Traslasierra: un verano con espíritu cordobés
VILLA DE LAS ROSAS.– Cada localidad del valle de Traslasierra, en el oeste cordobés, tiene sus atractivos. Villa Dolores, Mina Clavero, Villa Cura Brochero y Nono se destacan por sus propuestas para la familia. Otros pueblos, más pequeños y cercanos al límite de Córdoba con San Luis, como Villa de las Rosas, San Javier, Yacanto, La Población, Luyaba, La Paz, Los Manantiales y La Ramada, son buenos destinos para quienes buscan, además de la tranquilidad de las sierras, alimentación orgánica, meditación, yoga y variedad de masajes.
El gran atractivo de Mina Clavero son sus ríos: 14 kilómetros de playa de arena y piedra, pequeñas cascadas y refugios de aguas calmas. El Panaholma y el Mina Clavero dan origen a numerosos balnearios naturales; más abajo –en el límite con Villa Cura Brochero– , los dos se unen y nace Los Sauces, con todo su curso rodeado de arenas finas.
Los más aventureros tienen su lugar en El Nido de Águila, una pileta natural muy profunda, ideal para clavadistas. El balneario La Toma, de aguas bien frías (apenas cinco kilómetros del centro de Mina Clavero), es reconocido por sus toboganes naturales formados por las piedras. Para familias con niños, la mejor opción es Río Hondo, donde se combinan playas amplias con un área de servicio y un paseo de artesanos.
A ocho kilómetros de Mina Clavero está Nono, donde las playas siguen pero rodeando al río Chico; las zonas más concurridas son Paso de las Tropas (cercano a la plaza del pueblo; se llega después de cinco kilómetros de camino de tierra) y Los Remansos (a dos kilómetros del centro). El dique La Viña –a 25 kilómetros de la localidad– convoca tanto a pescadores como a quienes quieren hacer deportes acuáticos o alquilar embarcaciones. En los alrededores se puede comer pejerrey recién pescado y también los tradicionales chivitos de Traslasierra.
La plaza de Nono, rodeada de construcciones antiguas con muros de adobe, es el punto de reunión en las tardes. Se arma la feria de artesanías y en los bares hay música en vivo y actividad hasta entrada la madrugada. El museo Rocsen es otro lugar obligado en la zona, con 20.000 piezas traídas de todo del mundo y de los más diversos usos, desde aves embalsamadas hasta autos antiguos.
PARA CAMINANTES
En los últimos kilómetros de Córdoba hacia Merlo (San Luis) se pueden recorrer Villa de las Rosas, San Javier, Yacanto, La Población, Luyaba, La Paz, Los Manantiales y La Ramada, poblaciones pequeñas con el imponente Champaquí (el cerro más alto de Córdoba, con 2884 metros) de fondo, arroyos que las recorren y montes serranos que llenan el aire de perfume a hierbas. El silencio es parte del paisaje, solo interrumpido por el canto de los pájaros y el viento que mece los arbustos.
Las Rosas es la capital argentina del senderismo. Ofrece una multiplicidad de opciones tanto para caminar como cabalgar o pedalear. Hay alternativas para los más entrenados y también para quienes se inician en la actividad. Los Zorzales es un sendero de 2,3 kilómetros, bordeando los arroyos Las Caleras y Los Hornillos, ideal para principiantes por su baja dificultad. La Calandria –con acceso por San Javier– lleva durante un kilómetro por el lado del arroyo Los Molles. El sendero Los Jilgueros tiene una complejidad media; 2,7 kilómetros, en parte acompañando el recorrido del agua de Las Chacras.
El Cristo Mogote es el camino que recorre el Vía Crucis de Semana Santa y se abre a una de las mejores vistas panorámicas de la región; el ascenso comienza en el balneario municipal Guasmara y termina en el Museo Comechingón.
En todos los circuitos se atraviesa la vegetación y la fauna autóctona. Si se prefiere no abandonar el auto, una alternativa es el camino asfaltado entre dos parajes, Los Molles y Las Chacras. En la mitad del recorrido vale bajarse para recorrer aunque sea una parte de El Hueco, una quebrada con un bosque de tabaquillos (especie de árbol que solo crece a partir de los 1800 metros), que en verano está florecido y en todo su esplendor.
Subir desde Traslasierra al Champaquí es una aventura solo aconsejable para los más entrenados, conocedores de la montaña y habituados al trekking; hay varios caminos desde San Javier y Las Rosas, pero con pendientes muy escarpadas y complejas.
VINO POR OTRO CAMINO
Media docena de bodegas boutique a lo largo de 25 kilómetros invitan a ser recorridas, hacer degustaciones de vinos y disfrutar de buena gastronomía. Algunas, incluso, ofrecen la posibilidad de alojamiento.
Hacer vino en la zona no es una novedad; hace décadas se producía pero con el paso del tiempo y los ciclos económicos argentinos fue abandonándose. La recuperación comenzó hace menos de una década, con protagonismo del malbec.
