La reciente inauguración de una ruta aérea directa entre Buenos Aires y la ciudad chilena de Concepción, aumenta las posibilidades de planear un fin de semana o unas cortas vacaciones; paseos diurnos en los que prima la naturaleza, salidas gastronómicas y compras, sus mejores opciones
- 13 minutos de lectura'
CONCEPCIÓN, Chile. -”Y no hay belleza como esta belleza de América extendida en sus infiernos, en sus cerros de piedra y poderío y en sus ríos atávicos y eternos”. La frase es de Pablo Neruda y está extraída de su poema “Américas”. Con esas palabras se corona esa “pared florecida” –tal como Neruda la describió al conocerla- que es el imponente mural Presencia de América Latina. La obra es del artista mexicano Jorge González Camarena y es el gran orgullo de la Pinacoteca de la Casa del Arte de la Universidad de Concepción.
Es sábado de mañana y llueve con desgano en la ciudad que nombra tanto a la capital como a la provincia, Concepción y que es también la localidad más importante de la región del BioBío. Es una de las regiones más industrializadas de Chile y el tercer emplazamiento más poblado del país vecino, luego de Santiago y Valparaíso. La gente está movilizada y no es para menos: entre hoy y mañana se realiza la novena edición del Festival REC, un encuentro musical gratuito que reune bandas y solistas de ambos lados de la Cordillera de los Andes y que no hace más que demostrar que esta es la cuna del rock chileno. De aquí han salido Los Tres, Los Bunkers, que tienen a su cargo el cierre del primer día del festival y Santos Dumont, por mencionar a tres de sus referentes.
Una nueva ruta aérea puede presentar una oportunidad para el turismo y eso entiende la gente de la región. Invitados por JetSmart, que acaba de inaugurar un vuelo directo entre Ezeiza y Concepción y el Protur (Asociación Gremial de Turismo y Cultura) llegamos hasta allí para disfrutar de sus paisajes, de sus comidas, de sus paseos y del relax que ofrecen sitios como el Haras Santa Amelia, el Salto del Laja o el spa Camino del Agua.
“Aquí vienen pocos argentinos”, nos dirá Hernán Hernández en la localidad de Los Ángeles. Él, en cambio, suele visitar con asiduidad la vecina provincia de Neuquén. Los Ángeles es una de las 33 comunas comprendidas en las tres provincias de la región: Arauco, BioBío y Concepción. En ella saborearemos su plato típico, la pollona y en ella conoceremos sus paisajes y la calidez de su gente.
Haras Santa Amelia
Entre Concepción y Los Ángeles, en un camino (el Km 23 de la Ruta 180) caracterizado por sus paisajes verdes se distinguen estas praderas que durante casi un siglo criaron a los grandes campeones de la hípica chilena. Su centro ecuestre, su viña, sus parques poblados por árboles centenarios, sus lagunas en cascada y su casco histórico invitan a la caminata lenta, cansina, que puede rematarse con un viaje en sulky y, desde ya, con un rico plato en su trattoria.
Si bien la comida italiana es su especialidad, con pizzas, pastas rellenas y risottos como vedettes del menú, los pescados y los mariscos de la región encuentran su sitial protagónico en una carta que se completa con variedad de vinos y cocteles clásicos. El tiradito Santa Amelia (cortes de salmón con emulsión de maracuyá, salsa picante y quinoa crocante) y el ceviche mixto (pulpo, camarón y cortes de salmón con cebolla morada, pimentón, ciboulette y leche de tigre) son dos de las propuestas que aconseja nuestro anfitrión, Jorge Venturelli. Es él quien nos cuenta la rica historia del Haras fundado por la familia Allende hace 97 años y hoy uno de los sitios predilectos de las parejas para celebrar sus casamientos.
Actualmente, además de los “matris”, como comenta Venturelli, el lugar es muy requerido para la realización de diversos eventos empresarios. En plena expansión, el haras se encuentra modificando sus establos históricos y otras instalaciones para que devengan lugares de hospedaje para los visitantes y hacer de este sitio de ensueño un espacio de disfrute de 24 horas.
De mi Tierra
En el centro de Los Ángeles se encuentra un proyecto gastronómico entrañable, peculiar e inclusivo desde la vereda hasta cada centímetro de su interior. Atendido por las hermanas Marianela y Liliana, tiene su origen en una historia familiar de décadas. Ellas se quedaron huérfanas de padre de niñas y eso hizo que su madre debiera trabajar todo el día, todos los días, para alimentarlas a ellas y a una tercera hija. “Teníamos 12, 9 y 6 años y nos quedábamos solas todo el día. Pensábamos qué hacer para tener plata. Soñábamos con tener algo”, cuentan las hermanas sentadas a una mesa regada por limonadas con jengibre y mojitos cuyén (maki, arándanos, albahaca y vodka negro). “De grande nos fuimos a Santiago a estudiar y cuando terminamos, juntamos ahorros y nos vinimos a Los Ángeles a establecernos. Nosotras somos de Santa Bárbara, que queda a 42 kilómetros de aquí”.
