La nueva versión premium de los all inclusive
Los hoteles todo incluido dejaron de ser sinónimo de comida y bebida en abundancia y ahora ofrecen servicios de lujo
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Este parece ser el año de los hoteles all inclusive, que lograron altos niveles de ocupación cercanos a la prepandemia. Una de las razones que explica el fenómeno es que el sector de los viajes de placer se recuperó más rápido que el corporativo y los pasajeros buscan opciones para descansar y despreocuparse de todo, pero sin resignar confort, con los gastos establecidos antes de la partida.
Además, cada vez más establecimientos de esta modalidad ofrecen servicios cinco estrellas, gastronomía gourmet e incorporan áreas premium.
Los hoteles todo incluido lograron sacudirse el concepto con el que se lo asociaba tradicionalmente: muy masivos y de mediana calidad, destinados a comer y beber todo el día; fueron evolucionando y lograron posicionarse en los últimos tiempos dentro del segmento de alta gama.
Esta propuesta de alojamiento comenzó en la década del 50 con los Club Med, como pioneros. “Club Med fue el creador de los all inclusive en 1950. Lo que buscaban era otorgar a los clientes una experiencia sin preocupaciones de ningún tipo, idea que reviste una mayor importancia porque el nacimiento de la empresa fue en la posguerra. Desde su introducción, el concepto fue evolucionando y adquiriendo mayor sofisticación en las prestaciones: gastronómicas, hoteleras, edilicias, y llegando a la madurez actual del producto, que incluye el cuidado de los niños, los deportes y las experiencias en familia. Y en lo que refiere a los resorts de montaña, por ejemplo, el all inclusive abarca los pases a los medios de elevación y las clases de esquí y snowboard, parte de nuestro gran diferencial”, explica Pablo Godoy, vicepresidente de Club Med para la Argentina.
Lo cierto es que los all inclusive dieron un salto, se expandieron principalmente por el Caribe y México, donde se concentra la mayoría y desde hace poco siguen sumando más propuestas con servicios exclusivos y crecen las aperturas de propiedades todo incluido en cadenas de lujo.
“Antes los all inclusive se asociaban como vacaciones para comer y beber todo el día con actividades muy masivas sin estar dirigidas a nadie en particular, donde siempre había ruido, bochinche. Eso fue evolucionando, las actividades se segmentaron para diferentes gustos, con deportes y clases de gimnasia; la música se volvió más chill out y la gastronomía orientada al wellness, donde siempre hay muchas propuestas saludables para elegir”, cuenta Mario Viazzo, director de Palladium Hotel Group Latinoamérica.
Y agrega que el cliente es más demandante y busca más exclusividad. Para atender esa demanda, en el Grand Palladium Imbassaí, en Bahía, presentaron recientemente Signature Level, un área premium con villas especiales, diferente gastronomía y bebida y atención personalizada. “Es sorprendente que en nuestro hotel Grand Palladium Costa Mujeres, en Cancún, el sector Familly Selection, un área con servicios diferenciales, como piscina, bar de playa y restaurantes exclusivos, el 30% de los pasajeros sean argentinos. Es una de las nacionalidades que más se destacan en destinos all inclusive, porque viajan mucho en familia, con chicos, no quieren resignar calidad y estos hoteles son una solución”, continúa Viazzo.
Las grandes cadenas cinco estrellas siguen ingresando en el sector all inclusive. A fines del año pasado Hyatt incorporó a su cartera Apple Leisure Group y se convirtió en uno de los mayores propietarios de resorts de lujo con todo incluido en el mundo.
Durante 2021 Marriott International firmó 22 acuerdos para resorts todo incluido, lo que marcó un récord para la compañía.
Hilton es otra de las grandes cadenas que avanza en el camino all inclusive: inauguró tres nuevos resorts en un año en México. “Desde que Hilton entró en el segmento del all inclusive en 2008, ha cambiado el modelo del sector turístico y se ha expandido por México y el Caribe. Los consumidores buscan alojarse con marcas que conocen y en las que confían, especialmente después de la pandemia”, cuenta Nicole Tilzer, directora Senior de Estrategia de All-Inclusive y Resort de Hilton. La cadena también incorporó áreas VIP: “Los huéspedes tienen la opción de subir de categoría. En Hilton Tulum Riviera Maya acceden a check-in privado, zonas de playa y una piscina privada y opciones gastronómicas con menú exclusivo”, ejemplifica Tilzer.
Los hoteles Melía también se sumaron al cambio: “El concepto tradicional de los hoteles todo incluido ha evolucionado significativamente, con un cambio en la oferta de productos y un mayor enfoque en la diferenciación, intentando garantizar experiencias personalizadas y auténticas, muy enfocadas a la integración con la cultura y comunidad local”, finaliza Mynor Espinoza, General Manager Paradisus Cancún By Meliá.
Los all inclusive con servicios personalizados, la nueva fórmula del éxito para pasajeros que buscan no pensar más que en disfrutar bajo cinco estrellas.