Martín Penot y Fefo Bouvier son fotógrafos. No se conocen personalmente, pero ambos se ocupan de retratar los cielos de su tierra, Uruguay.
Las últimas luces de la noche, la Vía Láctea, la luna saliendo o poniéndose en el horizonte, un eclipse, una lluvia de estrellas o una tormenta con rayos que explotan sobre el mar; y entre todo eso, las brillantes noctilucas de las noches de verano del este oriental, las que Jorge Drexler llama un punto en el mar oscuro, donde la luz se acurruca, son sus temas fotográficos.
Penot y Bouvier empezaron de chicos a curiosear el cielo con telescopio y binoculares. Les gustaba levantar la mirada y ver la luna o "la banda ancha de luz brillante en el cielo" que formaban las estrellas. Con los años, la curiosidad se convirtió en pasión y en oficio.
Coinciden en que la paciencia y el uso del trípode son la clave - por la espera y las largas exposiciones que requieren este tipo de imágenes - y en que pasar frío siempre vale la pena. Recomiendan planificar la toma con anticipación y, si es posible, "explorar el lugar durante el día", agrega Fefo, quien usa la app Photopills para saber cómo estará la Vía Láctea en el cielo durante la noche.