La belleza suele ser difícil de definir, pero hay experiencias sensoriales que la convocan. El archipiélago Turks & Caicos, conformado por islas británicas del Caribe , es un paraíso insular poco visitado por el turismo latinoamericano. Hay playas de arena blanquísima, aguas turquesas provocadoras y, sobre todo, serenidad. Este es uno de los mayores capitales de estas islas: su entorno natural, alejado de la explotación masiva, con hoteles de lujo ubicados de manera dispersa y las playas de acceso público y gratuito.
Providenciales es una de las 40 islas que pertenecen a Turks & Caicos, y es deslumbrante desde la llegada: por la ventanilla del avión -como preludio a la belleza- impactan los infinitos tonos azules del mar, y a menor tiempo de aterrizaje y mayor cercanía, más nítida es la postal de lo que espera en la tierra: el paraíso. El aeropuerto de Providenciales es pequeño y cercano, a tan solo 20 minutos de Grace Bay, que fue elegida como la mejor playa del mundo según TripAdvisor. Esta playa se encuentra en el noreste de Providenciales.
Arena blanca y fina, agua tibia en varios tonos de azules, palmeras e intimidad. El destino se caracteriza por ser especialmente sofisiticado e íntimo, y en Provo -la forma local de nombrar a Providenciales- dicen que esta playa es uno de los secretos mejor guardados del Caribe. Por eso en los alrededores de esta playa se encuentran las mansiones que alquilan o poseen celebrities de todo el mundo para "escapadas express" al paraíso.
Siempre en el agua
Pero aunque este sea el destino elegido por Kendall Jenner, Madonna o hasta Lionel Messi, en Providenciales el gran protagonista es el mar: los tonos del agua viran del celeste al turquesa y su temperatura suele ser de 28 grados. Por eso en la isla se promueven especialmente los deportes acuáticos y subacuáticos, y la mayoría de las actividades para hacer en Turks & Caicos son aguas adentro.
En Grace Bay hay una barrera de coral de 22 kilómetros que protege a las islas. Este el punto ideal para practicar snorkel, porque se concentran cardúmenes de infinitos colores vibrantes que dan un espectáculo visual para quien quiera sumergirse y abstraerse de la escena playera por un tiempo. Se pueden ver tortugas de mar, tiburones pequeños, y hasta peces globo (cuidado con estos).
Si bien la playa captura las ganas y el tiempo de quienes visitan este destino, en Providenciales hay otras propuestas valiosas. The Caicos Conch Farm es la única una granja de cría de caracoles en el mundo que llega a tener hasta un millón y medio de ejemplares, donde se puede ver el desarrollo desde su nacimiento hasta que, al cabo de 5 años, llegan a ser adultos. También se puede ir a visitar la mina The Hole, un hoyo natural de 25 metros de profundidad de piedra caliza con agua salada que surge del fondo.
Las islas, ubicadas al sur de las Bahamas, son territorio británico en ultramar desde 1962, y, si bien técnicamente no están bañadas por el mar Caribe sino por el Atlántico, se las considera dentro de la región. Para llegar desde Buenos Aires los tramos disponibles son dos: vía Miami o vía Atlanta.
Dónde hospedarse:
Turkoise es un resort de Club Med solo para adultos ubicado sobre Grace Bay, y es mucho más que un hospedaje: la experiencia es envolvente, porque casi todo lo que la isla ofrece se vuelve más accesible en este lugar. Los bungalows de colores -que miran hacia el mar- son cómodos, frescos y completos para descansar después de un día de playa y actividades.
En Turkoise, los deportes acuáticos y subacuáticos están al alcance del deseo: basta con tener ganas de ir al mar para acercarse a los distintos puntos que hay en el "village" y elegir desde un viaje en barco a vela, una salida en kayak, una tabla de stand up paddle, una salida de snorkel o incluso clases de scuba para aprender a bucear con tanque de oxígeno en profundidad.
Para quienes prefieren actividades terrestres también hay canchas y clases de tenis, yoga, golf, un gimnasio y hasta una escuela de trapecios. No hace falta tener experiencia en ninguno de estos deportes, el personal del hotel está a disposición en todo momento y con la mejor voluntad para que, quienes tengan ganas, puedan incursionar en cualquiera de ellos.
Como en todos los Club Med, este resort incluye todas las comidas y las actividades. Además del restaurant principal, con propuestas diversas y deliciosas para desayunar, almorzar y cenar, también se está la opción de "Sharkies", el bar más informal del resort, donde se puede ir a cada momento del día para una comida más rápida, casi sobre la playa.
En Turkoise también hay planes nocturnos: cada noche ofrece un show distinto y una fiesta temática posterior. La propuesta de quienes reciben a los huéspedes en Turkoise es realizar deportes durante el día, tomar una sesión de masajes a la tarde, ver cómo cae el sol desde la pileta espejada del hotel con un cocktail y bailar durante toda la noche.