Barbados, otro rostro del Caribe
Las islas tienen ese no sé qué. Contar con el dato de sus medidas las vuelve asibles y saber que tras todos sus límites está el agua da la sensación de tener el horizonte más a mano. Un sex appeal intrínseco. Un plus que ofrecen como destino aislado: apartado y concluyente en sí mismo.
Si además la isla en cuestión está bañada por el mar de las Antillas, tiene aguas cálidas, arenas claras, palmeras y cumple con todos los requisitos de la postal caribeña, cartón lleno. Pero -todavía- puede haber más motivos para visitarla: Barbados está fuera de la zona de huracanes, tiene secreto bancario y alberga menos de 300.000 habitantes.
Conocida como little England (pequeña Inglaterra), fue colonizada por el Imperio Británico desde 1627 hasta que declaró -pacíficamente- su independencia, el último día de noviembre de 1966. Pero ¿qué sigue uniendo a la más oriental de las islas del Caribe con la madre de todas las islas de la que la separan casi 7000km de distancia? Mucho.
Sin ir más lejos, el sistema judicial y el educativo (público y gratuito hasta terminar el secundario) siguen el modelo británico. Además, la mayoría de los locales son anglicanos, se maneja del lado izquierdo y el deporte nacional es el críquet (le siguen en importancia el polo y el golf).
Pero hay más. Según la tradición, es el lugar elegido por la realeza británica para sus vacaciones y los nombres oficiales de las calles, los parques y las iglesias tienen reminiscencias inglesas. Si bien el acento es local se deja oír, a lo lejos, algo del tono del "inglés de la reina". Y en el corazón de la bandera barbadense -un shocking azul y amarillo que remite al cielo, el sol y el mar- hay un tridente cercenado que recuerda la etapa de colonización bajo el mando del archipiélago considerado el rey de los mares.
En Barbados, el gentilicio local es bajan (se pronuncia bashan) y más del 90% de la población es descendiente de esclavos africanos que llegaron para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar, el principal sostén económico de esta nación caribeña hasta fines de los años 60. Hoy, la isla se solventa gracias al turismo y tiene algo de producción petrolera y gasífera además de reservas de oro. Por lo demás, todo es importado. Menos el ron.
La bebida alcohólica elaborada a partir de la caña de azúcar, destilada a altas temperaturas y que muchas veces es sometida a procesos de añejamiento, consta en actas -por primera vez en la historia- en documentos barbadenses que datan de 1650. Así que la isla se arroga, con derechos, ser la acreedora del ron más antiguo del mundo.
La reproducción de ese documento, junto con otros objetos históricos y láminas que explican el proceso de producción de la bebida que, según la sabiduría popular, fue descubierta por los esclavos de las plantaciones de azúcar quienes percibieron que al fermentar la refinación se transformaba en alcohol, pueden verse en el centro de visitas que Mt. Gay, la marca local de ron más tradicional, tiene cerca de Bridgetown, el centro político-administrativo de la isla.
Ron con notas jacobinas
Construida por Benjamin Berringer en 1658, St. Nicholas Abbey es una de las tres mansiones de estilo jacobino que quedan en el hemisferio occidental y uno de los sitios históricos emblemáticos de Barbados. En ella funciona la destilería de ron homónima que, como todo es marketing, también abre sus puertas a visitas. Con 350 años de historia, la propiedad tuvo varios dueños y hoy pertenece a la familia Warren que realizó una restauración meticulosa de la casona y mantuvo la plantación de azúcar en operación.
Al llegar, un portón antecede un jardín con flores de colores intensos, verdes pujantes y un aroma que emana fertilidad. Vida que brota por todos lados y escondida entre los varios tonos de verdes una fachada de piedra, detrás de la cual se impone la casa principal, que se mantiene como detenida en el tiempo.
Al ingresar, un viaje en el tiempo que brinda pistas de cómo podría haber sido la vida en esta isla del Caribe en los siglos que nos precedieron. Abanicos, adornos hechos con caracoles, techos altos, ventanas por todos lados y una acumulación azarosa de objetos decorativos llegados desde distintos puertos. Avanzando en el recorrido, un refrescante ron punch (el trago del que no se salva ningún turista que pise la isla y mezcla ron con hielo, granadina y jugo de naranja o maracuyá) y la tan esperada degustación de rones. Allí, tienda de regalos y un elegante café con vista a la inmensidad verde.
