París ofrece propuestas para todo nivel de presupuesto, incluyendo una amplia agenda low-cost -o incluso gratuita- para visitantes de bolsillos flacos golpeados por devaluaciones y crisis varias.
El costado gasolero de París no es el que viene a la mente en una primera instancia, porque la ciudad es una de las más caras del mundo. Pero existe y permite combinar comidas y alojamientos económicos junto con visitas y actividades gratuitas. Solo falta golpear a las puertas correctas y hacer un poco de planificación.
En Europa, Vilnius es actualmente la capital más barata: se estima un promedio de 170 euros para una escapada de fin de semana con habitaciones en base doble, comidas, traslados y visitas. ¿Es una misión imposible conseguir lo mismo en París? No tanto, aunque sin duda hay que bajar el nivel de pretensiones en cuanto a alojamiento y tipo de comida.
Yendo del peso al euro
Hasta los propios franceses se cuidan cuando visitan su capital. París es más cara que el resto del país, con excepción de la Costa Azul (por ejemplo Niza, Cannes, Antibes o Grasse). Al mismo tiempo, la capital francesa encabeza la lista de las ciudades más costosas del mundo.
El salto del Río a la Plata hasta el Sena implica pasar de un amoneda en caída libre a otra que es una verdadera fortaleza.
Pero por suerte, la frialdad de los números y de los precios no se transmite siempre de manera tan lineal a la realidad y es posible visitar, alojarse y recorrer París sin desangrar la billetera.
Por empezar, hay que recordar que no todos los parisinos podrían vivir como suelen hacerlo los turistas. Existe de por sí un circuito pas cher (barato) que suelen utilizar los vecinos. Eligen un supermercado con descuentos en lugar de la tienda elegante de la esquina, y aprovechan ellos también la increíble cantidad de actividades y lugares que ofrecen esparcimiento, cultura y actividades sin sacar una moneda del bolsillo.
Puertas abiertas en los museos
Es muy difícil coincidir con los grandes eventos, durante los cuales los grandes museos parisinos abren sus puertas sin cobrar entrada: las Jornadas del Patrimonio en septiembre, la Noche Blanca en octubre o la Noche de los Museos en mayo. Sin embargo, son los únicos momentos del año para entrar gratuitamente y darse el gusto de conocer la Mona Lisa, la Revolución Guiando el Pueblo (en el Louvre), el Desayuno sobre la Hierba, la Noche Estrellada sobre el Ródano (en el d’Orsay) o la Dama y el Unicornio (en el Cluny). Los museos nacionales franceses abren sin cobrar entrada el primer domingo de cada mes: entre ellos precisamente el Museo d’Orsay, donde se exhibe la más deslumbrante colección impresionista del mundo, el Museo Jacques Chirac (hasta hace unas semanas conocido como Museo del Quai Branly), dedicado a los artes primitivas de todos los continentes, el Grand Palais, el Museo del Luxemburgo y el Museo Medieval de Cluny.
Pero el museo que todos queremos ver cuando estamos de paso por París es el Louvre. Es el más visitado del mundo con diez millones de turistas cada año. Entre esta muchedumbre son varios los que no pagaron los 17 euros de la entrada general porque ingresaron el 14 de julio o el primer sábado de cada mes por la noche (entre las 18 y las 21.45), cuando abre sin cobrar a nadie. Por cierto son visitantes muy pacientes: cero euro implica largas colas. Para consolarse, recuerdan que los días pagos también hay que armarse de paciencia para lograr ingresar.
La preparación es clave, y un paseo por los sitios de los museos elegidos no está de más antes de iniciar el viaje. La precaución es innecesaria en otros museos que exhiben sus colecciones permanentes en forma gratuita: es el caso de las casas de Victor Hugo (www.maisonsvictorhugo.paris.fr) y de Balzac, del Museo de la Vida Romántica o del MAM (el Museo de Artes Modernas), que está en el Palacio de Tokyo. Traza la creación artística de los siglos XX y XXI, con obras de Picasso, Giacometti, Chagall, Matisse o Dufy. www.mam.paris.fr
Pero el arte no está solo entre cuatro paredes. Sin soltar un preciado euro y al aire libre, el circuito del París de las Artes pasa por la fuente Igor Stravinsky de Tinguely y Niki de Saint-Phalle, cerca del Centro Pompidou; por el Kiosco de los Noctámbulos de Othoniel sobre la Plaza Colette (una entrada a la estación Palais Royal-Musée du Louvre del subte); por columnas de Buren en el Palacio Real (del otro lado de la Rue de Rivoli, cerca del Louvre); y por la colección de obras de arte moderno del Jardín Tino Rossi, a orillas del Sena. Se exhiben esculturas de Brancusi, Rougemont, Zadkine, César y otros grandes nombres contemporáneos. En este espacio se organiza la milonga de Tango-Paris-Sud, de miércoles a domingos, a partir de las 19, los días de semana y a partir de las 15 los sábados y domingos.
