Cómo es Mussomeli, el pueblo de Sicilia donde una argentina compró su casa por 1 euro
Mussomeli es uno de los pueblos italianos en el corazón de Sicilia que, al igual que Sambuca, vendía casas a precios bajísimos con el objetivo de poblar su territorio. Una argentina no lo dudó y se embarcó en el proyecto que busca combatir la despoblación y el éxodo de los jóvenes a centros metropolitanos. ¿El resultado? Hoy es propietaria de una vivienda de 250 metros.
En mayo se abrió la convocatoria y 138 casas salieron a la venta a un euro con una única condición: solo podrían ser adquiridas por alguien que se comprometiera a reconstruirla. Desde entonces, se vendieron más de 120 viviendas.
El contrato traía un detalle: quienes no la renueven en tres años deberán pagar los 5000 euros del depósito.
Además, se agrega otro factor: los costos administrativos y los impuestos suman unos 4000 euros más. Y a eso hay que añadir el costo de llegar volando hasta allá: unos 1000 más desde Argentina. En total, serían poco más de 10.000 euros de base de los cuales 5000 se recuperan si se cumple con el proyecto. Para anotarse hay que visitar el sitio oficial de Case1euro.
Los atractivos del pueblo
Mussomeli se encuentra en el medio de la isla y allí viven 11.000 personas. Ubicada en una zona montañosa, al este del río Platani, en el centro de Sicilia, tiene una elevación de 765 metros sobre el nivel del mar, lo cual le da una vista imponente desde las ventanas de sus casas.
El aeropuerto más cercano está a 150km, en Catania, y su temperatura es, en promedio, muy buena: ni muy frío ni muy caluroso. El clima es más bien continental, rígido y seco en invierno, cálido y ventoso en verano, con temperaturas mínimas en invierno de 3-6 °C y una máxima en verano con pícos de 35 °C.
Es conocida por ser uno de los lugares más seguros de Italia, gracias a un sistema sofisticado de video que controla todos los rincones y de un buen número de policías per cápita. En consecuencia, no ha habido robos desde hace años, y se destaca una presencia de numerosas fuerzas policiales que controlan la ciudad.
Como suele pasar en los países europeos, los pueblos más alejados de los centros corren peligro porque las tasas de natalidad son bajas. En los últimos 50 años, la población se redujo de 15.000 habitantes a casi 11.000. Por eso, gran parte de la ciudad está abandonada con casas de piedra muy antigua que necesitan de mucho trabajo para verse como hogares, lo que llevó a los gobiernos a tomar políticas destinadas a repoblar el pueblo.