Diana Mondino: “El problema que tenemos en la Argentina es que los políticos que deciden no están preparados”
La economista habló acerca de la importancia de la toma de decisiones correctas, tanto en un país como en una familia, la brecha entre las naciones ricas y pobres, y cómo cambiaron nuestras prioridades después de la pandemia.
La economía atraviesa nuestras vidas. No se trata de aprender las teorías históricas que se estudian en la universidad, ni de pensar en números macroeconómicos complejos, sino en saber con qué recursos contamos para desarrollarnos, emprender, crecer, formar una familia, estudiar, cumplir metas. “Hoy tenemos una cultura de lo inmediato, la gente quiere satisfacción inmediata”, señala Diana Mondino, economista, profesora y experta en finanzas. “Alguien dice quiero ir a Harvard, pero no se inglés y tardaría diez años en aprender, entonces no lo hace. Muchas cosas no las empezamos porque sería un esfuerzo durante mucho tiempo. Nadie construye un edificio en minutos, nadie desarrolla una relación personal en minutos, nadie compra su casa en minutos, ¿por qué en la economía todo debería ser instantáneo? Es una ingenuidad”.
La toma de las mejores decisiones y cómo desarrollarlas con sensatez lleva tiempo. Tanto en una familia como en un país. “La política es el arte de decidir qué cosas hacemos y quién las paga. El problema que tenemos en la Argentina es que los políticos que deciden no están preparados, tienen prejuicios o toman una decisión apurada”.
Vivimos en el mundo del apuro y de la inmediatez. “Redes sociales como TikTok son un ejemplo extraordinario de la inmediatez. También Twitter, donde se publican videos muy cortos. Se genera una banalidad terrible a cualquier análisis. Hoy nadie lee una novela de 500 páginas. La gente lee cada vez menos y busca rápidamente el resultado de lo que sea. Las redes saturan, te acercan muchos estímulos, hay una gran oferta, hay que tener cuidado con esa variedad”. Paradójicamente, Diana se nutre de ese mundo -el de las redes sociales- o, al menos, sabe sacarle provecho para comunicar sus ideas con claridad. Cada una de sus intervenciones en las redes recogen miles de comentarios y sus seguidores, en especial los jóvenes, van en aumento.
Pensar en los jóvenes
“Trabajo en una universidad de materias optativas y algunos estudiantes se apabullan y otros logran terminar la carrera”, comenta Diana acerca de su rol como docente. “Los que van a la universidad son un porcentaje cada vez menor. Son pocos los que terminan el secundario, de esos pocos que terminan, cada vez son menos los que van a la universidad y de aquellos que van a la universidad son cada vez menos los que la terminan. Pero, el verdadero problema social argentino es que una gran cantidad de chicos tiene problemas nutricionales y educativos, esos chicos que no están comiendo ni aprendiendo no van a poder hacer tareas productivas. No se van a poder desarrollarse como personas en toda su potencialidad”, concluye.
Países ricos y pobres
La brecha en cantidad de años de escolaridad entre las regiones más desarrolladas y las de menor desarrollo es muy grande. Por un lado, Europa, Estados Unidos, Japón; por otro, África, Latinoamérica, Sudeste asiático. La diferencia es en cantidad de años y también en el contenido. ¿Es algo que se puede revertir? “Llevaría más de veinte años y queremos soluciones mágicas”, sostiene Diana y agrega: “El igualador más grande de una economía es el crédito y en los países pobre está ausente. Podés estar preparado, pero sin crédito y sin infraestructura que permita el comercio, las brechas no se solucionan. El Estado pone las reglas de juego: defensa, seguridad y justicia. Los estados modernos han ido ampliando las funciones y en algunos casos las prestan bien, en otros las prestan mal. En la Argentina el Estado compite con el sector privado y le impide hacer”.
Mujeres y finanzas
Según la experiencia de Diana Mondino, las mujeres están cada vez más relacionadas con el mundo de las finanzas, un ámbito signado desde siempre por el género masculino. “Ya hay menos diferencias, como en la mayoría de las profesiones; lo que sucede es que no se puede entrar a los 55 años y pretender estar en el directorio, hay que empezar a los 22″. Diana se especializa en vislumbrar un objetivo y trabajar hasta alcanzarlo, ni más ni menos de lo que necesita saber una empresa, un país y por supuesto, cualquier familia. “Las amas de casa son expertas financieras sin saberlo”, dice la economista.
Después de la pandemia
“Para todos hubo un shock. Empezamos a valorar la vida y el tiempo, dimos un salto cualitativo en el uso de tecnologías que nos acercó a gente para compartir, nos ha dado una posibilidad de integración al mundo que no estábamos aprovechando. La pandemia nos debería cambiar el respeto y el cariño por la relación personal”, explica Diana.