Entonces, quedarán por delante la visita a la destilería propiamente dicha (mucho de cuyo equipamiento es histórico), caminata y fotos por los jardines y la chance de subirse a un pintoresco trencito que recorre la zona en plan de avistaje y viento en la cara. Por ahora, impulsado por Badger -una locomotora diésel- pero que pronto será reemplazada por una a vapor oriunda de Alemania que data de 1914 y están terminando de restaurar.
Más allá de la playa
Como Barbados es una isla de formación coralina (no de origen volcánico como el resto de las del Caribe), han sido descubiertas en su parte más alta cuevas de piedra caliza cristalizada surcadas por arroyos, pozos de aguas y semicascadas que dan cuenta de su estadío evolutivo anterior.
Conocidas como Harrison´s Cave (en honor a su descubridor), para recorrerlas hay un circuito súper preparado que incluye vehículo, cascos y guías encantandores -que hablan inglés-. En actividad ya que transportan agua, están muy vivas y sus estalagmitas aún crecen y aunque sea menos del grosor de un papel por año es considerado rápido en términos geológicos. En el interior, la temperatura es agradable y se siente la humedad por lo que no es recomendable para quienes padezcan o crean padecer claustrofobia.
El que siempre soñó con viajar en un submarino, no descarte Barbados para iniciarse. La opción es el Atlantis. Pintoresco y de look "amigable" -lejos del verde militar y el agobio de la guerra fría- el bastiscafo bajan puede albergar hasta 48 pasajeros, cada uno de los cuales cuenta con su propia ventana redonda desde la cual ver el fondo del mar: cardúmenes, arrecifes de corales y alguna que otra embarcación hundida en este siglo o los pasados. Con aire acondicionado y la posibilidad de llegar hasta los 46 metros de profundidad, es un paseo ideal para familias, ensambladas o de las otras.
Vida sana
Si bien el oficial, fiel a la tradición británica, es el cricket, en Barbados se practican una infinidad de deportes: cuenta con siete campos de golf, dos de nueve hoyos y cinco de 18, además de un hipódromo en el que se entrenan caballos para polo, una actividad que cuenta con tres clubes: Barbados Polo Club, Apes Hill y Lion Castle.
También es muy común ver en las plazas gente jugando road tennis, un híbrido entre ping pong y tennis, con la cancha dibujada en el piso y en el que se usa una raqueta de madera para jugar casi al ras del suelo.
Con más de 60 playas, los deportes acuáticos también están a la orden del día: snorkel, buceo, kayak, paddle surf, nado con tortugas (los animales nacionales por excelencia) y uno que se practica profesionalmente en las playas del este que miran al Atlántico: el surf. Por lo tanto, Barbados propone descanso y también actividad.
Lealtad a la Reina
Desde junio del año pasado, la isla tiene -por primera vez en su historia- a una mujer como Primera Ministra, la abogada Mia Mottley, representante del Partido Laborista (PLB) con una orientación de centro-izquierda. De 52 años, Mottley es parte de una familia de políticos y ya ofició como senadora y ministra de Educación, Juventud y Cultura, entre otros cargos.
Barbados es una democracia parlamentaria, que sigue el modelo del Reino Unido. Forma parte de la British Commonwealth of Nations (Comunidad Británica de Naciones), la evolución que adoptó el Imperio británico ante las presiones descolonizadoras y que hoy funciona como una asociación de Estados que mantienen lazos de cooperación e incluye a Canadá, Australia y la India.
Por eso, el gobernador general de la isla representa a la monarquía y a su Reina Isabel II. Además, está el consejo de ministros (gabinete), encabezado por Mottley, que ejerce el control del gobierno junto al Parlamento bicameral, conformado por la Asamblea y el Senado.
