Estanislao Bachrach: “El autoconocimiento está relacionado con mejores decisiones y más bienestar”
Especializado en el estudio de la mente, Estanislao Bachrach se tomó tiempo para investigar la manera en que nuestro cuerpo nos ofrece señales que debemos aprender a escuchar. Una enseñanza que nos conduce al autoconocimiento y a una vida más plena y saludable
Doctor en Biología Molecular y especializado en neurociencias, Estanislao Bachrach es un referente de consulta imprescindible para conocer las implicancias del cerebro en aquellas cuestiones de la vida cotidiana. Su libro más reciente es ZensorialMente, en donde desarrolla el vínculo entre mente y cuerpo. Una de las disciplinas fundamentales que Bachrach enseña en sus conferencias alrededor del mundo tiene que ver con el “autoconocimiento”. Explica que cualquier herramienta que una persona ponga en funcionamiento para su vida o para su trabajo es válida, pero que “será la herramienta que sea requiere de esfuerzo, de disciplina, tiempo, y es un trabajo de toda la vida. El conocerse, dentro del mundo de la biología, se logra a través de la tecnología que permite a los científicos entender qué es una emoción, cómo están involucradas con los pensamientos, cómo el cuerpo te da un montón de mensajes que nunca aprendimos a leer y lo que va sucediendo; es que cuando uno más se conoce pasan dos cosas en tu vida: primero, empezás a darte cuenta de que tomás mejores decisiones o te arrepentís menos de las decisiones que venís tomando antes de conocerte, y segundo: sentís mayor bienestar, aunque tengas la misma cantidad de dinero que antes, la misma pareja, la misma situación o contexto que antes, pero te sentís mejor. El autoconocimiento está sí o sí relacionado con mejores decisiones y más bienestar”.
¿Qué sucede cuándo nuestros pensamientos nos asaltan permanentemente, en ocasiones de manera negativa, anulando esta posibilidad de bienestar? “Para los biólogos lo único que podés cambiar en cualquier momento de tu vida, en cualquier circunstancia, en cualquier contexto, estés donde estés, es tu forma de pensar. No es fácil, pero es simple. No hay que ser inteligente para hacerlo, y no es complejo el proceso. Primero, para poder cambiar tu forma de pensar tenés que saber qué estás pensando. Y ese primer paso es entender que muchos de esos pensamientos que vos llamás tóxicos, nosotros los llamamos inoportunos, son pensamientos que te hacen sentir mal y actuar mal. Pensamiento, emoción y comportamiento están interrelacionados permanentemente. Entonces, cuando uno descubre que muchos de los pensamientos que te hacen actuar mal o arrepentirte de lo que decís, lo que hacés, no tienen que ver con el contexto, sino con cómo estoy pensando, ahí viene el arduo trabajo de cambiar mi forma de pensar, y esto es exactamente lo mismo que aprender a jugar al tenis. Tenés un profesor, una técnica y tenés que practicar, practicar, practicar. Y llega un momento en el cual no te das cuenta y ya están pensando diferente”.
Estudioso de la mente, Bachrach ha investigado recientemente los mensajes que el cuerpo nos brinda, trabajo que volcó en su reciente libro. “El cuerpo, todo el tiempo, está dando información, son las famosas sensaciones. Algunas sensaciones son brutas: me duele la panza o se me cierra el pecho; y otras son muy sutiles: cambios en el latido, algo en el intestino, la respiración se agita. Todas esas sensaciones van a un área del cerebro, y el cerebro, con el contexto, tu historia y lo que le pasa a tu cuerpo, siente de una determinada manera”.
Bachrach entiende que, a diferencia de lo que pasaba algunos años atrás, cuando los científicos estaban abocados al entendimiento de las neuronas, hoy “se le está poniendo mucha más atención y dinero a entender las emociones y lo que pasa en el cuerpo y su vínculo con el pensamiento”.
Espiritualidad y meditación
“A la espiritualidad la relaciono con el autoconocimiento”, señala Bachrach, “no soy religioso, no creo en ningún dios en particular, pero a medida que he trabajado sobre mí mismo y hacia adentro, me siento más espiritual. Llamo ser espiritual a tener más tiempo para mí, no juzgarme tanto, no criticarme todo el tiempo. En los años 70, 80 o 90 si te iba mal te castigabas a vos mismo y eso claramente no sirve para nada.
¿Cómo se relaciona la ciencia con la espiritualidad? “La ciencia y la espiritualidad creo que hablan de lo mismo. No creo que la ciencia sea mejor que la no ciencia. Creo que hay disciplinas técnicas, herramientas, métodos para conocerse y estar mejor. Y algunos necesitan saber que vienen de la ciencia y otros no lo necesitan”.
