Los recortes de gastos siempre son bienvenidos en épocas de bolsillos devaluados y con el impuesto a los consumos con tarjetas en el exterior. No tiene la misma repercusión en la cuenta final reservar mesa en el restaurante de Jamie Oliver u olfatear entre los puestos del mercado de Borough; como tampoco comprar una vuelta en la noria, cuando existen otras opciones para observar a la ciudad desde lo alto sin gastar un centavo.
Gastar lo menos posible es la cuestión y aunque la capital británica tiene fama de ser cara, maneja una versatilidad que contempla todo tipo de presupuesto. Porque finalmente, la idea no es privarse en plenas vacaciones, sino darse el gusto sin que el resumen de la tarjeta de crédito opaque la experiencia del viaje.
Bueno y gratis
Actividades gratuitas en Londres, sin repetir y sin soplar, comenzando ya: ver el cambio de guardia en el Palacio de Buckingham, cruzar por la legendaria senda de los Beatles en Abbey Road, presenciar la ceremonia de las llaves en la Torre de Londres, pisar la línea del meridiano de Greenwich que pasa por la calle Park Vista, visitar a las momias egipcias en el Museo Británico, acompañar (entre las 14.30 y las 15) a los pelicanos del St James’s Park en su hora del almuerzo, acostarse sobre el cesped de Hyde Park, y tantas más que el problema ya no es una economía de viaje ajustada, sino la falta de tiempo.
En esto coincide Elena Gallego, una española que reside en Inglaterra hace más de 10 años, y a través de su guía online Londres en español responde todo tipo de preguntas sobre cómo abaratar costos. "Si bien las atracciones turísticas pagas son caras, como subir al London Eye que cuesta 30 libras, pareciera que Londres trata de compensar con los museos" afirma. Claro, porque a todo esto en la ciudad se suman dos grandes ventajas: parques públicos con mucho encanto y una lista con cientos de museos gratuitos, incluidos los más importantes.
Dicen que las mejores cosas en la vida son gratis, y la cultura londinense honra ese dicho. Quienes lo aprecien pueden retribuirlo en la entrada con una donación. El monto que se recomienda es de 5 libras por persona. "Últimamente las cajas donde se recolecta el dinero tienen más visibilidad para que el público haga su aporte" cuenta Elena, y aclara que no es obligatorio. La lista de actividades libres sigue: recorrer la historia en el Museo de Londres, asombrarse con los dinosaurios en el Museo Natural de Historia, deleitarse con obras de Picasso, Warhol, Dalí y Munch en el Tate Modern, o invertir algunas horas en el Museo de Victoria y Alberto que, con sus 45.000 metros cuadrados, resulta inabarcable en un día de paseo. Cabe aclarar que el ingreso es libre a las colecciones permanentes, pero hay muestras temporales que son pagas.
Por otro lado, hay edificios históricos que tienen su costado gratuito y acotado. Por ejemplo, el boleto a la Abadía de Westminster vale 23 libras (21 si se compra por Internet), o el precio de escuchar la misa. La alternativa ahorro sería visitarla en el horario que dan los servicios con la condición de observar lo que esté al alcance desde el asiento y en silencio.
El caso de la Catedral de San Pablo, donde la entrada vale 20 libras (o 17 precio online), es similar. Según asegura Elena se puede entrar gratis a la planta principal, entre las 16.30 y las 17 y los domingos todo el día. "Si bien no está comunicado oficialmente es posible visitar un sector liberado, aunque el costo es mirar desde ese espacio reducido sin permiso para ir a las tumbas, ni subir a la cúpula" remarca.
Si la idea es explorar la ciudad desde lo alto, a falta de montañas Londres tiene rascacielos, y quien viaja en plan despilfarro cero, no sube al Shard cuando escucha que existe el Sky Garden. La subida al piso 72 del mirador más alto de Londres (a 300 metros de altura) cuesta 25 libras el ticket standard que sólo garantiza el ascenso. Después se puede pagar más y asegurar acceso rápido, y hasta una copa de champán. En cambio, el Sky Garden es un jardín público y gratis. Se lo conoce también por el nombre de su edificio, Fenchurch Street, o por su sobrenombre Walkie Talkie porque la construcción tiene forma de radio transmisor. Como buen jardín está lleno de plantas, tiene vistas orientadas al norte y oeste, restaurante y cafés.
Claro que el paisaje desde un piso 35 no es tan bueno comparado con el del Shard, ni el London Eye que sube a 135 metros, pero como dice el dicho: a caballo regalado no se le miran los dientes. Un detalle importante es que si bien la admisión es gratuita, hay cupo limitado. La reserva se hace a través de la página Web: se elije día, hora, se especifica número de personas, y una vez ingresados los datos personales se recibe un código para entrar.
Por último, si la entrada al estudio de la Warner Bros, donde se rodaron las ocho películas de Harry Potter, supera los cálculos (el pase para adultos cuesta 47 libras) siempre está la posibilidad de ir al andén 9 ¾ de la estación de trenes King Cross. Aunque no es el lugar original de la escena donde los estudiantes suben al Hogwarts Express, todo se montó para hacerlo creer: el carrito que traspasa la pared en la película, una tienda especializada en la saga, y un fotógrafo que retrata a los que esperan en fila, para luego comprarle la foto o sacar la propia.
Pescado con papas fritas
La idea de todo viaje es pasarla bien sin endeudarse. Por eso, entre las opciones para comer, Elena recomienda los pubs como una elección más económica ante el restaurant, y aconseja: "Si bien la gente asocia a los típicos pubs ingleses con sitios donde sólo se puede tomar cerveza, no es así, también se puede comer variado y muy bien". Demás está decir que pedir un Fish and Chips en un pub y que lo sirvan envuelto en papel de diario, a la manera tradicional, es una experiencia bien británica.