Además del arte ofrece música, baile y una pizca de argentinidad para no extrañar... sin costo ninguno.
Mirar sin pagar
Las mejores vistas no tienen precio... porque directamente no hay que pagar nada. Es el caso de varios puntos panorámicos sobre la ciudad, donde es posible sacar fotos increíbles y pasar lindos momentos. Y no solo se trata de la famosa terraza del Sagrado Corazón, en Montmartre, en la menos conocida colina Bergeyre en el este de la ciudad, se disfrutan de los atardeceres más románticos. Es un barrio que además alude a Boris Vian y su obra (este año se recuerda el 60° aniversario de su fallecimiento).
Pero es la era de los rooftops desde donde los turistas prefieren sacar sus fotos panorámicas para sus cuentas de Instagram, como la terraza de las grandes tiendas del Printemps del Bv. Haussmann. La vista es hermosa y de paso se puede comer por un precio razonable, al menos para París (el muy parisiense sandwich jambon-beurre, jamón y manteca, cuesta 8 euros). No siempre se puede disfrutar del atardecer o de las luces de la ciudad, porque cierra a las 20, cuando todavía es pleno día en verano.
Muy cerca la eterna rival del Printemps, la gran tienda de las Galeries Lafayette, también tiene su rooftop y lo promociona con la promesa de mostrar la "mejor vista sobre los techos de París". Y no son techos cualquiera: los de la Opera Garnier. Otra terraza de libre acceso es la del restaurante Zyriab, que está sobre el Instituto del Mundo Árabe y tiene una vista espectacular sobre Notre Dame. O mejor dicho lo tendrá de nuevo, cuando hayan finalizado las obras de reconstrucción...
Otra vista, aunque desde un lugar insólito: las escaleras mecánicas del Centro Pompidou son vidriadas y externas a la estructuras del edificio.
A medida que se sube, el centro antiguo de París se va transformando en un plano en relieve para llegar hasta el punto panorámico sobre los techos del museo. Cuesta 5 euros por persona pero se sube gratuitamente el primer domingo de cada mes. Los menores de 26 años titulares de un pasaporte europeo tampoco pagan, sea cual fuere la fecha. Una vez más, es indispensable dedicarles un poco de tiempo y visitas a los sitios Web de los monumentos y atracciones que figuran en el cronograma de viaje.
La mayoría está en español, un idioma que –a pesar de un viejo cliché– usan y comprenden muchos parisinos, sobre todo los millennials. El problema es que cuando uno aborda a una persona en las calles de París, la probabilidad de que sea otro turista y que no entienda ni el por qué ni el pourquoi es muy alta..
Lo mejor de las compras: cuando no son caras
La ciudad de la moda y de las casas más lujosas no es un sueño imposible para los fashionistas con bolsillos ajustados. Hay varias casas de saldos y liquidaciones de stock en las calles de Alésia (14° distrito) y la calle Saint-Placide (6°). Cerca de Disneyland, en el sitio de la Vallée Village las grandes marcas de la moda, la joyería y la decoración venden colecciones de temporadas pasadas con descuentos de hasta 60%. Un servicio de shuttle sale a diario desde la Plaza de las Pyramides hasta este complejo.
En el lado opuesto de la periferia, One Nation Paris está en Versailles. Este outlet ofrece las marcas más prestigiosas de París e Italia. También tiene su servicio de traslado (desde la Opéra y la plaza Charles de Gaulle Etoile).
Otra opción es la compra de segunda mano. Es la manera de volver con un auténtico tailleur Chanel, camperas de Issey Miyake o mocasines de Repetto. Réciproque es el más grande de este tipo de negocios (Rue de la Pompe 92-97). Griff’Troc vende piezas de alta costura y de marcas de lujo (Bv Malesherbes 119). Les 3 Marchés de Catherine B se especializa en el vintage de Chanel y Hermès (Rue Guisarde 1-3).
