Vuelos privados también para las vacaciones
Desde la irrupción del Covid, los servicios ejecutivos están en auge, con nuevos pasajeros y muchos viajes por placer
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No es necesario ser una estrella de rock o un ejecutivo de primera línea para tomar un vuelo privado. Por supuesto que hay que tener una buena billetera, pero este segmento, desde la irrupción de la pandemia, a contramano de lo que sucede con los aviones comerciales regulares, no para de crecer y es buscado por usuarios que hasta no hace mucho no sabían que podían darse ese lujo.
Poder elegir el destino, el día y la hora del vuelo, cambiarlos según la necesidad y esquivar los largos tiempos de embarque y desembarque son las principales razones, pero también seguir evitando los grandes aeropuertos y los aviones con muchos pasajeros por la pandemia que todavía preocupa. En los tiempos de las restricciones más severas, cuando los vuelos programados por las líneas aéreas escaseaban, fueron para muchos el salvoconducto para repatriarse y también para poder viajar cuando muchas rutas no se habían restablecido. Ahora siguen en franco ascenso dentro del mercado corporativo y también para vuelos de placer hacia destinos vacacionales.
“Lo que está pasando ahora es que se han generado nuevos hábitos y esto sucede en la Argentina y también lo vemos en los Estados Unidos. Mucha gente en los primeros tiempos de la pandemia voló por necesidad en vuelos ejecutivos, porque no encontraba otra opción, descubrió que estaba al alcance de sus posibilidades y continúa usándolos”, explica Miguel Livi, presidente de Royal Class, una de las empresas más importantes del país, con más de 20 años de trayectoria y 8 aviones que ofrecen servicio desde Aeroparque. “Se generaron nuevos clientes que no los conocían, no se les había ocurrido contratar estos servicios –continúa Livi– y se dieron cuenta que la aviación ejecutiva les resolvía muchos problemas.”
Livi también explica que muchos ejecutivos probaron el servicio en el ámbito laboral y luego lo trasladaron a su vida personal, para viajes familiares, por eso durante esta época registran un fuerte aumento de vuelos a Punta del Este, Bariloche y el sur de Brasil. Y también al Caribe, Estados Unidos y Europa.
Fuerte incremento interanual
Los números oficiales dan cuenta de este incremento. La aeronavegación de vuelos ejecutivos tuvo un crecimiento interanual del 56%, según un informe de EANA, que depende del ministerio de Transporte de la Nación. Pasó de 14.468 vuelos en 2020 a 22.616 en 2021. A modo de comparación, el año último se realizaron 64.719 vuelos comerciales regulares. Los vuelos privados representan el 13% del total de vuelos tanto de cabotaje como internacionales que se realizan en el país, mientras que los regulares representan el 41%. El aeropuerto de San Fernando es la principal base de operaciones, aunque también se ofrecen servicios desde Aeroparque y Ezeiza, según cada empresa.
“Nuestros pasajeros valoran principalmente la flexibilidad, la rapidez en el embarque y desembarque y que son salidas superpersonalizadas, donde se puede elegir todo”, explica Cecilia Serman, directora comercial de Flyzar, empresa de vuelos privados que opera en el país desde hace más de 30 años y cuenta con 7 aviones. Coincide que en esta época predominan los vuelos por vacaciones: “Durante el verano los principales destinos a los que operamos son Bariloche, Punta del Este y Córdoba. Este año aumentaron mucho los vuelos a Ushuaia y El Calafate, en muchos casos con extranjeros”.
Con respecto a las tarifas, Serman aclara que se cotizan a medida según la necesidad de cada pasajero: “Los valores de los vuelos en el interior y países limítrofes van desde los US$5000 a los US$20.000 dependiendo las distancias, siempre por el alquiler del avión completo”, agrega.
Serman desataca que Flyzar solo ofrece vuelos cerrados, para un mismo cliente. En Royal Class, la situación es similar: “Durante la pandemia se vendían asientos individuales, pero ahora estamos lejos de esa tendencia, los vuelos siguen siendo cerrados aunque si alguien decide abrirlo, puede hacerlo”, añade Livi.
Aunque todavía está lejos de ser un servicio masivo, busca llegar a los pasajeros de manera más eficaz. A fines del año pasado se lanzó la plataforma Crux Jets, que agrupa en una app al 90% de la oferta de vuelos privados que se ofrece en el mercado argentino, algo así como una agencia de viajes online. “Hay una demanda cada vez mayor de vuelos privados, por eso nos pareció necesario brindar este servicio, que ya existe en los Estados Unidos y en el mercado asiático; nos inspiramos en la plataforma XO y estamos por lanzar Crux Jets en México”, cuenta Juan Ignacio Graña, CEO de Crux Jets.
“En nuestra plataforma trabajamos con 12 operadores locales, con propuestas para compartir vuelos, que los hace mucho más accesibles, con la ventaja de reducir mucho los tiempos”, agrega.