Los mercados son otra alternativa. "En el último tiempo se pusieron de moda y a veces los valores son elevados para lo que ofrecen, si se considera que en general se come parado, o en el cordón de la vereda" afirma Elena, que si tiene que elegir el mejor, no titubea en nombrar al Borough Market, por sus productos frescos, carnicería, pescadería, tienda de especias, y platos elaborados de diferentes países. Y destaca uno más: "El de Camden es muy popular, ahí se puede comprar cualquier cosa, desde comida, ropa, suvenires, hasta discos".
Que no falte la merienda
Para tener en cuenta algunos números, en promedio una comida en un puesto ronda un mínimo de 7 libras. Por último, Elena destaca que hay mercados que al ponerse de moda invirtieron en infraestructura. Es el caso de Covent Garden, a donde la gente va con la idea de comprar un plato al pasar y se encuentra con restaurantes poco económicos. "Una feria que crece y su popularidad aún no afectó a los precios es Maltby Street Market, en una zona donde antes habían almacenes de muebles", dice con un dejo de temor por haber revelado el secreto.
El turista que busca una experiencia local anota en su lista de viaje: tomar el Afternoon Tea. Los más exclusivos son el de Fortnum and Mason y el Hotel Ritz, con precios que rondan las 60 libras para sentarse a comer hasta que los scones salgan por las orejas. No hace falta reconvertir la moneda y correr espantado, sino pasar a la alternativa accesible del Cream Tea, un regio té con masas y mermelada que se puede pedir en Wallace Collection y pagar 19.5; en el Court Restaurant del Museo Británico por 22 libras, o en el café de la cripta de la iglesia St. Martin in the Fields (muy cerca de Trafalgar Square) por 8 libras.
A la hora del entretenimiento, viajar a la capital europea de los musicales y privarse de ver uno sería una picardía. Sin propasarse, porque tampoco es cuestión de volver y comer arroz por un mes. En ese caso, si se toma el riesgo de pagar menos, se gana la posibilidad de conseguir entradas a los espectáculos que quedan disponible a último momento. Algunos teatros ponen a la venta media hora antes los boletos que no se vendieron o las devoluciones. Y si no dan ganas de chequear teatro por teatro, hay un puesto con la sigla TKTS en Leicester Square donde venden tickets para espectáculos a costos normales y reducidos.
Paseos sin costo
Abadía de Westminster. Los horarios de misa, momentos en los que el acceso es libre, son: de lunes a viernes a las 8, 12.30 y 17, sábados a las 8, 11.30 y 15; y los domingos a las 8, 10, 11.15 y 18.30. Dirección: 20 Dean’s Yard. Estación de metro: Westminster.
Catedral de San Pablo. Horarios de misa: de lunes a sábados a las 8, 12.30 y 17; y los domingos a las 8, 10.15, 11.30, 15.15 y 18. Dirección: St. Paul’s Churchyard. Estación de metro: St. Paul’s.
Palacio de Buckingham. La ceremonia de cambio de guardia es a las 11 de la mañana, y se recomienda ir con anticipación. Durante octubre se realiza lunes, miércoles, viernes y domingos. Si llueve se cancela. Green Park o St. James’s Park son estaciones cercanas.
Torre de Londres. La ceremonia de las llaves se realiza cada noche desde hace 700 años. Dura 35 minutos y empieza a las 21.30. Para presenciarla hay que reservar: por el momento está completa hasta mediados de 2020. Estación de metro: Tower Hill. www.hrp.org.uk
Sky Garden Para reservar la visita se ingresan los datos personales en skygarden.london y se permite el acceso de lunes a viernes de 10 a 18 y los fines de semana de 11 a 21. Dirección: 20 Fenchurch St. El metro más cercano es Monument Station.
TKTS. La compra de entradas se realiza sólo en persona de lunes a sábados de 10 a 19 y los domingos de 11 a 16.30. The Lodge, Leicester Squarehttps:/officiallondontheatre.com/tkts/
TRANSPORTE
La opción más económica es la Oyster que sirve para metro y bus. Es una tarjeta magnética que se recarga con dinero y ofrece varias ventajas. Por ejemplo, el daily capping significa que a partir de haber usado 7 libras, dentro de las 24 horas, libera transporte gratis por el resto del día. Siempre que los traslados sean dentro de las zonas 1 y 2 del metro. Un dato interesantes es que el bus es más barato que el metro, vale 1.5 el viaje simple, contra2,4 del metro dentro de la zona 1. Si se tiene una tarjeta de crédito contactless, no hace falta comprar la Oyster porque funciona igual. Se pasa por el lector y se efectúa el pago. En ese caso también aplica la oferta de las 7 libras por un día de transporte. La Oyster cuesta 5 libras, cuando se termina de usar se puede recuperar el crédito que no se gastó y al devolverla también las 5 libras, siempre y cuando hayan pasado 48 horas desde su compra. Las tarjetas son personales y no se pueden compartir.
ALOJAMIENTO
Travelodge es una cadena de hoteles económicos. Las habitaciones son básicas, sin mucho espacio ni lujo, pero cumplen con su propósito que es pasar la noche. Están en las zonas céntricas de Covent Garden, Waterloo, Banco de Inglaterra y en King Cross. Premier Inn, son del mismo estilo y están en Leicester Square, St. Pancras y Victoria. Hub by Premier Inn es literalmente lo más ajustado, con habitaciones donde entra una cama y un baño. Son parecidos a los cuartos de Easyhotel, espacios que al final del día son sólo para dormir.
Más información
Consultas sobre tours, descuentos y facilidades, www.londresenespanol.com
Agenda con actividades gratuitas, www.londonist.com