Algunas de las tiendas de liquidaciones de marcas parisinas:
Stock Kookaï: 82 rue Réaumur: L’Habilleur 44 rue de Poitou;
Stock Zadig et Voltaire: 22 rue du Bourg-Tibourg;
La petite boutique Azzedine Alaïa 18 rue de la Verrerie. SS
Visitas doble G: guiadas y gratuitas
Los Greeters reciben a pequeños grupos de hasta seis personas para hacerles descubrir sus rincones favoritos de la ciudad o de su barrio, sin cargo. Se puede programar la visita por medio del sitio https: /greeters.paris/.
Otra asociación de caminantes organiza las Panamées. Se trata de paseos interpretativos, gratuitos y temáticos. Se hacen los primeros jueves de cada mes y duran tres horas, de 19 a 22. Los puntos de encuentro y los temas están en el sitio www.rando-paris.org panamées/.
El sitio Ze Visit propone audios (en francés y en inglés) descargables para visitar París de manera autónoma. La Municipalidad y la Oficina de Turismo también proponen sus propios circuitos autoguiados sobre temas como el cine, los lugares insólitos o los grandes mitos.
Los pases
El Paris Museum Pass da acceso ilimitado a cincuenta monumentos y museos sin tiempo de espera (aunque es relativo cuando se trata del Louvre). Abarca también las afueras de la ciudad. Cuesta 48 euros por dos días, 62 por cuatro y 74 por seis. Se compra en la Oficina de Turismo o por Internet (www.parisinfo.com).
El Paris Pass Lib es otro pase que vende la Oficina de Turismo. Da reducciones de hasta 20% sobre transporte, para museos, cruceros sobre el Sena y excursiones. A partir de 45 euros por día cada adulto. También se puede comprar por Internet.
Comidas gratuitas
Increíble pero… parisino: en algunos lugares de la ciudad no cobran las comidas. Por lo general se exige el pago de las bebidas en contrapartida de los platos. Algunos de estos lugares, los platos que regalan y los días:
La Cordonnerie: couscous las noches del jueves y del sábado. Rue Saint-Denis 142.
Le Tribal Café: couscous las noches del viernes y del sábado. Mejillones y papas fritas las noches del miércoles y del jueves. Cour des Petites-Écuries 3.
Les Trois Frères: couscous el jueves por la noche. Rue Léon 14. Le Bouillon Belge: mejillones los miércoles. Rue Planchat 6. Culture rapide: antipasto los viernes por la noche. Rue Julien Lacroix 103. Le Penty: kemia (antipasto del norte de Africa) cada noche a partir de las 18. Rue de Cotte 11.
Las escuelas de cocina y hotelería abren sus puertas para cenas o almuerzos que entran en la formación de sus alumnos. Son experiencias equivalentes a restaurantes de alta gastronomía al precio de una brasserie (entre 15 y 30 euros). Con reserva previa. Algunos de ellos son:
Restaurantes de la escuela Ferrandi: Rue de l’Abbé Grégoire 28, www.ferrandi-paris.fr.
Restaurante del Liceo Hotelero Guillaume-Tirel: Boulevard Raspail 237, www.lyceeguillaumetirel.fr restauration.
Escuela de París de las profesiones de la mesa, del turismo y de la hotelería: Rue Jacques-Ibert 17, www.epmtth.orgrestaurant/restaurant.php. Restaurant Vatel: 122 rue Nollet, www.vatelrestaurants.com.
5 visitas sin desembolsar un solo euro
Clases de cocina en los mercados: la Federación Francesa de Cocina organiza cursos de cuisine en mercados parisinos. Cada fecha tiene una temática especial (la cocina de la abuela, cocina bio, tapas y otras). www.ffcuisine.fr
Un crucero por el Sena: los paseos en barco sobre el río son pagos, pero no para los cumpleañeros que eligen navegar con la compañía de las Vedettes de París. Para aprovechar este beneficio, presentarse con el pasaporte. www.vedettesdeparis.fr
Un baile cada mes como en los tiempos de la java: el Centquatre organiza un baile popular gratis un sábado por mes. Es la ocasión de encontrar el ambiente de las películas de Gabin y Duvivier y danzar al ritmo de la java, del vals y de la musette. www.104.fr
El París del cine: cada año se arman más de 900 sets de filmación en la ciudad. La Municipalidad parisina armó circuitos temáticos en base a grandes éxitos del cine, que realzan la ciudad como escenario. Se pueden descargar desde el link https: /www.paris.fr/pages/les-tournages-a-paris-2326.
Una visita hacia las estrellas... y más allá: el Museo del Aire y del Espacio presenta 350 máquinas y aviones. Es la ocasión única de ver un Concorde o unidades militares como los Rafale y los Mirage. Las animaciones son pagas pero la colección permanente es de acceso libre. www.museeairespace.fr