Tailandia. Cientos de elefantes en riesgo de morir por falta de comida
La repentina falta de turistas provocó que miles de elefantes se estén muriendo de hambre en Tailandia: dependían de los visitantes para saciar su voraz apetito. Los santuarios y campamentos donde viven, especiales para recibir turistas y compartir diferentes experiencias, como paseos, juegos, baños y por supuesto alimentación quedaron vacíos y sin recursos para proveerles alimentos. Entonces decidieron trasladar a más de 100 animales en una atípica caravana de 150 kilómetros de caminata a su tierra natal de Mae Chaem, que está salpicada de aldeas donde viven y tradicionalmente crían elefantes los miembros de la minoría étnica Karen, según informa la agencia AP.
La fundación Save Elephant, dedicada proteger a los elefantes asiáticosfue la que promovió el retorno de los grandes animales a sus campos de pasturas originales, donde pueden proveerse alimentos.
Y también llama a alimentar a los elefantes que aún se encuentran en parques turísticos, aunque aconseja que sería bueno para ellos regresar a su hábitat natural donde pueden ser más autosuficientes.
La situación es crítica. World Animal Protection, con sede en Londres, dice que hasta 2000 elefantes domesticados corren el riesgo de morir de hambre porque sus dueños no pueden alimentarlos.
La vuelta acasa
El fundador de Save Elephant, Saengduean Chailert, dijo que el proyecto para llevar a los elefantes desempleados a sus hogares se lanzó en respuesta a los pedidos de sus dueños.
Su grupo promueve el asentamiento de elefantes donde pueden vivir junto a los aldeanos en comunidades ecológicas sostenibles. Cree que los animales son maltratados en muchas atracciones turísticas de alto perfil.
Sadudee Serichevee posee cuatro elefantes en el distrito Mae Wang de Chiang Mai. Siguió el enfoque de la fundación al establecer su propio pequeño parque Karen Elephant Experience con elefantes traídos de Ban Huay Bong de Mae Chaem, el pueblo de su esposa. Pero sus buenas intenciones se toparon con el coronavirus.
"Al principio pensé que la situación volvería a la normalidad en un mes o dos. A fines de abril, perdí toda esperanza ", dijo Sadudee.
Él y su esposa acordaron llevar a sus elefantes de regreso a su pueblo porque ya no podían soportar los gastos mensuales de cerca de 6250 dólares por el alquiler de tierras e instalaciones, salarios para los manipuladores, conocidos como mahouts, y comida. Los elefantes comen hasta 300 kilos diarios de pasto y vegetales.
Convencieron a otros propietarios de hacer la caminata de 150 kilómetros a pie con ellos. El transporte de los animales en camiones es prohibitivamente costoso para los propietarios de pequeños parques, y los elefantes pueden mantener una velocidad de caminata de 7 km por hora.
La caravana de 11 elefantes, sus dueños y sus mahouts, partieron el 30 de abril, viajando por colinas, en caminos pavimentados y de tierra. Fueron recibidos por una fiesta de bienvenida a su llegada a Ban Huay Bong el lunes.
"Estos elefantes no han tenido la oportunidad de regresar a su casa por 20 años. Parecen estar muy felices al llegar, hacen sus ruidos felices, corren al arroyo cerca del pueblo y se divierten junto con nuestros hijos", dijo Sadudee.
El proyecto también está activo en la provincia nororiental de Surin, famosa por su festival anual de elefantes. El distrito de Tha Tum de la provincia, hogar de cientos de elefantes, recibió a unos 40 de ellos el mes pasado.
"No sabemos cuándo desaparecerá Covid-19", dijo Saengduean de Save Elephant. "Así que esta es nuestra tarea, ayudar a alimentar a los elefantes que fueron despedidos a causa del brote de coronavius".