La meditación es una herramienta que está viéndose como una posibilidad, antes más lejana. Tenía más que ver con el budismo, con otras religiones. Occidente, en los últimos años, la está adoptando como un mecanismo de salud y autoconocimiento. Opina Bachrach: “Hoy se medita mucho más en Occidente que en Oriente. Hay estudios serios sobre ese dato. La meditación es la herramienta con más evidencia científica del impacto que tiene en tu cuerpo y en tu cerebro. Existen 2974 artículos científicos tratando de entender, en los últimos diez años, cómo la gente que medita todos los días cambia su cerebro en áreas que tienen que ver con emociones placenteras, con la resiliencia, con la creatividad, con estar más atento a lo que yo quiero, no desconcentrarme. Se observan cambios en el cerebro, pero como toda herramienta, requiere disciplina y constancia. Si vos meditás dos veces por mes, no sirve de nada”.
¿Estar presente en la relación con los otros, también es una manera de autoconocimiento? “Se llama en biología resonancia límbica. Uno no puede entender lo que le pasa al otro si no lo vivió, o no lo siente, o no lo experimentó. La empatía se fortalece no tratando de entenderte a vos sino de entenderme a mí. Entender las cosas que me pasan a mí me hace más fácil resonar con lo que te pasa a vos. El autoconocimiento no es una cosa egoísta. A medida que te conocés más, usando la disciplina que quieras, más conectas y entendés lo que le pasa al otro.
¿Y qué podemos decir acerca del placer y de la felicidad? “El neurotransmisor que te genera placer es la dopamina y el neurotransmisor que genera felicidad, alegría, es la serotonina. La dopamina es un neurotransmisor que acelera neuronas, su mecanismo, y cuando las neuronas son muy aceleradas, se empiezan a morir. Eso es adicción. Cuando sos adicto al dulce de leche o al paracaidismo o a alguna droga o sustancia ilegal lo que pasa es que cada vez que consumís eso ya no te da el mismo placer que antes y ahora necesitás dos cucharadas de dulce de leche, hasta que llega un momento que no te da el mismo placer que antes. Y ahí sos adicto. La felicidad proviene de la serotonina, que a diferencia de la dopamina, en vez de acelerar neuronas, las desacelera. Entonces nadie puede ser adicto a la felicidad, porque nunca las neuronas se van a morir. Cuando la serotonina toca la neurona, genera sensación de felicidad, acariciando a tu perro o a tu gato, o en un cumpleaños con tus amigos”.
Bachrach dice que las dos palabras favoritas de su vida son “darse cuenta”: “Cuando uno se da cuenta de algo, la mitad de la batalla ya está ganada. Lamentablemente, en general, el cuerpo te pasa una factura y ahí te das cuenta, la idea es no llegar a la angustia o al burnout. Pero si el cuerpo te está indicando algo, tenés que cambiar. Estamos entrenados a que el que tiene que cambiar es el otro, mi pareja o mi jefe. Las personas que están todo el tiempo culpando al otro son las personas que solamente van a cambiar cuando el cuerpo les pase factura. Cuando uno busca el autoconocimiento se da cuenta de que no es nunca el otro, siempre es uno. Si esta persona es mala para mí o es tóxica, no espero que cambie, yo me tengo que correr de ahí. Uno puede decidir antes de que el cuerpo te pase factura”.
La importancia de una buena alimentación
“Cada vez hay más investigaciones, financiamiento y profesionales investigando el intestino y haciendo grupos multidisciplinarios con neurólogos o con científicos del cerebro, y empiezan a encontrar un montón de causas y consecuencias de enfermedades o patologías mentales que están relacionadas con las bacterias que tenemos en el intestino. Depende del tipo de bacteria que viva en tu intestino, podés tener más ansiedad o menos ansiedad, incluso se relaciona con enfermedades neurológicas”, sostiene Bachrach, y agrega: “Creo que la alimentación es el gran paradigma de estos próximos diez años. Va a haber mucho descubrimiento en cómo cambiando la alimentación cambia el intestino, la medicina, y cambia tu salud y tu bienestar”.
¿Cuáles son las disciplinas a las que podemos apelar para hacer estos cambios? “La terapia cognitivo-conductual es una terapia rápida y vas a ver cambios importantes en tu vida. Tenes que hacerlo con ganas. Decir, yo quiero cambiar y sé que va a haber dolor, es un proceso que puede costarme, voy a descubrir cosas que no me gustan de mí. Es un cambio posible y creo que es realmente muy potente, con evidencia científica y sobre todo para la época vivimos”.
Como conclusión, Estanislao Bachrach afirma que “a medida que avanza la tecnología, de manera tan rápida, los científicos tienen más capacidad para entender cómo funcionamos, cómo tomamos decisiones, cómo sentimos. Y creo que el nuevo paradigma que se va a venir es el impacto que tiene nuestro cuerpo y las cosas que sentimos para nuestro bienestar”.