Nicolás Jascalevich es pionero en la zona; su bodega Noble, de San Javier, produce unas 30.000 botellas anuales de vinos biodinámicos (variedad de orgánicos que siguen el calendario solar); él y su familia se radicaron en el valle en 2001 y 2002 plantaron tres hectáreas de viñedos. En el predio funciona también una hostería.
En Las Breas, además de vinos se puede probar pasta de aceitunas y recorrer las plantaciones. La Matilde es una finca orgánica, dirigida por la sommelier francesa Florencia Lecat; son 60 hectáreas de agricultura orgánica y biodinámica y una posada. Toda su gastronomía se basa en lo que generan pero como no solo de alimentos vive el hombre, se puede practicar arquería y equitación.
Muy cerca de Villa de Las Rosas está Los Molles, donde producen vinos de tintos, rosados y blancos, nueces y frutas de estación. La bodega Aráoz de Lamadrid está en la finca El Tala, una docena de hectáreas en medio de una quebrada en San Javier, donde hay un estanque de plantas acuáticas, se hace cerámica y herrería. También fabrican chacinados.
El italiano Alfonso Tomaselli empezó a producir vinos cuando llegó de su patria, en los años 50. Décadas después su nieto, Franco, retomó la tradición y el nombre, Viarago. A los vinos orgánicos les suman hierbas aromáticas, una tradición de Traslasierra y un símbolo de las sierras cordobesas.
RESPIRAR, MEDITAR, SANAR
Desde hace unas dos décadas esta zona de Traslasierra convoca a quienes quieren dejar las grandes ciudades y buscar nuevos aires más puros y tranquilidad. Tanto en Villa de las Rosas, como San Javier o Las Rabonas la producción de alimentos y vinos es orgánica y biodinámica (el cultivo se rige por el movimiento de los astros) y hay múltiples propuestas para aquellos que buscan armonía y equilibrio interior con prácticas ayurvédicas, yoga, meditación, reiki o música de cuencos.
En esa línea, por ejemplo, se inscribe el Centro Ecológico de Terapias Naturales Las Dalias. Liliana Racauchi y José Bidart, sus dueños, lo abrieron hace poco más de 20 años y se constituyeron en referentes en el país sobre la alimentación sana y la salud holística. Fueron los pioneros; hoy en la región hay una oferta amplia.
En verano, los jueves y sábados Villa de las Rosas late más fuerte. Son los días en que en la plaza central se arma la feria que es parte central de la magia del pueblo. De 10 a 16 por allí desfilan todas las propuestas de comidas saludables, producciones orgánicas, frutas y verduras de las huertas locales. En los últimos tiempos los quesos y las cervezas artesanales vienen ganando espacio.
El lugar indicado para apreciar todo el movimiento –que incluye artesanos y música en vivo– es el bar de La Vereda Alta (en obvia referencia a su ubicación). La esquina es una suerte de atalaya del pueblo, parada obligatoria de locales y turistas.
Ludovica Squirru es habitué del lugar. Disfruta de encontrarse con amigos y comer. En 2012, vestida de hada y rodeada de amigos, entre los que estaba Charly García, declaró a Traslasierra Capital Espiritual del país; para ella, explicó, la zona es algo así como un "Tíbet serrano".
Datos útiles
Cómo llegar
El aeropuerto Ambrosio Taravella está conectado con todo el país con vuelos de Aerolíneas Argentinas, Andes, Fly Bondi y Norwegian Argentina. Desde la ciudad de Córdoba a Mina Clavero hay 155 kilómetros por rutas provinciales. Desde esa ciudad se va directo al resto de Traslasierra.
Dónde dormir
En enero, en Mina Clavero hay alojamientos en base doble con desayuno desde $2500 hasta $4000; en Nono desde $1600. En San Huberto (bicicletas, cancha de tenis, pileta), en temporada alta los apartamentos de dos dormitorios rondan los $6500 con desayuno y en las suites Calma Nono, alrededor de $7500 con desayuno. En Villa de las Rosas y localidades cercanas hay mucha oferta de cabañas (desde $1400 la doble por día). Para quienes busquen más categoría, se cuentan la Posada La Matilde y Arabela Casas de Campo (alojamientos para hasta seis personas) al pie del Champaquí.
Dónde comer
En Mina Clavero: Atahualpa ofrece cena show con platos autóctonos y Lo de Jorge, carnes asadas.
En Nono y más allá: se recomiendan Las Pircas y La Colorada (camino al dique La Vilña). Blossom Café & Resto Bar; Cosenza (frente a la plaza de Villa de las Rosas); en San Javier, El Aguaribay y la posada La Matilde tienen propuestas gourmet. Para la hora de la merienda, Como Agua para el Chocolate (Villa de las Rosas).
Qué ver
A 11 kilómetros por ruta asfaltada de Villa de las Rosas está el dique La Viña (pesca, kayak, deportes a vela). En Las Rabonas está el parque acuático Valle Encantado (ideal para chicos; privado, se paga entrada). El centro religioso del Santo Gabriel Brochero está a 196 kilómetros (ruta provincial 34).