Los mejores lugares para comer en La Cumbre
La Cumbre es un lugar detenido en el tiempo de las frambuesas, de los higos maduros que manchan la boca o se caen del árbol directo a la olla de cobre para hundirse en un almíbar eternamente dulce, la miel de tus amores que no estaba hecha de flores como dice la canción.
En La Cumbre, cerca del cielo, hay caballos que se pierden en senderos de piedra y roca, y ríos transparentes como el Pinto… Rincón selecto de sierras y atardeceres como los que supo reflejar el pintor Miguel Ocampo, ofrece lugares tradicionales que de tan viejos se vuelven vintage y actuales. Como el Golf Club La Cumbre construido por Alberto Lagos, el abuelo del Gato Dumas: su terraza donde se puede tomar algo –los gin-tonics son famosos–, posee una vista espectacular de la zona.
Otros tragos old fashioned resultan los Coloraditos del bar Vuelve a la Vida del escocés Peter Kirkwook, sobre la calle Belgrano, dentro de la galería. En esta misma línea de clásicos, El Toboso (de los abuelos y padres de Martín Rebaudino, dueño y cocinero del restaurant Roux en Buenos Aires) ofrece las mejores empanadas fritas y un memorable chivito con ensalada de berros y papas españolas.
Pero también hay nuevas propuestas: cuatro espacios gastronómicos abrieron en forma reciente: Diquesí, Mola, La Urraca Cocina, y se sumó en febrero último el puesto de hamburguesas La Flor. La heladería Sí Quiero ostenta sus gustos maravillosos (durazno con dulce de leche, frambuesa de verdad, crema de lavanda). Entre otras aperturas.
LA URRACA COCINA CASERA
Hace un año que Mery Duggan y Carlos Santillán abrieron @laurracacocina, restó ideal para comer la mejor tortilla baveuse de La Cumbre en el patio bajo el tilo o adentro si refresca. La bondiola se cocina mil horas al horno de barro con cerveza y luego se deshilacha: viene con puré de batatas y el mejor chutney, receta de la madre de Carlos. De postre, la mousse de chocolate sin gelatina y de huevos de verdad.
Los platos son abundantes, se pueden compartir y agrandar aún más con un 30 por ciento de recargo: si pide bien, los precios son moderados.
Se suma a esta propuesta los nuevos ahumados La Catalina: Carlos está ahumando en frío y caliente. Hasta hora hicieron aves, cerdo, carne vacuna. La Catalina es un tráiler: la idea es llevarlo y traerlo a los eventos y ferias públicas y privadas. En breve comenzarán a vender en el pueblo.
En verano abre de martes a viernes por la noche; sábado y domingo mediodía y noche. Sarmiento 17, (03548 15466330).
Tip: atendido por dueños, el local se encuentra pegado a la reconocida casa homónima de decoración de La Cumbre.
HILANDO FINO Y VIVA LA PEPA
Hace 9 años que Lunchi González Urquiza comenzó a recibir invitados en su vagón-taller de marcos al que le sumó venta de blanquería: sábanas, cubrecamas, almohadones, diseñados por ella y confeccionados por un grupo de costureras de La Cumbre. Todos venían de visita. Se sumó Lucila San Román, su hija, y el galpón se amplió hasta convertirse en un negocio de delicados hallazgos, producto del arte de buscar y resignificar artesanos y técnicas milenarias. Así nació Hilando fino, casa de decoración y diseño de muebles de Santiago del Estero, cestería de Copacabana, artesanías de Formosa, cerámica de Córdoba y Salta, entre otras provincias.
Más tarde llegó la pastelería de Viva La Pepa, su otra hija, Josefina San Román. Ahora Hilando Fino funciona en una casa y Viva La Pepa Patisserie en el vagón extendido al jardín, con su recomendable torta mousse de chocolate, la cheesecake de maracuyá, las tartas de frambuesa de La Quinta del Ruso San Román, el tercer hijo de Lunchi, con té de Tealosophy. Y en febrero último abrió La Flor, puesto de hamburguesas y tragos, entre otros sándwiches.
Virrey Sobremonte s/n, Tel. (03548) 452798. La Flor abre de 12 a 15 y los otros dos negocios de 10 a 14 y de 17 a 21.
Tip: excelente budín de naranjas para celíacos.
DIQUESÍ
Este chiringuito de autor de Santiago Blondel abrió en enero en el galpón del Dique San Jerónimo, a 8 km de La Cumbre. Ofrece cortes de carne desde una coqueta parrilla a la vista, más las preparaciones provenientes del horno de barro y ensaladas de verduras y flores de huertas vecinas, platos para que el programa del Dique valga aún más la pena. Porque es la comida de este talentoso cocinero en versión tranquila, a precios accesibles. Y porque todo lo que ofrece es de máxima calidad: empanada de ossobuco o de vegetales, buenos sándwiches entre $240 y $430 con papas fritas pai (de bondiola, hamburguesa clásica o de carne de oveja, de vegetales con pan pita, choripán). Las salsas, originales y ricas: sweet chilli, mayonesa ahumada, mostaza casera, chutney de durazno. El pejerrey frito con mayonesa picante por $300 se puede compartir.
Funciona la autocomanda pero no el autoservice: hay mozos en el dique de aguas verdes, cascadas y sierras, adonde antes había que llevarse todo porque no había ni agua caliente para comprar. Para beber, agua de vertiente, limonada y vinos.
