mal, pero soy un tipo que te dice la verdad de frente, no por la espalda.
- ¿Tenés algún agradecimiento pendiente?
No, todos los días le agradezco a Dios y a la vida, y trato de decirles a las personas más cercanas lo que han hecho por mí. Entonces, creo que no me hace falta nada. Especialmente, quiero agradecerles a todas las personas que me han dado ese cariño, ese apoyo hasta el día de hoy. Vivo muy agradecido, se ve mucho esa gracia, esa energía y esa vibra en mi vida, y creo que trato de llevarla con mucha naturalidad.
Argentina me ha dado demasiado, soy lo que soy por ese cariño, y por medio del fútbol trato de darles mucha alegría; ser una persona común y corriente en la calle, agradecerles porque me lo hacen saber a diario. La verdad, esta es mi segunda casa y siempre va a ser así, soy un argentino más. Como lo he dicho siempre, estoy demasiado agradecido con Argentina.