Más información
-US$1 equivale a 2 barbadenses, pero es común que también acepten dólares norteamericanos
-Está prohibido usar ropa de camuflaje en toda la isla. Durante la Guerra Fría, Barbados colaboró con Estados Unidos en acciones militares contra Cuba y desde entonces, para no confundir a ciudadanos con militares, la ropa que se parece al uniforme de la milicia quedó vedada para los civiles
-No requiere visado, ni vacuna contra la fiebre amarilla
-Está en una zona libre de huracanes
-Tiene secreto bancario y las compras son libres de impuestos
-La red de transporte público recorre toda la isla con buena frecuencia y cuesta BDS$2
-Su página oficial de turismo es: www.visitbarbados.org
Datos útiles
Cómo llegar: viajan Copa Airlines vía Panamá, y American Airlines vía Miami (requiere visa norteamericana). Desde USD$1100.-
Dónde dormir
Sugar Bay: un all inclusive sobre la playa. Tiene spa y ofrece paquetes para celebrar bodas. sugarbaybarbados.com
Infinity on the beach: está en el centro de St. Lawrence Gap, en Dover Beach. Desde US$135 la noche. infinityonthebeach.com
Hilton Barbados: uno de los pioneros, tiene piscina, gimnasio y cancha de tenis, todas sus habitaciones miran al mar. Desde US$159 la doble. hiltonhotels.com/es_XM/barbados
Dónde comer
Tim´s Restaurant: en el centro de Bridgetown se presenta a la calle como una puerta y una escalera. Con decoración de los años 60 y ambiente local. No hay mozos. Almorzar cuesta alrededor de $BBD20 por persona.
Cocktail Kitchen: en la zona nocturna conocida como The Gap, tiene ambiente juvenil, comida con toques autorales y ofrece una generosa carta de tragos. Desde $BBD70 por persona. www.ckbarbados.com
Harbour Lights: cena-show al aire libre. Distendido, amigable, con batucada y pista de baile. Menú fijo y barra libre. Dura 3 horas. Desde US$90. Se reserva en www.harbourlightsbarbados.rezdy.com
Cin Cin by the Sea: un restaurante de categoría para una noche especial con vista al mar. Cocina cosmopolita enfocada en productos marítimos y coctelería para amenizar. La cena cuesta alrededor de US$50 por persona. www.cincinbythesea.com
Chefette: es la casa de comidas rápida local. Además de hamburguesas ofrece pizzas, pinchos de pollo, tacos y helados con toppings. Su estética es algo ochentosa y sus colores insignia, el amarillo y el violeta. Atención a su estilo porque logró vencer a Mc Donalds, que debió retirarse de la isla por la poca convocatoria que logró. www.chefette.com
Qué hacer
Harrison´s Cave: El tour tradicional de una hora cuesta BDS$60 para adultos y BDS$30 para menores. También se puede contratar uno de aventura que propone caminata en las profundidades y otro que incluye paseo por los alrededores de la cueva para adentrarse en su flora y fauna típicas. Más información en www.harrisonscave.com
Atlantis´submarine: Dos horas a bordo cuestan US$109 para adultos y US$57 para menores que midan más de 0,9 metros. También hay tours nocturnos y otras opciones más sofisticadas. Hay descuentos para grupos familiares y se puede reservar online en www.barbados.atlantissubmarines.com
St. Nicholas Abbey: La entrada cuesta BDS$30 y para menores de 13, BDS$20. Incluye guiada por la casa (mantenida como a principios del siglo XIX), la fábrica y la planta embotelladora. Además, degustación de cortesía y la posibilidad de visitar los jardines y el Terrace Café. Durante el verano (de junio a octubre) sirven cenas, con cita previa. Los tours son de 10 a 15.30. www.stnicholasabbey.com
St. Nicholas Abbey Heritage Railway: Un viaje en tren a través de plantaciones y bosques de caoba que culminan con la vista de las tierras altas de la costa este de la isla. Desde el 21 de enero. Para adultos, BDS$60 y para niños de hasta 11 años BDS$30. Los tickets se pueden reservar en www.snahr.com
Mt. Gay Visitor Center: Museo, barra de degustación y tienda. Se ofrecen varios tipos de tours, todos incluyen guiada por el museo y degustación a lo que puede sumarse cena o almuerzo. Desde US$20. www.mountgayrum.com
Rihanna Drive: su heroína nacional es la multifacética cantante Rihanna, descubierta por un caza talentos norteamericano. Su figura es tan recurrente en la cultura barbadense que la casa en la que se crio (una típica chattel house de madera pintada, con porche delantero y techo a dos aguas) se ha vuelto paseo para fanáticos y también curiosos.