De La Pedrera a Punta del Diablo, el recorrido pro los principales balnearios del departamento, lleva a vincular comunidades de espíritu ecológico que luchan por preservar su sencillez junto al poderoso latir oceánico del litoral uruguayo.
Lagunas, palmares, dunas móviles, faros que guían a los navegantes y pueblos que se resisten al efecto globalizante y se mantienen apegados a la vida rural y la pesca artesanal. Todo esto pasa en Rocha, del otro lado del puente circular de la laguna Garzón.
Apenas cien kilómetros separan la Barra esteña de La Paloma, el mayor núcleo urbano de Rocha, y las diferencias conceptuales son abismales. Aquí por ejemplo, la propiedad más codiciada puede ser un rancho de madera con techo de paja, construido sobre pilotes frente al mar. La luz eléctrica y el asfalto, esos rasgos tan asociados al progreso, acá son asimilados con discreción y a veces rechazados.
Algo comparten los que llegan a este litoral, lo que buscan: alejarse del ruido y las modas, poca infraestructura y mucha naturaleza, playas semidesiertas, algo de aventura, prescindir de los relojes y quizás del celular, andar despreocupado, sentir el viento en la cara. En fin, el encanto de lo simple.
La Pedrera
Por su inspiradora costa abrupta y rocosa, la presencia de Norma Aleandro y de varios escritores, entre otros personajes del mundo artístico e intelectual, es el balneario culturoso de Rocha. En la rambla, frente a casas centenarias con aberturas de madera, el deporte predilecto no es el running sino la lectura. No faltan los que abren su libro con vista al mar y las rocas, esperan a que asome la luna y se ilusionan con avistar alguna ballena.
El otro deporte es el surf en la playa del Barco (donde naufragó un barco chino en 1977), mientras que en El Desplayado, del otro lado de la rambla, mandan las familias, las rondas de mate y la guitarra.
La movida está en la peatonal, cuando cae el sol. Los carritos de churros calientes, las bandas de músicos y los percheros de vestidos hindúes se intercalan entre la heladería Popi y el Club Social, una institución que inauguró una disco-bar en el exterior, mal que les pese a los vecinos históricos que se quejan de la música de trasnoche..
Cabo Polonio
Área protegida desde 2009 - con una colonia de lobos marinos protegida desde 1998 – sobre la que los nostálgicos dicen que se puso muy for export, que se construyó de más y que es uno de los lugares más snobs de la costa uruguaya. Tienen razón. Es una ironía que un “pueblo” sin luz eléctrica ni agua potable en las casas maneje precios tan desproporcionados. Pero el Cabo, esa tierra de dunas inmensas que termina en una punta rocosa con su faro solitario, no deja de ser una meca. Se puede entrar en camión, a caballo o a pie.
Las últimas construcciones son las del barrio Gabasol –una sociedad anónima propietaria de varios lotes– frente a la playa sur, la de los mejores atardeceres. Son ranchos estilo mediterráneo, pintados de blanco y azul y con detalles de diseño que se adivinan detrás de los ventanales. Para el resto, es “el barrio cheto”. Del lado de la playa norte o Calavera, la más popular, rige la anarquía en términos urbanísticos. No hay un código, ni un rancho que se parezca a otro. Es común ver gente perdida entre las dunas. Las referencias son los almacenes: “de Lo de Lujambio, dos ranchos hacia el mar” o “pasando Lo de Olga”.
De noche, el pueblo se viste de velas y fogones. El bar entre matorrales atendido por el ciego Joselo Calimaris, uno de los personajes entrañables del Polonio, es el bolichito que no se puede pasar de largo. Sólo el faro rompe la oscuridad con su destello cada doce segundos, mientras el sonido de las olas que rompen se mezcla con el eco del canto de los lobos.
Barra de Valizas
Esta pequeña aldea de pescadores crece a paso lento y sin estridencias. No pierde la bohemia y ese aire de siesta eterna que atrae a artistas de perfil bajo. Su playa agreste, salpicada de ranchos y dividida por el arroyo Valizas que desemboca en el océano, es impactante. Al mar hay que tenerle respeto, a veces se pone tan revuelto que es mejor contemplarlo, en especial a la noche cuando la espuma se llena de noctilucas.
