Tandil, las sierras más visitadas, y mucho para hacer
Tandil –ubicada a 360 km de la Ciudad de Buenos Aires– es cada vez más elegida por familias, grupos de amigos y estudiantes que buscan escaparse un fin de semana del ruido mundano de las urbes para lanzarse a la aventura. Estas son algunas de las propuestas turísticas que hacen que este sea hoy el destino serrano más visitado de la provincia de Buenos Aires.
Footgolf
Vestido con una bermuda de jean y botines, Horacio Becci (63) apoya su pelota de futbol número 5. Observa la pendiente. El viento no lo golpea esta mañana. Eso le asegura un buen desempeño. Fija la mirada en el banderín y se prepara para dar su primer golpe en la salida del hoyo 1. "Desde que comencé con este deporte bajé cinco kilos y conocí gente de todas las edades", dice en un monte de pinares y eucaliptus, desde la cancha de Mulita Footgolf de Tandil. A Leo García (33), su compañero de juego, se le escapa una carcajada al confesar que el que menos golpes haga de los 18 hoyos, se lleva la cerveza.
Este deporte –que tuvo sus inicios en Holanda en 2009– ya es tendencia en el nivel mundial, y el tandilense Pablo Shang no quiso quedarse atrás. Fue así que, en 2018, después de vivir su primera experiencia de Footgolf en La Serranita, en Mar del Plata, este fanático de la pelota decidió convertir un campo de soja en uno de juego que cada vez gana más adeptos. "Funciona con las mismas reglas del golf pero con una pelota de fútbol y usando los pies. Lo primero que llama la atención a los golfistas es el tamaño del hoyo –52 cm de diámetro–, y a los futbolistas, los efectos del viento y la pendiente", explica Schang, fundador de la única cancha de Footgolf de Tandil.
Por su parte, Alejandro Bonadeo, director de Turismo de la localidad observa: "Quienes visiten la ciudad podrán pasear por lugares emblemáticos –la cascada, el lago del Fuerte, el parque Independencia, la reserva Sierra del Tigre– como así también vivir una experiencia inigualable en los seis parques aéreos habilitados".
La piedra que late, un símbolo
En el Parque Lítico del cerro La Movediza, se yergue la legendaria piedra de 300 toneladas que se balancea de forma casi imperceptible al borde del cerro. Su singularidad le dio el nombre a esta ciudad. En lengua araucana, Tandil significa "piedra que late". A la que se ve hoy, una réplica de la original (que se desplomó el 29 de febrero de 1912), se puede ascender por un sendero con escalones desde el cerro.
A 300 metros de La Mulita, se ubica el Cerro El Centinela, complejo que alberga a la insigne piedra colgante. Según cuenta la leyenda, ahí yace el espíritu del cacique Yanquetruz, convertido en roca tras aguardar hasta el fin de sus días la reaparición de su amada, Amaike.
Otra de las atracciones de este cerro es la aerosilla. Daiana Nucci (28) nunca se imaginó que desde la silla podría tocar el ápice de los pinos con la punta de sus dedos. Lo que todavía no sabe es que, en cuanto llegue a la cima, observará una de las sierras más antiguas del mundo, el Sistema de Tandilia, dibujadas en el horizonte, con un humeante café en la mano en el Salón de la Cumbre.
Aquellos que disfrutan de la actividad ecuestre podrán visitar las plantaciones de frutas y aromáticas del complejo a caballo, acompañados por un guía. Los más audaces pueden optar por el mountain bike, la tirolesa y los rappeles. Los más chicos, por los toboganes de agua.
Valle del Picapedrero
Desde la cumbre del cerro Aurora, Julieta (10) se queda boquiabierta al adivinar entre los cerros ondulados unas ruinas de piedras. "Se trata de una construcción de mediados del siglo XIX. Quienes la trabajaban eran los picapedreros, que llegaron a la zona para explotar el granito", dice Lole Inza, encargado del Valle del Picapedrero.
Uno de las actividades más agradables para disfrutar en familia en el parque es la tirolesa. Cristian Maffei (49) es el primero de los 14 miembros de su familia que se suma al desafío. Con su casco y su arnés, salta al vacío –sujetado a los cables– y su figura se va perdiendo como un punto entre las laderas del cerro. Sin embargo, su voz eufórica permanece durante los 55 segundos del recorrido.
Las 24 hectáreas de parque también cuentan con estructuras de rappel, puentes tibetanos, escaladas, juegos de orientación y caminatas guiadas. Con la frente apuntando al cielo, Carina Maffei (52) observa un águila mora flamear sobre su cabeza. Cuando lleva la mirada al suelo, adivina un lagarto escurrirse entre las rocas. "El que primero encuentre al puma se lleva un premio", dice entre risas a su familia mientras realiza el trekking educativo junto al guía.
Un metegol humano. Más de treinta puentes colgantes para todas las edades distribuidos en un entorno serrano. Seis tirolesas de diferentes dificultades. Una torre de 18 metros de altura con palestra de escalada. Un espacio creado para los más chicos. Tal es la propuesta del Parque Aéreo Euca Tandil.
En relación a otros parques que se destacan por su propuesta e infraestructura, Mauricio Ferrari, presidente de la Asociación de presidente de la Asociación de Guías de Turismo de Tandil, señala: "Además de los que están abiertos al público durante todo el año, también sobresalen otros que funcionan a través de reservas, tales como El Rancho de Popy, Treeland, Cerro Aventura y Kanotaje Tandil".
Precios
La Mulita Footgolf: $300
Aerosilla Complejo El Centinela: $290
Acceso al predio del Valle del Picapedrero: $50
Parque Aéreo Tandil: acceso al predio es libre y gratuito. Sector Parque Aéreo: $600. Tirolesas: $250. Mini Parque (para niños): $250