Nueva York es el mejor ejemplo de la teoría del cambio constante del antiguo filósofo griego Heráclito. Así, siguiendo su pensamiento, como no nos bañamos dos veces en las aguas del mismo río, tampoco visitamos dos veces la misma Nueva York.
Porque cambia, todo el tiempo de un año a otro, incluso de un mes a otro, de una semana a la otra. Durante este 2019 que se va se sumaron nuevos atractivos y se renovaron clásicos de siempre, que confirman el movimiento perpetuo de la Gran Manzana. Y en estos días, ya con el frío cómodamente instalado para quedarse unos meses, muestra su cara navideña, quizás de las más lindas, con los árboles en ocre y rojizo del Central Park, las pistas de patinaje sobre hielo, la nieve que se acumula, las luces, el gran árbol del Rockefeller Center y las tarifas más accesibles en hotelería por la temporada baja.
La gran novedad: The Vessel
Con forma de panal de abejas e innumerables escaleras interconectadas, The Vessel es el nuevo icono del ascendente barrio de Hudson Yards (en la zona oeste de Manhattan, entre las calles 30 y 34 y las avenidas 10 y 12, a pasos de la High Line), que ya podría integrar con total justicia las famosas listas con imperdibles de la ciudad. Se inauguró hace cuatro meses y recibe entre 6000 y 7000 visitantes por día, que se animan a subir las escaleras infinitas de este laberinto creado por Thomas Heatherwick. También ofrece ascensor desde la base para llegar al último nivel, si es necesario.
Tiene 153 tramos de escaleras que se van interconectando, con descansos en diferentes niveles para asomarse al paisaje, y de paso descansar. En total son 2500 escalones hasta el último nivel, que está a 46 metros.
Nadie se la pierde: hasta Gabriela Sabatini subió a su Instagram una foto con los hexágonos de fondo que forman las escaleras cuando trepó, hace unas semanas, la monumental obra.
Desde arriba se disfruta de una vista abierta al río, la ciudad y este nuevo barrio que sigue en continuo crecimiento.
Construido sobre un viejo depósito de trenes, empezaron a brotar rascacielos, un shopping, locales comerciales, restaurantes, un hotel y un gran centro cultural en el mayor proyecto inmobiliario de Nueva York en los últimos años. Todavía quedan antiguos depósitos del siglo XIX reciclados: en uno de ellos funciona, por ejemplo, el restaurante Porchlight, de estilo rústico y con servicio rápido para comer y seguir paseando.
En la plaza central de Hudson Yards, al lado de The Vessel se inauguró The Shed, un centro cultural con una llamativa estructura brillante. Y, enfrente, está The Shops, con tiendas de lujo, para reafirmar que es un barrio de ricos, con departamentos en las nuevas torres que promedian los 8 millones de dólares. Desde el 4° piso del paseo de compras estará la recepción por la que se accederá a la que será la gran inauguración del 2020: Edge, que abrirá el 11 de marzo. Se presenta como el mirador al aire libre más alto del hemisferio occidental y estará en el rascacielos 30 Hudson Yards.
Edge, con una plataforma triangular que se escapa del piso cien, estará a 335 metros de altura. El sector triangular será al aire libre y tendrá un espacio del piso vidriado para ver 100 pisos para abajo. Este gran balcón al aire libre de 696 metros cuadrados estará rodeada por 79 paneles de vidrio, cada uno con un peso de 635 kilogramos, fabricados en Alemania y terminados en Italia.
Todavía en obra y con casco obligatorio, reciben grupos de prensa para mostrar como será el acceso al mirador, con un sector multimedia interactivo y una especie de exposición sobre el nuevo barrio, que cuenta que Hudson Yard está construido sobre plataformas ganadas al agua y los espacios públicos tienen más de 3000 plantas nativas de Nueva York. El ascensor vidriado hasta el piso 100 tardará un minuto.
Desde hace unos días, a tono con esta época del año, se sumó Shine on, una instalación de luz y sonido navideña con estrellas gigantes, con más de 12.000 luces led que a las cinco se encienden.