El programa playero obliga a una pausa en la terraza de La Proa para probar las especialidades de Gustavo Núñez, cocinero radicado hace 21 años que defiende a ultranza los productos rochenses como la butiá, los camarones, el cazón y el angelito. Muchos se trasladan a la plaza, toman un helado en Punto G, comen un chivito en el bar cooperativo La Fraterna o pasean por la principal, donde no faltan músicos tocando canciones balcánicas y cumbia colombiana.
Remontando el arroyo Valizas en lancha, se descubre el Monte de Ombúes. El paseo, a cargo de la familia Olivera, arranca desde el puente sobre el arroyo y se adentra en la laguna Castillos entre gaviotas, biguás y cisnes de cuello negro, hasta llegar a esta reserva, mitad privada y mitad estatal, que concentra más de 150 ombúes centenarios y unos 300 que están creciendo.
Punta del Diablo
Tiene un aire brasileño por su cercanía al Chuy (a 40 km), con chiringuitos playeros que despachan caipirinhas, música alegre y mucha juventud de pies descalzos. Este balneario de calles curvas, ranchos coloridos y piedras redondeadas por el viento nació gracias a los pescadores artesanales, de los que quedan pocos, cada vez menos, pero son su mayor encanto. Punta del Diablo creció bastante, rápido y sin planificación. Como un alma joven.
Fiel a esa anarquía, conviven campings con resorts y bodegones de pescados y mariscos. Para los locales, no hay mejor contraseña gourmet que los puestos de empanadas de las hermanas Acosta: María Noel, Alba y Mónica. Están en la feria, uno al lado del otro. Ahí mismo preparan la masa, la rellenan de pescado o mejillones y fríen esas empanadas que son un manjar.
Además de Brasil, otra cercanía insoslayable es el Parque Nacional Santa Teresa, con una fortaleza de 1762 conservada en perfecto estado, tres mil hectáreas, dos millones de árboles, miradores, zonas de acampe y cuatro playas, una más linda que la otra: La Moza, Las Achiras, Playa Grande y Playa del Barco. Es la virginidad rochense en su versión extrema.
Si pensás viajar...
LA PEDRERA
DÓNDE DORMIR
Brisas de La Pedrera. Playa del Desplayado. T: +598 9980-4656. brisasreserve@gmail.com. www.brisasdelapedrera.com. A una cuadra del mar, hotel boutique de 15 habitaciones
Posada del Barco. Playa del Barco. T: +598 4479-2028. posadadelbarco@adinet.com.uy. Posada pionera (ex Saint Michel) inaugurada en la década del 30.Abre todo el año.
Lo de Estela. Hornero y El Carpintero. C: +54911 5460-0973. T: +598 4732-0866. info@casaestela.com.uy. www.casaestela.com.uy. Posada de cuatro habitaciones tipo cabañas con kitchenette.
DÓNDE COMER
Costa Brava. Rambla del Sol s/n. T: +598 4479-2051. Un clásico de pescados y mariscos con terraza frente al mar. Brótola a la crema de limón, pez espada y los imbatibles buñuelos de algas, que son un lujo.
Lajau. A una cuadra de la rambla, en la calle del tanque. T: +598 9992-2091. Restaurante familiar e íntimo en una casa histórica con patio, buena música, colecciones de objetos curiosos y fotos históricas de La Pedrera. Las croquetas de sirí son magistrales. De noviembre a abril. FB: Restoran Lajau La Pedrera
Petisco. Calle principal s/n. T: +598 9505-1210.Tapas como chipirones o gazpacho de melón y langostinos, cazuela de corvina negra, lenguado, pastas caseras, hamburguesas y pizzas a la leña. FB: PetiscoRestoPubLaPedrera
La Pe. Calle principal s/n. T: +598 9440-8955. Pescados, pastas y paella de mariscos. Lindo patio. FB: RestaurantLaPe
Casa Dulce. Rambla. T: +598 9923-9533. Tortas, brownies, scones, pero también sándwiches, tartas saladas y ensaladas con vista al mar.
Don Rómulo. Calle principal s/n. T: +598 4479-2820. El único que abre todo el año con sus pastas caseras y abundantes.
