José Muscari. Triunfos, reflexiones y la emocionante llegada de Lucio, su hijo, quien cambió su vida por completo
El director teatral, actor y conductor compartió detalles reveladores sobre su experiencia con la adopción, sus reflexiones sobre la familia y su visión del éxito
José Muscari (47), conocido y querido en el mundo del espectáculo, despegó su carrera en el famoso programa Bailando por un Sueño y desde ahí, el cielo no tuvo límites. A pesar de ello, el director reflexionó sobre la industria del entretenimiento, señalando la presencia de egos y la importancia de mantener relaciones auténticas en un mundo a menudo marcado por la hipocresía. Además, también reveló aspectos de su infancia, rememorando momentos especiales en la casa de su abuela y cómo estos recuerdos influyeron en su vida actual. El prolífico dramaturgo, habló sobre el proceso de adopción de Lucio, un adolescente que llegó a su vida para cambiarla por completo, desde los desafíos hasta las alegrías, y cuenta que la construcción de un vínculo sólido va más allá de los lazos biológicos.
–¿Cómo surgió la idea de adoptar a Lucio y cómo fue ese proceso para vos?
–La idea de adoptar a Lucio fue algo muy natural. Sentí que era el momento adecuado en mi vida para ser padre y que la adopción era la elección correcta. El proceso fue emocionante y desafiante a la vez. Pasamos por etapas de vinculación, período de guarda y finalmente la adopción legal. Lucio ya tenía una presencia mediática debido a su decisión de hablar en primera persona sobre su situación, lo cual agregó un componente único al proceso.
–¿Cómo es la dinámica familiar ahora con Lucio y cómo fue la adaptación para ambos?
–La dinámica familiar es hermosa. Aunque llevamos poco tiempo juntos, construimos una conexión sólida. Lucio y yo nos llevamos muy bien, a pesar de que ambos teníamos más de 14 años de vida antes de conocernos. La adaptación fue gradual, pero la paciencia y el respeto mutuo fueron clave. Mi mamá también desempeña un papel importante en la integración, mostrando su amor de maneras prácticas y construyendo el vínculo de una manera más sutil.
–¿Cómo manejas los desafíos que pueden surgir en la relación y cuál es tu enfoque hacia la paternidad?
–Creo firmemente que los hijos no se devuelven, independientemente de si son biológicos o adoptados. Si bien los desafíos son normales en cualquier relación, especialmente en la paternidad, no contemplo la idea de dar marcha atrás. Estoy comprometido a construir un vínculo fuerte y afrontar cualquier desafío que surja. Mi mayor “problema” actual es que Lucio duerme mucho debido a su edad, y eso es algo que puedo manejar [ríe].
–¿Cómo eligieron la escuela para Lucio y qué consideraciones tuvieron en cuenta en ese proceso?
–Elegir la escuela para Lucio fue un proceso que realizamos juntos. Creemos en la educación pública y decidimos que era la mejor opción para él. Aunque podríamos haberlo enviado a una escuela privada, queríamos que se relacionara con personas de diferentes clases sociales. Queremos que tenga una experiencia educativa equitativa y significativa.
–¿Cómo ves tu papel como padre y cómo impactó esta experiencia en tu vida?
–Mi papel como padre es algo que tomo muy en serio. Esta experiencia cambió mi vida de muchas maneras. Me veo a mí mismo como una versión mejorada a los 47 años. Siento que soy una mejor persona, con más conciencia y compromiso. La adopción de Lucio es un regalo en mi vida, y aunque estoy soltero en este momento, considero que ser padre es un planazo en sí mismo.