El renovado Empire State
Con la inauguración hace poco más de cinco años del observatorio del One World Trade Center, en el edificio más alto de Nueva York, en la zona donde estaban las Torres Gemelas y la próxima apertura de Edge, el icónico Empire State, que fue el edificio más alto del mundo durante 40 años, no podía quedarse de brazos cruzados.
Así que durante el año puso manos a la obra y renovó por completo el mirador del piso 102 y el acceso al edificio, que fue inaugurado en 1931 y que recibe cuatro millones de visitantes por año.
Ahora, los que quieran subir a los miradores deben entrar por un acceso exclusivo por 20 West 34th Street, a metros de la Quinta Avenida. Con terminales para sacar las entradas, el recorrido lleva, luego de pasar por los scanners de seguridad, por un circuito que cuenta la historia de la construcción del edificio, recuerda las películas en las que el Empire State fue tan protagonista como los actores y hasta permite caer en las garras de King Kong, cuando abraza la torre y se lo me moverse por las ventanas.
El primer ascensor lleva, mientras se mira como se fue construyendo el edificio de manera fugaz, hacia el piso 86.
En este caso, es abierto (por unos meses más es el observatorio al aire libre más alto de la ciudad) y ofrece binoculares para vistas más precisas, con el frío y el viento en la cara. Luego hay que tomar otro ascensor, en este caso vidriado, hacia el observatorio en el piso 102, que reabrió en octubre.
Ahora tiene una vista completamente despejada del piso al techo, con ventanales de vidrio de 2,40 metros de altura. De allí se ven claramente los árboles con las hojas rojas del Central Park, de un lado y el sur de Manhattan, por el otro. Este observatorio es cerrado, a prueba del invierno.
Luego, infaltable, una gran tienda con todo tipo de recuerdos alegóricos. A la salida, se puede comer en alguno de los restaurantes que hay en la plata baja, como Tacombi especializado en comida mexicana y con preciso razonables, donde suelen almorzar los empleados del edificio
La remodelación del MoMA
Los que estuvieron en el verano norteamericano en Nueva York lo habrán lamentado: el MoMA (Museum of Modern Art) estuvo cerrado durante cuatro meses por reformas. En octubre reabrió con 3700 m2 adicionales, que representa un tercio más de la superficie de exposición y nueva organización de las muestras. La gran obra incluyó la demolición de un museo vecino y una inversión de 450 millones de dólares.
Con la frase Hello. Again en tamaño gigante en una de las paredes de plata baja (que se puede recorrer de manera gratuita), el MoMA recibe a los visitantes en el renovado edificio de West 53 Street, a pasos de la Quinta Avenida en el Midtown de Manhattan.
La nueva propuesta incluye un laboratorio de creatividad en el segundo piso y una mayor rotación de obras, que será cada 6 meses, aunque los imperdibles, los que todos quieren ver estarán siempre, como La noche estrellada, de Vincent Van Gogh; Danza I, de Henri Matisse; Las señoritas de Avignon, de Pablo Picasso; Broadway Boogie-Woogie, de Piet Mondrian; La Gitana Dormida, de Henri Rousseau y Los Amantes, de René Magritte, entre muchos otros.
Compras con descuento
Staten Island, uno de los cinco distritos junto con Manhattan, Brooklyn, Bronx y Queens que forman Nueva York, es definitivamente el menos turístico y conocido.
Los visitantes suelen aprovechar el viaje gratuito en un gran ferry naranja que sale cada media hora desde Staten Islans Ferry Terminal, en el Distrito Financiero de Manhattan (junto al parque Battery), y que navega a metros de la estatua de la Libertad. Un viaje de lo más placentero, con vista al skyline de la ciudad y que vale la pena aprovechar porque es sin costo. Pero apenas ponen un pie en la isla, regresan en el mismo barco sin siquiera darle una oportunidad a este barrio.
