Con distintos rellenos y mucha maestría en la masa, diversos emprendimientos ofrecen sus versiones de esta preparación típica del sur de Italia.
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Son los dulces más populares de Sicilia y era hora de que les llegara su momento de fama local. Hoy los cannoli (o cannolis, en plural español) están en auge y pueden conseguirse muy interesantes versiones en distintos emprendimientos gastronómicos de la ciudad. Estos pequeños tubos realizados de una masa crocante y envolvente albergan diversos rellenos. De los más clásicos de ricota a los de helado, chocolate y crema pastelera, en esta nueva avanzada los hay para todos los gustos.
1. La Pompeya: directo de Salerno
Los más desprevenidos podrán pasar por afuera y jamás saber que sobre la avenida Independencia, en un pequeño local con estanterías de madera y precios escritos a mano, se esconde uno de los mejores secretos de la pastelería italiana en el país. Eso es La Pompeya, la creación de Luigi De Riso, un tano que llegó a Argentina a principios del siglo XX desde Salerno, y que modificó esta propiedad hasta lograr convertirla en una panadería. Estuvo al frente de la misma por 50 años, para continuar el legado en sus siete hijos. De tanta tradición salieron los productos italianos más típicos: taralli, cantucci, tiramisú y pan.
El paso de los años y las generaciones fue ampliando un poco más el abanico, y hace 20 años comenzaron con los cannoli. En el comienzo hicieron el básico, de ricota. Luego siguió el de crema pastelera. “Pero hace aproximadamente cuatro años, por las notas que nos fueron haciendo y la llegada del cannoli a más gente por su difusión, fuimos agregando otros sabores, como el de Nutella o dulce de leche”, ilustran desde el local. Hoy es uno de sus productos más pedidos.
¿Y qué hace tan especial a estos cannoli? La elaboración artesanal según recetas de familia, pero también el relleno en el momento, para que la masa no se humedezca y se mantenga crocante. “Si no lo van a comer en el momento, recomendamos guardarlo en el freezer y retirarlo 40 minutos antes del consumo”, apuntan. Es la clave para que cada bocado sepa tal como lo hubiera querido Luigi.
Av. Independencia 1912, San Cristóbal. T: 4942-9992. IG: @lapompeyapanaderia
2. Ispica Caffè: honrar las raíces
Hace seis meses, en plena pandemia, un grupo de socios decidió honrar las raíces italianas de dos de ellos y crear Ispica Caffè, este espacio en el que el café de especialidad puede maridarse con unos de los cannoli más ricos de la ciudad. “Está pensado para que los clientes estén en un ambiente relajado, con buena música y esa cosa amigable y un poco ruidosa típica de las familias italianas”, describe Nico Cavanna, uno de los socios y cuya abuela era oriunda del pueblo de Ispica que da nombre al local. Aquí, la especial atención en la elección de las materias primas y el cuidado de los productos marida con un lugar de diseño simple y despojado, de minimalismo elegante.
Bajo esta idea de aproximarse a sus raíces llegó también el afán por ofrecer una buena pasticceria italiana. “Tenemos sfogliatella, pasticciotto, cornetto, tiramisú y cannoli”, describe Nico. En este último punto se lucen especialmente con dos variantes: ricota y pistacho y crema pastelera y chocolate amargo. Tal vez el más recomendado sea el de ricota, con un pistacho que se pica por la mañana y una ricota que se prepara también en el día, con un leve toque alimonado que le da un sabor muy especial. Todo esto se espolvorea con azúcar impalpable y, en el mejor de los casos, se sirve junto a una buena taza de café de especialidad.
Gorriti 5295, Palermo. T: 4435-5314. IG: @ispica.caffe
3. Café Vespress: cannoli sobre una Vespa
Hace unos años, estando con amigos en Biarritz, Francia, Eric Jakubavicius se cruzó un carrito que vendía café y helados a puro éxito. Fue entonces cuando pensó que podría crear algo similar con su hermana aquí en Argentina, uniendo la pasión por el café, la pastelería italiana y las motos. ¿Qué salió de esta cruza? Café Vespress, una cafetería de especialidad móvil. Sobre una Vespa Ape Car, Mónica y Eric celebran la italianidad a través de grandes íconos como el café expresso y la pastelería tradicional. “Es una propuesta honesta y simple. Con el genuino y único propósito de ofrecer un producto de excelente calidad y saludable”, apunta Eric, quien sostiene que hoy el lujo no se trata de dinero sino de elecciones, donde los placeres de intensidad y calidad cuentan.
