Varados: la odisea de cuatro argentinos que quieren volver y no pueden
Todavía quedan muchos argentinos varados por el mundo por el cierre de las fronteras y la cancelación de vuelos. Y las esperanzas de volver pronto se diluyen con el anuncio del Gobierno que suspende las repatriaciones. Cancillería estima que todavía esperan para volver 10.000 personas de los principales destinos turísticos, como República Dominicana, México, Estados Unidos, España y otros países de Europa. Cuatro historias sobre cómo viven el día a día en medio de la pandemia y los esfuerzos por regresar.
Vivir día a día en Roma
Sofía Rocha, de 29 años es docente y cineasta, y Federico Cimatti, su pareja, es artista. Viajaban para reencontrarse con amigos y realizar eventos de intercambio cultural relacionados a sus profesiones. Su itinerario comenzaba en Milán, luego iban a Roma y terminaban en Nápoles. Llegaron el 7 de marzo a Milán cuando todavía no se había decretado el estado de cuarentena obligatoria para toda la población. "Al otro día partimos a Roma y desde entonces nos quedamos acá. Por suerte conseguimos hospedarnos en un bed and breakfast de una conocida que nos hace precio, pero nuestro viaje se encareció notablemente ya que íbamos a parar en casas de amigos y familia y eso no pudo suceder".
Según ellos, la pandemia modificó los modos, los ritmos, y las sintonías entre las personas. "Implicó aprender a vivir día por día. Observamos un accionar gradual del gobierno italiano. El control policial te aborda constantemente pidiendo explicaciones que justifiquen la circulación en el espacio público y hemos visto vehículos del ejército circulando en la calle. El gobierno dispuso una carta de autodeclaración para las salidas justificadas. Los motivos son: trabajo, salud, necesidad o retorno urgente al hogar".
"Originalmente teníamos pasajes de regreso a la Argentina para el 8 de abril, pero hace unos días ese vuelo fue cancelado. La única respuesta vía mail que nos da nuestra línea aérea es la de un vale para utilizar en la aerolínea antes del 31 de diciembre de este año. Los teléfonos no son atendidos y los días pasan. En estos momentos nos encontramos en diálogo con las autoridades del Consulado Argentino en Roma, quienes nos informaron que aún no hay vuelos programados desde Roma para volver a nuestro país. Además estamos intentando que la negociación entre nuestra línea aérea y Aerolíneas Argentinas no recaiga en la autogestión particular ya que nos expone a realizar trámites en el aeropuerto sin asegurarnos el éxito del mismo. Todos los días nos comunicamos con el Consulado, pero por ahora seguimos a la espera de novedades".
Toque de queda en Perú
Circula un listado en Internet que recaba el dato de 390 argentinos varados en Cuzco. Una de ellos es María Estefanía Borthiry Buide que es comunicadora social y vive en La Plata. Inició su viaje en Lima el 1° de marzo y tenía planeado volver al país ayer, pero su vuelo fue cancelado.
La situación allá es complicada. "Las calles están vacías, el toque de queda impuesto por el gobierno peruano se hace sentir de manera estricta. Se puede salir de a uno y sólo a comprar comida o a la farmacia. Vivir en un país que no es el propio es complicado durante la pandemia. Físicamente somos diferentes a la población peruana, por lo cual nos identifican como turistas inmediatamente. La gente al vernos cruza de vereda, se tapa la cara, se corre de nuestro lado, nos miran mal y nos tratan con mucha distancia y poca cordialidad. Además de eso, el pánico crea que muchos comercios se aprovechen de la situación y remarquen precios".
Para destacar de todos ellos: la solidaridad. "Actualmente tenemos un grupo de WhatsApp que se fue armando durante estos días por el que canalizamos nuestras angustias y ofrecemos ayuda. Muchos de los afectados se quedaron en la calle por el cierre de hoteles, así que nos fuimos pasando teléfonos de hospedajes para poder solucionarles el dormir".
Sobre volver al país, se mantiene esperanzada. "El lunes pasado recibimos un audio del cónsul argentino en Perú en el que no nos daba mucha esperanza a repatriarnos, pero hoy con las palabras del presidente y las salidas en los medios sentimos más fuerza. El cónsul nos pidió que no nos movilizáramos a Lima, que nos quedáramos y que nuestras familias nos ayuden económicamente desde Argentina". Aviones de la fuerza aérea repatriaron argentinos desde Lima, pero no pudieron llegar a Cuzco.
Larga espera en Quito
Daniela Victoria Gómez y Fernando Javier Camarero, ambos de 40 años, oriundos de La Plata y comerciantes, decidieron tomarse una semanita de vacaciones en Ecuador. Partieron el 11 de marzo, pero como el de muchos otros, su viaje no resultó lo que esperaban. "Estuvimos dos días en Quito y nos fuimos luego a la provincia de Esmeraldas, más específicamente a una playa en Mompiche. Fue estando ahí que explotó todo, y acá en Ecuador comenzaron a tomar medidas muchísimo antes". Entonces, empezaron a agotar todas las instancias para poder volver, en principio a Quito (para estar cerca del aeropuerto internacional) y luego a su casa. "El tema es que allá en Esmeraldas cerraron las terminales de micros y el aeropuerto. Los taxis y Ubers no venían hasta Mompiche porque ya había toque de queda y controles en las rutas".
En el hotel en el que estaban los dejaron quedarse unos días sin pagar y les gestionaron un vehículo con un salvoconducto para la policía en el que llegaron a Quito. "Vinimos a un hostel que está en el casco histórico, que gestionamos vía Internet, y desde ese día estamos acá. Nos bancamos económicamente nosotros, pagando la habitación, hay días que podemos salir (solo de mañana) a un supermercado en la esquina a comprar alimentos. Otras veces comemos en el mismo hostel", cuenta.
"Desde que estuvimos en la playa comenzamos a tener comunicación con la embajada, hablando con dos personas con quienes mantenemos contacto casi a diario vía WhatsApp. Lo que sabemos y se ve claramente es que Ecuador no es un país del que se hable ya que somos menos que en otras partes del mundo. También nos dijeron eso en la embajada. Pude contactarme con el vocero de Aerolíneas Argentinas y me dijo que estaba complicado ya que no tiene ruta con Ecuador hace más de 20 años". Paciencia, otra no queda.
Atrapadas en Sudáfrica
Mirta Silvia Baju tiene 53 años, es comerciante y vive en Gral. Rodriguez, provincia de Buenos Aires. El 6 de febrero pasado viajó con una amiga a la India. Estaban volviendo, pero al llegar a su escala en Johannesburgo, Sudáfrica, se enteraron que el vuelo de conexión que tenían que tomar había sido cancelado. Allí empezó su odisea que, con varias idas y vueltas entre la aerolínea y la agencia de viajes, lleva cinco vuelos cancelados. Por suerte, la aerolínea con la que viajaban se hizo cargo de ellas. Les da hotel y las ha ayudado a conseguir la medicación que necesitan. Del consulado las llaman todos los días. "No tengo más que palabras de agradecimiento". El problema es que en Sudáfrica están por anunciar su cuarentena y ella, junto con el resto de los argentinos varados que calcula en 200, no saben si el aeropuerto seguirá abierto. Justo ahora que ya tienen pasaje reprogramado para mañana hacia San Pablo, desde donde esperan conseguir algún otro vuelo que las traiga de vuelta a casa.