La Península Valdés tiene 4.000 kilómetros cuadrados de superficie, en los que se despliegan bahías, golfos, playas y acantilados que mueren en el mar. Si bien está unida a la tierra por el Istmo Ameghino, los golfos Nuevo y San José le dan cierto carácter insular. Fue declarada Área Natural Protegida por su elevado valor faunístico: es el sitio de reproducción de varias especies de mamíferos marinos, gran abundancia de mamíferos terrestres y una amplia diversidad de aves. Mundialmente reconocida por los avistajes de la ballena Franca Austral, en 1999 la UNESCO la declaró Patrimonio Natural de la Humanidad.
Una recorrida por sus vastos paisajes, incluye los siguientes sitios, a los que se puede acceder con vehículo propio o mediante excursiones.
Istmo Ameghino: considerada la puerta de entrada a la península, es una estrecha franja de tierra que une la Península con el continente. Desde allí se divisan ambos golfos: San José a la izquierda y Nuevo a la derecha. Hay un Centro de Visitantes donde se brinda información sobre la flora, fauna e historia de la Península. Desde el istmo se alcanza a ver la Islade los Pájaros, un importante apostadero de aves marinas al que no se puede ingresar desde 1974: es considerada zona intangible.
Bellezas del sur de la península
Punta Delgada y Faro Punta Delgada están en el extremo sur de la Península, donde hay una colonia de elefantes marinos que puede observarse desde un mirador. Un hotel de campo de la zona ofrece comidas y alojamiento, con actividades. Los huéspedes pueden hacer trekking y cabalgatas por la playa privada de acantilados de 70 metros de altura. El faro también merece una visita: entró en servicio el 1° de mayo de 1905, siendo uno de los pocos faros habitados de la Patagonia. Además de escuchar la historia, también vale la pena la visión del campo y la costa desde arriba. Es posible hacer incursiones nocturnas para verlo en funcionamiento y, de paso, contemplar el cielo estrellado.
Caleta Valdés es un importante accidente geográfico, constituido por una lengua de tierra de 30 km de extensión e islas interiores. A su gran belleza paisajística se le suma otra atracción natural: un importante apostadero de elefantes marinos. Los animales pueden observarse desde miradores escalonados en el acantilado, y desde un sendero de interpretación que llega a la boca de la caleta. En febrero y marzo, llegan las orcas.
Lobos en Punta Norte
Otro punto de la recorrida de la península es Punta Norte, con su colonia de lobos marinos de un pelo y de elefantes marinos. De octubre a abril, es a su vez zona de avistaje de orcas, que llegan interesadas en la presencia de crías de lobos y elefantes. El mejor horario de visita es el que coincide con la marea alta del día (consultar en el ingreso al Área Protegida).
En Punta Norte, a orillas del Golfo San Matías, se encuentra la estancia San Lorenzo. A cinco kilómetros de su casco hay una pingüinera, la segunda colonia continental más importante de pingüinos magallánicos, después de la de Punta Tombo (con 300 mil ejemplares). Las parejas llegan a mediados de septiembre y se instalan hasta fines de abril.
En la zona también se puede visitar el Cañadón de los Fósiles. Y como broche final, nada mejor que degustar un asado de cordero patagónico.
Estancia San Lorenzo
T: (02965) 45-8444/15-40-6304
pinguinerasanlorenzo@argentinavision.com
www.pinguinospuntanorte.com.ar
Gastón Ramos
T: (02965) 15-60-1024
Guía en áreas naturales, especialista en observación de avifauna
Soledad Bembihy
T: (02965) 15-34-0975
Guía provincial de turismo y guardaparque.