PASEOS Y EXCURSIONES
La Tapera. Ruta 10, a 300 metros del acceso. Taller de piezas de cemento del artista Martín Arteaga.
CABO POLONIO
CÓMO LLEGAR
Está prohibido entrar en auto particular. Hay camiones 4x4 que transitan por las dunas entran desde la terminal.
DÓNDE DORMIR
Lo de Elisa. T: +598 4470-5816/ 9992-1407. lodeelisa@hotmail.com. Posada sencilla de cinco habitaciones dobles con baño privado, todas con vista al mar, agua caliente, luz de led y estufa a leña.
Posada de las Noctilucas. T: +598) 9531-0330. posadadelasnoctilucas@cabopolonio.com. Cerca del faro, tres habitaciones dobles y cinco compartidas con baños ídem. Agua caliente con calefones a energía solar, luz de leds y wifi.
DÓNDE COMER
La Perla del Cabo. T: +598 4470-5125/ 94921037. laperladelcabo.com. Pionero, sigue siendo el mejor restaurante del Polonio, con platos elaborados y terraza frente al mar.
BARRA DE VALIZAS
DÓNDE DORMIR
Posada Valizas. T: +598) 4475-4067. C: +598 9956-3402. reservas@posadavalizas.com. www.posadavalizas.com. Seis habitaciones (dos en suite, el resto con baño compartido). Con desayuno buffet y wifi.
Satori. T: +598 99240614. elsatorivalizas@gmail.com. elsatorivalizas.blogspot.com.ar. Este hostal playero tiene su público habitué: artistas, escritores y extranjeros bohemios que quieren compartir una casa frente al mar, amasar pan, caminar por la playa y contar historias.
DÓNDE COMER
La Proa. T: +598 4475-4981. C: +598 9898-6468. Frente a la playa, especialidad en pescados y mariscos.
Masamadre. T: +598 4475-4126/ 9945-4176/ 9525-4643. Cocina mediterránea en un típico rancho valicero.
La Fraterna. Calle principal. T: +598 4475-4176. Bar cooperativo con buenos licuados, sándwiches de chivito y música en vivo.
PASEOS Y EXCURSIONES
Cabalgatas valiceras. C: +598 9957-4685. cabalgatasvaliceras@gmail.com. cabalgatasvaliceras.com.uy. Cabalgatas de medio día y hasta una semana a cargo de Mauro Ríos.
Monte Grande. Ruta 10 Km 267, puente sobre el arroyo Valizas. T: +598 2622-8629. C: +598 9929-5177. montegrande@adinet.com.uy. Tours guiados en lancha al bosque de ombúes a cargo de los Olivera, familia propietaria de la estancia donde se encuentra.
PUNTA DEL DIABLO
DÓNDE DORMIR
Nativos. T: +598 4477 2161. FB: PosadaNativos. Diseñada en madera y piedra por Eduardo Vigliola, su dueño, esta posada tiene seis habitaciones y otras cuatro en una casa aparte, separadas por un parque sobre una cañada.
La Posada. T: +598 4477-2041. laposada@portaldeldiablo.com.uy. Una de las primeras posadas frente a la playa del Rivero. Tiene seis habitaciones y tres departamentos con estufa a leña y vista al mar.
DÓNDE COMER
Franca. Calle 7, esquina 20. T: +598) 4477-2882/ 9747-0684. Restaurante y bar en una calle tranquila, con vista a la playa del Rivero y platos algo más sofisticados que la media. Entre sus platos figuran blinis de maíz con salmón gravlax y cazuela de camarones.
Panes y Peces. Playa del Rivero. T: +598) 9160-6132. Terraza llena de velas y hamacas para degustar platos caseros como miniaturas de pescado, crepes de pollo al curry, bondiola de cerdo a la cereza o risotto de hongos. FB: panesypecesresto
Cero Stress. Avenida de los Pescadores s/n. T: +598 4477-2220. Frente a las rocas, mariscos y pescados con una vista espectacular de las playas de La Viuda y de Los Pescadores. Los recomendados son el gatuso con crema de camarones y aceitunas negras y los camarones con queso.
Nota publicada en marzo de 2017.
Cintia Colangelo y Denise Giovaneli