Dique San Jerónimo s/n, abierto enero y febrero todos los días desde las 12.30 hasta la puesta de sol; luego de viernes a domingos y feriados. Sin reservas.
Tip: ideal para combinar y hacer cabalgatas bellísimas con Carolina Forn, muy cerca del Dique. (La Brandjita, 03548416884).
QUINTA DE FRAMBUESAS EL PUNGO
La Quinta de frambuesas orgánicas El Pungo surgió como proyecto personal de Guillermo (el Ruso) San Román cuando volvió de Buenos Aires un verano y decidió volver al pueblo donde nació.
Hubo que esperar más de dos años para que las plantas que compró en El Bolsón dieran sus frutos. Hoy son aproximadamente 1000 arbustos en hileras de una superficie total de 70 m de largo por 12 de ancho, de las variedades vitrobliss, rubí y autom bliss. Se cosechan de noviembre a marzo para familias, restaurantes, heladerías. También hay frutillas.
"Esta es mi casa –dice, señalando un hermoso rancho del 1900 de paredes gruesas–. Me levanto y cuido las plantas, cosecho, miro, compro lo que les haga falta", cuenta este micro emprendedor que eligió vivir más tranquilo con el color de los cielos y el olor a romero y a marcela silvestre, en las sierras. Para comprar frambuesas, llamar por el 03548 59-0074.
Tip: se puede comprar el dulce de sus frambuesas y tomar un té con tortas de estos frutos rojos en Chilu’s Cosas Ricas (Los Molles sn, Los Cocos, todos los días de 16 a 21, 11 59602779, celular).
GAPASAI
Hay restaurantes que merecen una peregrinación para conocerlos, el viaje desde donde sea para obtener esa experiencia sublime ligada al paladar que nos haga gozar. Tal es el caso de Gapasai, la cocina del entorno del chef Santiago Blondel en La Cumbre, que lleva adelante junto con sus hermanos y familia hace ya diez años. De hecho Ga es Gastón, el sommellier; Pa es Pablo, el de los números; Sa es Santiago, el cocinero ganador del premio Prix Baron B Edition Cuisine por su proyecto gastronómico y I es Inés, la pastelera y artista, artífice de que todo funcione bien. Su cocina busca recuperar el trabajo familiar y local de las familias ligadas al bosque nativo y los ecosistemas serranos.
El menú Ciclos de 10 pasos de cocina –$ 3500 sin bebidas– recorre el bosque cordobés en peligro de extinción –"sólo resta el 3 por ciento", advierte Santiago con preocupación–, pasando por raíces, frutos, brotes, carnes de río o de monte, flores, tallos y semillas. Incluye técnicas modernas y milenarias e ingredientes como el mistol, el molle, el pejerrey de los diques, los camarones de río, la algarroba, la peperina, el paico, la leche de oveja, la vizcacha, la paloma. La experiencia viene con vinos seleccionados por Gastón Blondel de una cava lo más federal posible (ofrece vinos cordobeses), de 75 etiquetas. Rutini Wines tiene su conveniente menú especial.
Si elige el Menú Platitos podrá tomar un trago de autor y dos o tres entradas a $300 cada una en la terraza en la puesta de sol. Abre de martes a domingos desde las 20 en verano. (Cerró por la pandemia de coronavirus)
Tip: comenzar la visita por la terraza y su atardecer y seguir por el salón, el menú Ciclos y su despliegue: esa sería la noche ideal, con pernocte en la lindera posada Gapasai.
MOLA
Nueva propuesta gourmet emplazada en el centro del pueblo donde antes funcionaba Kasbah, con comida rica a precios medios. Pruebe las milanesas de molleja, el pollo satay con salsa de maní, la entraña ahumada. Uno de sus fuertes es el pan, que proviene de la panadería El Hornero, con libritos para comer y tomar mate hasta morir. Sarmiento 6, Tel. (03548)15468455. Lunes a sábados por la noche; domingo mediodía y noche.
De lavandas y museos
Domaine de Puberclair: plantación de lavandas, cultivo, destilería y esencias de lavandas. Fabricación de perfumes de corte artesanal desde 1980. Es hermoso ir cuando están cosechando los campos de lavanda y el horizonte se vuelve violeta. Córdoba y Ruta 38. www.lavandas.com. Lunes a sábados de 9.30 a 13 y de 16 a 20.
El Paraíso, de Manuel Mujica Láinez: La Cumbre es también La Cumbre del Paraíso de Manucho Mujica Láinez y sus libros, museo-jardín que queda en Cruz Chica. Como su nombre lo indica, el jardín de El Paraíso parece El Jardín de las Delicias, de tan bello. La casa, patrimonio histórico, preserva los objetos dilectos del escritor.
Lainez s/n, Cruz Chica. Abre de jueves a lunes de 10 a 13 y de 17 a 19. Entrada: $ 250.
Sala Miguel Ocampo . El famoso artista abstracto vivió en La Cumbre sus últimos 36 años haciendo lo que más le gustaba: pintar. Hoy su museo-sala de exhibición permanente alberga 700 pinturas y 2000 dibujos. Avenida Argentina y José Hernández 630. Abre de jueves a domingos y feriados de 11 a 13.30 y de 18 a 20.30. Mayores: $ 180; menores de 12 años gratis.