Hasta hace muy poquito, Victoria era una ciudad con aire de pueblo chico y siestas largas, de esas donde todos se conocen. Enclavada, como Roma, sobre siete suaves colinas que le dan asombrosas vistas, su historia es puro aislamiento, como la de toda la provincia de Entre Ríos, separada del resto del país durante más de un siglo y medio por el río Paraná. La construcción del túnel subfluvial entre Santa Fe y Paraná, primero, y el puente Zárate-Brazo Largo, después, mitigaron un poco esa situación... pero Victoria queda a 115 km de Paraná, y a 200 de Brazo Largo. Recién con el puente Rosario-Victoria, inaugurado en 2003, la situación empezó a cambiar, y muy rápido. En 2005, un enorme casino se instaló sobre la barranca y toda la ciudad adoptó un perfil más turístico, sin perder la calma que es su mayor patrimonio.
Rejas custodian el pasado
A Victoria la llaman la ciudad de las rejas, por la costumbre de sus primeros habitantes de decorar sus casas e instituciones con herrería. Eran artesanos vascos o genoveses que a fines del siglo XIX y principios del XX le transmitían a sus creaciones un estilo particular. Luego llegaron rejas de estilo francés, alemán y de otros tipos. Al caminar las calles de Victoria con atención, se puede notar la diversidad de tamaños, de formas, de tonalidades y de terminación. Otro rasgo que marca la presencia de la inmigración vasca es la profusión de canchas de pelota paleta, algunas semiabandonadas pero muchas otras todavía en uso.
El antiguo barrio de las Caleras o Quinto Cuartel, en las inmediaciones del Viejo Puerto, guarda la historia del primer asentamiento. Es también una suerte de museo de rejas, que ofician de portales a viejas casonas de patios inmensos y aljibes. Recorriendo la zona aún se pueden ver las ruinas de algunos de los históricos hornos de cal de la región, de donde salió el material para construir buena parte de la ciudad de La Plata.
La plaza San Martín es el núcleo de la ciudad, con una estatua del Libertador en el centro. En torno a ella están los edificios más importantes, como el templo parroquial, el Palacio Municipal, los Tribunales, el Club Social y el Club Trabajo y Placer. La arquitectura mezcla los estilos italiano, art nouveau y francés, entre otros. La iglesia, que empezó a construirse en 1872 en veneración de la Virgen de Aranzazú, está construida en estilo romántico medieval.
En una vieja casona de 400 metros cuadrados sobre la avenida Congreso de 1816 funciona el Museo de la Ciudad "Carlos Alberto Anadón", con objetos de fines del siglo XIX que dan cuenta de la vida cotidiana de esos tiempos: fonógrafos, indumentaria, armas, herrería antigua, instrumental de medicina, numismática, imágenes religiosas y fotografías de época.
Un dato de color es el museo privado Visión ovni, dedicado a los fenómenos extraterrestres.
Al atardecer, la mejor vista sobre el riacho Victoria se obtiene desde el mirador de la virgen de Fátima, en lo alto de la barranca.
Museo de la Ciudad "Carlos Alberto Anadón"
Congreso 593
T: (03436) 42-1063
museoanadon@uol.com.ar
www.museocarlosanadon.org.ar
Visión Ovni
San Miguel y Rondeau
Viernes, sábados y domingos de 10 a 12.30 y de 16 a 19; en verano, de martes a domingo
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