La bandera británica flamea en lo alto del Castillo de Windsor. Una de tres: celebra el nacimiento del tercer hijo del príncipe William, anuncia la boda del príncipe Harry o indica que la reina Isabel llegó para descansar el fin de semana. Razones para festejar sobran por estos días. Mientras la bandera se sacude por el viento, se oye a un guía español que le habla a su grupo y despeja dudas. La Reina está en casa.
El fortaleza de Windsor está a 40 kilómetros del centro de Londres. Es residencia de reyes desde hace 900 años, por eso se lo considera el castillo habitado más antiguo del mundo. Si en los parques y en algunas de sus salas se ven turistas todo el año, con esta primavera se notan aún más. En especial alrededor de la capilla gótica de San Jorge, donde el próximo sábado 19 de mayo al mediodía se celebrará el casamiento de Harry con la actriz norteamericana Meghan Markle.
Cuando termine la misa, alrededor de la 13, los novios harán un recorrido en carruaje por Castle Hill, High Street, Windsor Town y Long Walk, según se confirmó en un comunicado oficial. Pero los festejos no terminarán ahí. El 12 de octubre, la familia Real se volverá a reunir en la misma capilla, para la boda de la princesa Eugenia de York, hija de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés.
Cuando Harry conoció a Meghan
Las tazas con las caras sonrientes de la pareja es lo que más se repite en las vidrieras, pero existe toda una variedad de suvenires por estos días en las calles de Londres. Hay vajilla, llaveros, dedales, remeras, hasta decorados para cupcakes. Todo lo que sea imprimible (si se permite la palabra) vale para llevar la imagen de los novios.
Así como William y Kate tuvieron una cerveza en honor a su unión, el hermano menor y su prometida tienen la propia. Se llama Harry & Meghan’s Windsor Knot. Es una Pale Ale con cebada de la granja de Windsor, en referencia a Harry, y con el lúpulo de la costa oeste de Norteamérica para representar el origen de la novia.
¿Cómo fue? ¿Dónde se vieron? ¿Qué pasó? Las revistas del corazón cuentan que la primera cita de los novios fue en el restaurante Dean Street Townhouse, en el 69-71 de Dean Street, pleno Soho londinense. Un lugar que abre temprano, a las 7, y cierra a la medianoche. Con opciones para desayunar, tomar el té, picar algo antes del teatro o cenar. Los precios del menú son más o menos como el resto de los pubs ingleses. Por ejemplo, el fish and chips cuesta 16 libras, y una cerveza alrededor de 5.
El palacio de Kensington será el hogar de los recién casados. Está entre las estaciones de metro Notting Hill Gate y High Street Kensington. Por supuesto, hay un árbol genealógico que lo habitó, pero la presencia más recordada es la de Lady Di. Como todo palacio, tiene un sector abierto a visitas. La entrada incluye, hasta el 28 de febrero de 2019, el acceso a una muestra sobre Diana. Her Fashion Story es un recorrido que ocupa seis habitaciones y expone vestidos y conjuntos que la princesa usó en actos oficiales.
En cuanto a la torta que cortarán los recién casados en su fiesta, lo más cercano a probarla es ir a tomar el té a Violet Bakery. Los reposteros de este local de pastelería orgánica son los encargados de preparar el pastel del gran día. Dicen que los novios ya eligieron una de limón y flor de saúco. El bar está en 47 Wilton Way, entre la zona de Dalston y la estación de tren Hackney Central.
Clásicos con coronita
En el centro de Londres, el Big Ben parece estar a destiempo de los festejos. Los andamios lo cruzan por tres de sus cuatro lados, desde que empezaron los trabajos de renovación en agosto de 2017. Es una pena, pero así permanecerá hasta que vuelvan a sonar sus campanas en 2021, según lo programado. En cambio, los paseos monárquicos están a la orden del día.
Si la idea es sumarse al clima de festejos en la capital británica, para evitar largas filas y no quedarse sin entrada, lo mejor es armar un recorrido a medida, comprar los boletos por anticipado en Internet y no dejar de marcar en el mapa los lugares más significativos para la realeza.
Justo detrás del Big Ben, la Abadía de Westminster es por tradición la iglesia de las coronaciones. Al menos así se estableció después de que Guillermo, el conquistador recibiera la corona en 1066. Tradición de coronaciones y enlaces: ahí mismo se celebró la ceremonia religiosa de la reina Isabel II con el príncipe Felipe en 1947, y la de William con Kate Middleton en 2011. No fue el caso de Carlos y Lady Di.