Su propuesta, bien apegada a la tradición, propone cannoli hechos a la manera original siciliana con los ingredientes de mayor calidad disponibles en el mercado local. “Si un italiano o, mejor aún, un siciliano, prueba un cannolo Vespress, nos dirá con una sonrisa de satisfacción que le hace acordar al que le preparaba la nonna”, seduce Eric. Y para mantener este apego a la receta original y no perder un ápice de sabor, la dupla de hermanos los ofrece en versiones individuales para comer en el momento o en cajas de 6 o 12 unidades listos para prepararse en casa. “Los cannoli crocantes van acompañados por un relleno de crema de ricota cargada en una manga pastelera, con porciones de azúcar impalpable para espolvorearlos, y chips de chocolate, naranja caramelizada y pistachos molidos para colocar en los extremos”, relatan. La experiencia se completa con una poesía en italiano y dos playlists pensadas para acompañar el momento de la preparación y el consumo.
Whatsapp: 153-358-6199. IG: @cafevespress
4. La Pasta Frola: 104 años de tradición
Hace 104 años, la confitería La Pasta Frola abría sus puertas en el centro. Cuando todavía no existía la Avenida 9 de Julio ni el Obelisco, fue a sentar sus bases de tradición y buena pastelería, de la mano de tres fundadores oriundos del sur de Italia. Así, desde 1917 se destaca por sus productos italianos y variedad de repostería. Y aunque debe su nombre a la magia de su receta de esta torta homónima (con masa quebrada bien fina), también seduce con sfogliatella, pasticciotto, panettone y, por supuesto, con cannoli, una preparación que se sirve desde su misma inauguración.
“Los elaboramos con tres rellenos diferentes: el tradicional, con una crema dulce de ricota y una mitad con cascaritas de naranja confitadas y perfumadas al rhum y la otra con chocolate; otro con crema pastelera; y el más nuevo con ricota, Nutella y avellanas tostadas. Ese último se está vendiendo muy bien”, detallan desde el emprendimiento. En cualquiera de los casos, es posible disfrutarlos en su local sobre la avenida Corrientes, insignia de la Buenos Aires más añorada.
Avenida Corrientes 1365, Centro. 4371-6761. IG: @confiterialapastafrola
5. Italia: en versión helado
La heladería Italia es un clásico marplatense que hace unos años desembarcó con mucho éxito en Buenos Aires. Reconocidos por su súper sambayón y su tramontana (nombrado en honor al apellido de la familia) entre los gustos de helado, sin embargo desde el inicio también se destacaron por algo más: sus cannoli rellenos. “Desde 1972 toda la familia le pone el corazón a esta heladería. Los comienzos no fueron fáciles, y como al principio no éramos conocidos, mis padres pensaron en hacer algo original. En 1980, recordando el típico postre siciliano, lo transformamos en uno de helado”, cuenta Ana María, parte de la familia fundadora. Esto significó modificar la clásica masa por un cubanito y ponerle distintos rellenos.
Aunque en el inicio tenían una variedad aún más grande, hoy cuentan con nueve versiones: con helado de crema y cobertura de chocolate semi amargo, con crocante de chocolate blanco, con Marroc, con nueces y dulce de leche, con galletitas Oreo, con crocante de almendras, con bombones de dulce de leche, con almendras y con chocolate blanco y nueces. Hoy, con la tercera generación de la familia trabajando en el negocio, pueden enorgullecerse de haber inventado un nuevo rubro en este mundo de los cannoli, con tanto éxito que hoy cunden las reversiones en otras heladerías. Como dicen, la copia puede ser un elogio.
El Salvador 4795, Palermo. T: 154-831-3063. IG: @heladositalia
6. Cosi mi Piace: frescos y de autor
La premisa al abrir Cosi mi Piace fue insertarse en el nicho de la gastronomía italiana, especialmente en el de la pizza. Bajo esa idea, trajeron un horno especial de Nápoles para cocinar la estrella del lugar: la pizza romana. Pero claro, una vez que se toca este amor culinario, es difícil resistirse a sus otros dones. Por eso, a la hora de pensar la carta y llegar a los postres, los creadores enseguida pensaron en el cannolo, una de sus primeras opciones como clásico dulce italiano. Y no se equivocaron: es de sus postres más vendidos.
Sobre los secretos para concebir unos de los más logrados de Buenos Aires, sostienen que mucho se lo deben a la materia prima. Luego, importa el aceite para freírlos, así como el tiempo. Y una vez hechos, siempre deben guardarse a temperatura ambiente. En su búsqueda de cocina bien tana pero con toques de autor, no se ciñen a los sabores más estrictos, en Cosi los recomiendan de rellenos frescos para la época de calor que se aproxima, combinando frutas y chocolates. Y aunque los más golosos dirán que pueden comerse a toda hora, el momento preferido de la casa es de postre o a la hora del té.
El Salvador 4618, Palermo. T: 4831-7176. IG: @cosimipiaceok
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