Tanto Marianela como Liliana trabajaron de meseras en la capital del país mientras realizaban sus estudios universitarios. Allí se dieron cuenta de dos aspectos: uno, que a los bares y a los restaurantes “la gente va para ser feliz, para tener lindas experiencias”. Y otro esencial: “un ambiente negativo de trabajo afecta toda tu vida y la de tu familia”. De su experiencia en Santiago y de lo que deseaban replicar y evitar en el pago chico, las hermanas idearon De mi Tierra, una pizzería que ofrece alternativas poco comunes para un local de provincia: una mesa en donde las madres lactantes puedan amamantar a sus hijos sin necesidad de consumir (son invitadas con un té por las dueñas), una hora silenciosa para respetar a aquellas personas con problemas auditivos, baños que no tienen las etiquetas de hombre o mujer y una carta con los productos regionales como emblema y los pequeños productores de la región como únicos proveedores.
De mi Tierra tiene cuatro locales en la zona y 74 de sus 95 empleados son mujeres. “Las chicas se forman aquí, aprenden el oficio con nosotras”, cuenta Liliana, en medio de una sobremesa distendida, amenizada por otra de las propuestas del lugar: las cartas de conversación. Se trata de un mazo de naipes bastante particular: cada carta contiene una pregunta, una idea, un tema a desarrollar por quien la recibe. “Con quién te gustaría tener una última conversación” y “A quiénes te gustaría ver felices” son dos de las consignas que se dan vuelta sobre la mesa y que promueven la charla.
Hotel Salto del Laja
Una experiencia cinco estrellas en medio de un paisaje natural único. Sus habitaciones (coquetas cabañas equipadas con todo el confort necesario para una estadía de varios días) tienen vista al salto de agua más imponente del sur de Chile. Quedarse observándolo desde el deck externo o dejarse arropar por las noches por el sonido del agua impactando contra las rocas resulta tan relajante como reparador.
El hotel y sus comodidades están emplazados en una especie de isla rodeada por las cuatro cascadas del lugar. Campo de golf, zona de pícnic, una granja con patos y gallinas, avistaje de ciervos y alpacas y un sendero que puede realizarse con o sin guía turístico y que permite adentrarse en su vegetación autóctona y exótica son algunas de sus alternativas. Cabalgatas, paseos en carruajes y el infaltable pisco sour al atardecer o una cerveza artesanal de la zona integran también la variedad de propuestas del lugar, que ofrece desayunos, almuerzos y cenas en su restaurante. El complejo está ubicado en Los Ángeles, en la Ex Ruta 5 Sur, en el kilómetro 485.
Spa Camino del Agua
Luego de las caminatas, los viajes por las rutas de Los Ángeles y Concepción y las charlas relajadas con su gente, nada como detener el tiempo unas horas y adentrarse en Camino del Agua (Camino Nonguén 2151, Concepción; @caminodel agua en Instagram), un spa que ofrece distintas alternativas para el relax en solitario, en pareja o con amigos.
Sus diversos planes ofrecen masajes (facial o exfoliación), tinas con vista al bosque, hidroterapia en una piscina de agua caliente y otra de agua fría y tablas, entradas y platos preparados en su restaurante, Maqui, donde las propuestas regionales tienen un toque gourmet. El chupe de jaiba es una de sus especialidades, así como las carnes asadas y las tartaletas. “Todo se elabora acá. Trabajamos con una minuta fresca y variada y hay menú para veganos y para celíacos”, cuentan quienes allí reciben a diario a los visitantes. Algunos de sus planes también incluyen una noche de hotel en el centro de la ciudad, en el Mercure Concepción.
Parque Museo Pedro del Río Zañartu
Tanto el museo con los objetos que Pedro del Río Zañartu trajo de sus viajes por el mundo como su extenso parque, desde cuyo Cerro Pompón se obtiene una de las vistas más hermosas de la zona, son visitas ineludibles para los viajeros ocasionales, los turistas y, claro está, para los penquistas, los nativos de Concepción (la ciudad originalmente estaba emplazada en la comuna de Penco, de allí deriva el gentilicio penquista).
Cuenta la historia que tras la tragedia que vivió Don Pedro, en la que perdieron la vida su primera esposa y sus dos hijos, su alma en pena decidió salir a alta mar y entregarse a la aventura. De cada uno de sus viajes, en los que recorrió cuatro continentes, regresó con objetos comprados e intercambiados que hoy se exhiben en la que fuera su casa, de 117 años de antigüedad y ubicada en medio del parque. Sin lugar a dudas la vedette de la exhibición permanente es la momia que engalana uno de los salones y que es visitada con frecuencia por los chicos de las escuelas de Concepción, Talcahuano y alrededores.
El parque tiene infinidad de alternativas, como largas caminatas, picnics y mateadas (sí, la gente de la zona también toma mate) bajo sus árboles y senderos que conducen a la mejor de las vistas: la desembocadura del Río Biobío en las aguas del Pacífico. La caminata en dirección a la playa Rocoto, en la que nos aguardan unas rocas gigantes que miran al mar desde la costa es una de las predilectas de los paseantes. “El majestuoso Río Biobío, uno de los más caudalosos y extensos de Chile, nace en las alturas de la Cordillera de los Andes. A lo largo de su viaje, de 380 kilómetros, riega y fertiliza diversos ecosistemas, desde bosques nativos hasta humedales costeros, conectando pueblos y ciudades”, indica uno de los folletos del Parque.