En mayo, a metros de la terminal del ferry se inauguró Empire Outlets, el primer centro comercial con tiendas outlets de Nueva York. Todavía está en pleno crecimiento, y ofrece pocas opciones, pero para los que tienen ganas de comprar algo vale la pena darse una vuelta y dedicarle unas horas. Hay locales de Nike, H&M, Crocs, Banana Republic, Columbia, Gap, Guess, Levi’s, entre otros. Y también opciones gastronómicas, lo justo para despuntar el vicio.
Si se va en plan de compras salvajes, mejor tomarse el día para ir a Woodbury Common Premium Outlets, que es mucho más completo, a una hora de Manhattan, pero claro, el viaje es más largo y costoso.
Si queda tiempo después de las compras y el clima acompaña, se puede caminar por la costanera de 4 kilómetros de Staten Island, una de las más largas, con vista a Manhattan a la distancia y comer unas tapas en Besos, un restaurante muy concurrido cerca del outlet, antes de regresar al ferry. Hay un memorial dedicado a los muertos en el atentado del 2001, que mira hacia donde estaban las torres.
Dentro de la isla circula una línea del metro, que la atraviesa y varios colectivos.
También tiene una zona de museos frecuentados por escolares, donde se destaca el de ciencias naturales y el Snug Harbor Cultural Center & Botanical Garden donde hasta el 12 de enero, cuando cae la noche, se hace un festival de linternas con espíritu navideño.
Datos útiles
Cómo llegar
Aerolíneas Argentinas vuela a Nueva York (al aeropuerto JFK) cuatro veces por semana (domingo martes, miércoles y viernes). Tarifas desde 65.000pesos para fines de enero. En la época de las fiestas las tarifas son más caras.
Trasporte público
Antes de comprar pases para el metro hay que calcular cuanto se viajará. Si se va a viajar mucho, muchísmo, conviene la Metro Card que da viajes ilimitados por 7 días y cuesta US$33. La puede usar una sola persona, no se comparte. Y también sirve para viajes en colectivo.
Si se va a viajar menos se puede comprar la Metro Card recargable, que cuesta 1 dólar y recargarla según lo que se necesite. Cada viaje en subte cuesta US$ 2,75; la tarjeta se puede compartir. Un solo viaje individual cuesta US$3.
Dónde dormir
The Benjamin. Está en el Midtown de Manhattan, estratégicamente cerca de todo. Ofrece spa, restaurante, habitaciones cómodas con heladera, microondas y vajilla. 125 East 50th Street. Tarifas desde 280 dólares para dos personas. www.thebenjamin.com
Entradas
The Vessel. El acceso a The Vessel es gratuito, solo hay que reservar la entrada en la web www.hudsonyardsnewyork.com y se puede hacer con dos semanas de anticipación al día de la visita. En la misma Web se pueden comprar las entradas para Edge, que ya están a la venta. Cuestan desde 36 dólares por persona.
Empire State. El acceso al piso 86 cuesta 42 dólares por persona. Si se quiere subir al 102, hay que adicionar 20 dólares. Las entradas se pueden comprar por la Web a mejores precios. www.empirestatebuilding.com
MoMA. La entrada cuesta US$25; menores de 16 años, gratis. Abre todos los días de 10 a 17.30. Entrada gratuita los viernes, de 17.30 a 21. Está en 11 West 53 Street, Manhattan. www.moma.org
CityPASS. Para los que visitan por primera vez Nueva York y quieren ir a las atracciones clásicas, el CityPASS es una buena alternativa para ahorrar: en total se paga un 42% menos que en tickets individuales. Entre las atracciones incluidas está el Museo Metropolitano de Arte, el Museo Guggenheim, el acceso en ferry a la Estatua de la Libertad y la Isla Ellis, el memorial y museo del 9/11, el Empire State y el Museo de Historia Natural. Cuesta US$132. Se compra en cualquiera de las atracciones que se visite y además, se evitan las colas.
Compras
Empire Outlets. Desde la app Staten Island Ferry se accede a descuentos con el código 75988. https:/empireoutlets.nyc
Más información
NYC & Company, www.nycgo.com