Quién no recuerda la imagen de Diana Spencer en 1981 vestida de novia, por las escalinatas de la catedral de San Pablo. Tenía 20 años recién cumplidos y un velo blanco que le tapaba la cara. La realidad es que fue extraño que una pareja heredera al trono no eligiera la iglesia Real de Westminster. De hecho, antes que ellos hubo un casamiento en la catedral 480 años atrás. La de otro heredero que nunca llegó a ser rey, el príncipe Arturo, hijo mayor de Enrique VII.
Torre de Londres
Todo lo que brilla en la monarquía británica está bien guardado en la Torre de Londres. Un castillo medieval, que funcionó como prisión y que hoy custodia el tesoro de la corona. Ana Bolena fue una de las presas más famosas. Un dato curioso es que, sin querer asociarlo con la boda de Harry, fue ejecutada un 19 de mayo, pero de 1536. La casualidad.
Para entrar al complejo histórico siempre se forman filas largas, y por estos días no es la excepción. Cuatro chicas llevan puestas remeras con la cara sonriente de Meghan. Hablan inglés como si masticaran cada palabra con la boca abierta y para confirmar su nacionalidad cada una lleva un prendedor con la bandera norteamericana en la mochila. Mientras la fila avanza lento, ellas como tantos otros le sacan fotos al Yeoman Warder, un guardián ceremonial de la torre, que ordena la espera y charla con los visitantes.
Entre las insignias de investidura, y tantos otros brillos, está la corona que usa la Reina para las aperturas del Parlamento. Mas o menos tiene nombre y apellido. Se llama la Corona del Estado Imperial y tiene 2868 diamantes, 17 zafiros, 11 esmeraldas, 269 perlas y 4 rubíes. Si después de eso dan ganas de seguir mirando, algunas otras joyas también llevan el signo de "en uso" y la Reina las luce en ceremonias importantes. Sí, el sueño de muchas mujeres, entrar en esa sala y elegir qué ponerse para la fiesta.
Los cambios de guardia del palacio de Buckingham son (sin exagerar) los más esperados en toda Europa. El público se amontona minutos antes de la ceremonia para asegurarse una buena ubicación. La marcha de los soldados empieza a las 11 de la mañana, se repite lunes, miércoles, viernes y domingos, y se suspende en caso de lluvia.
Buckingham es la residencia oficial de la Soberana. De las 775 habitaciones que tiene el palacio, sólo se puede visitar un sector de 19 salas decoradas con obras de arte que incluyen pinturas de Rembrandt, Rubens y Van Dyck. Las salas están abiertas al público durante julio, agosto y septiembre. Este verano, habrá una exhibición especial sobre la vida del príncipe Carlos. Una manera de festejar por anticipado su cumpleaños número 70, que será el 14 de noviembre.
Datos útiles
Abadía de Westminster: abre de lunes a viernes de 9.30 a 16.30 y los sábados de 9 a 14. El precio de la entrada es de 20 libras para adultos y 9 para menores entre 6 y 16 años. El 11 de junio se inaugurará una galería en conmemoración al Jubileo de Diamantes de la Reina. Si bien Isabel II cumplió 60 años en el trono en 2012, la exhibición estará lista y abierta al público a partir de este año.
Catedral de San Pablo: se puede visitar de lunes a sábados entre las 8.30 y las 16.30. La entrada tiene un valor de 18 libras para mayores de 18. Los menores de entre 6 y 17 pagan 8. Si se compra con anticipación en la página oficial de la iglesia, se ahorran 2 libras y tiempo de espera para entrar.
Palacio de Kensington: está abierto todos los días de 10 a 17. Para los mayores de 16 años el precio de la entrada es de 14.40 libras, y para menores 7.20.
Torre de Londres; abre de martes a sábados a las 9, y domingos y lunes a las 10. Cierra todos los días a las 17.30, y la admisión es sólo hasta las 17.
Palacio de Buckingham: abrirá entre el 21 de julio y el 31 de agosto, desde las 9.30 hasta las 19. La admisión será hasta las 17.15. Durante septiembre cerrará una hora antes. El boleto para adultos cuesta 24 libras y para menores 13.50. Durante el invierno y la primavera solo abre en fechas especiales para tours exclusivos.
Castillo de Windsor: abre todos los días, entre noviembre y febrero, a las 9.45 hasta las 16.15. El horario de admisión es hasta las 15. Entre marzo y octubre de 9.30 a 17.15, con admisión hasta las 16. El 17, 18 y 19 de mayo permanecerá cerrado, al igual que el 17 y 18 de junio. En el caso de la capilla de San Jorge, cierra a las 16, aunque es posible presenciar la misa de las 17.15. El precio de la entrada es de 20.50 libras para adultos y 12 para niños. Los menores de 5 años no pagan. Se llegacon tren a la estación Windsor & Eton Central, o Windsor & Eton Riverside. En bus, con la línea verde que sale desde la estación Victoria.