La gama de aves es amplia. En el parque se pueden divisar carpinteros, tucúqueres, chunchos, garzas, zarapitos, rayaditos, jilgueros y chercanes, entre muchos otros.
El parque está abierto todos los días de 9.30 a 19.30 y el museo de martes a domingos de 9.30 a 13 y de 14 a 18. Está unicado en Fundo Hualpé s/n Camino a la Desembocadura Hualpén, Concepción (@ParqueMuseoPRZ en Instagram).
Concepción histórico
Una caminata por el centro y por su casco histórico se impone luego de habernos familiarizado con las bellezas naturales de la región. La Universidad de Concepción es uno de los paseos predilectos y uno de los mayores orgullos de los penquistas. Desde el arco de entrada, con el escudo central que, según la leyenda, los estudiantes no pisan durante toda la cursada sino que recién lo hacen cuando egresan, hasta cada uno de sus pabellones, parques, escalinatas, laguna de patos y cisnes y murales, ofrece al visitante un recorrido extenso para el que vale la pena reservarse un par de horas y recurrir a un guía turístico para completar la caminata con valiosa información histórica.
Lo mismo sucede con la Pinacoteca o Casa de Arte que mencionamos al comienzo. Es la sede de la escuela de artes plásticas de la Universidad de Concepción y fue un obsequio del gobierno mexicano tras el terremoto de 1960 que afectó al sur de Chile. Su fachada evoca una pirámide azteca trunca y el mural del interior es un homenaje a los lazos entre las tres culturas: la del conquistador y la de los pueblos originarios mexicanos y chilenos.
Perderse por las calles de la ciudad hasta encontrarse en la histórica Plaza de la Independencia es una de las alternativas que recomendamos. La plaza es de enorme importancia no sólo para los penquistas sino para todos los chilenos. Allí Bernardo O’Higgins realizó la declaración de la independencia en 1818. La plaza data originalmente del año 1752, cuando un importante terremoto y maremoto destruyó el asentamiento de Penco y obligó a trasladar la ciudad a su sitio actual.
En la plaza hay un estanque de agua, un monumento al líder mapuche Lautaro y otro al conquistador Pedro de Valdivia, quien realizó la primera fundación de Concepción, el 5 de octubre de 1550. Sin embargo, en la actualidad la figura de Valdivia brilla por su ausencia. En medio del estallido social acontecido en todo Chile entre octubre de 2019 y marzo de 2020, la estatua fue vandalizada y quitada del lugar.
Ya sea al mediodía o a la noche, cuando el apetito y el cansancio empiecen a ganar la pulseada, el restaurante Santo Aire es una excelente opción gastronómica en el centro de la ciudad, en Lincoyán 142. Su chef peruano, Ricardo Guayan es el autor de una carta que fusiona los platos de su país y de Chile con la comida japonesa. Así, en el menú encontramos variedad de ceviches y tiraditos, carpaccio de filete de res y tataki de atún con taboulé de quinua. Tapas, arroces, pastas, sopas y sudados, carnes a la parrilla, hamburguesas, opciones veggies y variedad de pizzas completan la amplia gama de posibilidades. Pero la estrella del lugar es su cava de vinos, “la más importante de la región”, como cuentan con orgullo sus dueños y la variedad de etiquetas de whisky importados.
En nuestra estadía en Concepción y Los Ángeles hemos comprobado que la gastronomía es uno de los puntos más fuertes de la zona, con sus pescados, mariscos y frutos de mar combinados tanto con la comida clásica y regional como con las fusiones de moda. La marisquería Terralomas (Ramón Carrasco 355) y los restaurantes de carnes Hacienda Patagonia (Av. Ernesto Pinto Lagarrigue 2605, San Pedro de la Paz) y de autor Zafrán (que ofrece “un giro conceptual al sabor regional”), ubicado en el hotel Wyndham Pettra (Autop. Concepción-Talcahuano 8676, 4360000 Hualpén) son algunas de las sofisticadas opciones que pueden encontrarse de paseo por la región.
Para cerrar el viaje, nada como pasar unas horas por el Mall Plaza El Trébol. Eso sí: conviene trazar un plan antes de recorrer sus galerías y secciones. En la actualidad la diferencia de precios con relación a nuestro país es una invitación a “internarse” en sus locales, algunos de ellos de marcas que no están en el país. La relación es prácticamente 3 a 1 y lo hemos comprobado adquiriendo un jean, zapatillas y remeras.
Un vuelo directo Buenos Aires-Concepción no acorta la distancia sino que acrecienta la posibilidad turística. Está dicho, la gente de Concepción y Los Ángeles nos espera. Será cuestión de encontrar un espacio en nuestras agendas y empezar a imaginarnos en el lugar.