Valle de la luna, viaje al principio del tiempo
Sorprendentes formaciones geológicas y riqueza paleontológica, en el Parque Provincial Ischigualasto, un desierto único
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Quizá como ningún otro lugar en el mundo, el Parque Provincial Ischigualasto, llamado Valle de la Luna, encarna lo que uno imagina que debe ser el paisaje en cualquier otro planeta.
Esta planicie, de unos 250 kilómetros cuadrados, que alguna vez fue una llanura cubierta de pantanos, con vegetación exuberante y clima tropical, donde se desarrollaron las primeras especies de dinosaurios, es hoy un sitio inhóspito, en el que el sol, la falta de agua y los fuertes vientos hacen que apenas subsistan algunas especies vegetales y otras tantas animales, y donde las formas geológicas de extraña belleza aparecen aquí y allá, en medio de un paisaje casi desértico.
Pero no sólo eso, sino que este valle, 330 kilómetros al norte de la ciudad de San Juan, es uno de los yacimientos paleontológicos y geológicos más importante del planeta. De ahí que por su riqueza cultural y su extraña belleza sea uno de los desiertos más visitados de la Argentina.
El recorrido por este parque ocupa unas tres horas y cubre un trayecto de 42 kilómetros. En ese lapso se va atravesando distintas geografías, que albergan centenares de formas y colores que se intercalan en una sucesión que impacta, y que permiten ir contando, en una increíble continuidad lateral, cómo fue cambiando y evolucionando la Tierra durante el triásico, se supone que fue entonces cuando se produjo la separación de los continentes.
Así, se va de las arenas pardas y negras de la zona de Los Rastros hasta las ocres arcillas de la Cancha de Bochas o La Esfinge, pasando por esa fascinante gama de colores del Valle Pintado y El Gusano, hasta llegar, finalmente, y luego de dar casi la vuelta completa, al sector conocido como Los Colorados.
Recorridos nocturnos y vistas de altura
Las visitas al Parque Provincial Ischigualasto se realizan por lo general en automóvil, aunque también se pueden hacer en bicicleta, micros o combis. En todos los casos, los turistas irán acompañados por uno de los guías locales. El costo de la entrada es de $ 35, aunque los ciudadanos argentinos, excepto los sanjuaninos, pagan una tarifa de $ 20, mientras que el ascenso al cerro Morado, en la zona del valle Pintado, que ofrece unas vistas increíbles, cuesta $ 15. También existe la posibilidad de realizar excursiones nocturnas cuando hay luna llena, que se abonan entre $ 15 y $ 25. Para más informes, se puede consultar la página de Internet www.ischigualasto.org