Bosques y museos, una Catedral inabarcable, una casa revolucionaria y gastronomía en pleno despegue. La capital provincial, sueño de próceres y realidad de jóvenes, en una escapada para todos los perfiles.
El plano de la ciudad es sencillo y regular, para que pueda prestarse a todas las modificaciones. Las calles, cruzadas en ángulos rectos, están trazadas a distancias iguales, de amplitud uniforme, plantadas de árboles y designadas por números de orden. De medio en medio kilómetro, la calle, tres veces más ancha, toma el nombre de paseo o avenida. Lo imaginó Julio Verne en 1879, lo concretó Pedro Benoit en 1882. Ficción y realidad se fundieron en la Exposición Universal de 1889 en París, cuando –según el mito– el hombre que había creado la ciudad de France-Ville para su novela Los quinientos millones de la Begún entregó al inspirador de La Plata las medallas a la "ciudad del futuro" y a la "mejor realización construida". La ciudad de las diagonales es la cara real de una utopía: lo que los humanos hicieron y lo que dejaron de hacer sobre el cemento planificado en un tablero. Cuando no está saturada de autos (el mediodía es el punto álgido), remite a una Buenos Aires bien hecha: una capital organizada y fluida, con un balance armónico de rutina y ocio, plazas en cada cruce de avenidas, ciudadanos razonablemente felices. Es libre y liberal, el refugio pasajero de miles de veinteañeros que habitan la materia de sus sueños. Acá se conocen y se retroalimentan, se convierten en lo que buscan sin aburrirse en el camino.
ONDA VERDE
La felicidad platense confluye en el Bosque. En las 70 hectáreas que alguna vez ocupó la estancia de la familia Pereyra Iraola, el fundador Dardo Rocha ordenó plantar robles y eucaliptos, trazó caminos, agregó fuentes y fijó el punto de partida en la Avenida 1. Entre juegos para chicos y el aroma libidinoso de las bondiolas, el Bosque convoca a runners y familias todos los días. Los fines de semana está copado por el fútbol: los estadios de Gimnasia y Estudiantes se miran de reojo y en tensión permanente. Más allá del zoo, el Planetario y el Observatorio, el Museo de La Plata se alza como una declaración de principios. Proyectado para impresionar, es exactamente lo que hace. Después de las escaleras con estatuas de tigres de dientes de sable, el busto del perito Francisco Moreno –fundador en 1884 con su colección privada– aparece en el hall central, flanqueado por otros de 14 animales autóctonos: una suspensión temporal en la supremacía del homo sapiens. Con una colección que supera los 3,5 millones de objetos, las 20 salas proponen un recorrido ambicioso, desde el origen del Universo hasta la actualidad. En la sala paleontológica domina el diplodocus. La réplica del herbívoro de 25 metros es la imagen que, potenciada en producciones como Jurassic Park, capturó la imaginación de una generación que empezó a preguntarse cómo alguna vez existió algo tan fantástico sobre nuestra roca giratoria. Para entenderlo, hay que rodearlo: la tibia alta como un humano, la costilla que aprisiona la voracidad del tórax, las vértebras del cuello interminable. El piso inferior también está dedicado a mamíferos prehistóricos como el megaterio y marinos como la ballena azul. Ya en la actualidad, la minuciosidad en la taxidermia de aves y mamíferos inspira una mezcla de pena, miedo y curiosidad. La ambientación es sobria; las bestias mantienen el protagonismo en un contexto pedagógico y civilizatorio.
La planta superior tiene otros 14 bustos, esta vez humanos. Al otro lado de la incorrección política, las placas explican: "indio del altiplano", "viejo toba chaqueño". En la sala dedicada a las culturas precolombinas hay cerámica del Tawantinsuyu, esculturas mesoamericanas y vasijas de Nazca. La egipcia guarda los ataúdes de Tadimentet y Herwodj, mujer y hombre de la Época Tardía encontrados en Menfis. Con instrumentos musicales, ropa y embarcaciones, la sala etnográfica se centra en las culturas argentinas. El recorrido termina en un espacio dedicado a Moreno, que exhibe su biblioteca con ejemplares de Darwin y sus objetos de trabajo. El perito, un hijo de su época que llegó a exponer a caciques patagónicos para que los estudiaran sus colegas, se hubiera sorprendido con la decisión de 2006, cuando las autoridades del museo dejaron de exhibir restos humanos americanos como un reconocimiento a los pueblos originarios.
ESPIRITÚ Y MATERIA
Cuando el porteño Dardo Rocha visitaba La Plata, lo miraban de reojo. Llegaba en tren, daba unas vueltas en carruaje y se volvía a Buenos Aires. El día que le reprocharon que no tenía fe en la ciudad que había fundado, decidió mudarse a una casa de la calle 50, hoy convertida en museo y archivo. Hay sillas renacentistas y un secrétaire de decoración exquisita; un escritorio rodeado de diplomas por su participación en la Guerra de la Triple Alianza; una strelitzia que trajo de sus viajes por África. El plato fuerte se sirve en la sala contigua: la caja de plomo y la redoma de cristal que contuvieron las medallas, el bastón de mando, la pala con aplicaciones de oro y plata, el tintero de bronce y el pañuelo de seda que se habían enterrado el día de la fundación para ser exhumados 100 años después. Ese 19 de noviembre de 1982 otra colección de objetos volvió a ubicarse en una urna circular bajo la piedra fundamental de la Plaza Moreno; la redescubrirán los platenses del Bicentenario.
La plaza es el centro geométrico del cuadrado de Rocha y Benoit, el punto ineludible para entender la escala demencial de la Catedral inaugurada en 1932. En la esquina de 1 y 53 (rebautizada "Papa Francisco"), el faro urbano construido para verse desde el río funciona como punto de peregrinación de visitantes y locales, como los egresados que se sacan fotos con el pelo enchastrado y semidesnudos, en un gesto que ofende la sensibilidad ultraconservadora del arzobispo Héctor Aguer. Por dentro, el edificio se confirma como el apuntalamiento de un orgullo.
Con las columnas que sostienen un techo inalcanzable, parece creado para criaturas míticas y gigantescas. Los vitrales cortan la sensación abrumadora y por momentos remiten a la Sagrada Familia. En las entrañas de ladrillo y cemento de la catedral neogótica, el Museo propone un recorrido por los andamios que sostuvieron a los obreros españoles e italianos que levantaron la mole, las investiduras y los objetos litúrgicos de las figuras que la condujeron y el órgano que Alberto Poggi terminó en 1903. Los restos de Rocha y su esposa Juana Arana descansan en una cripta de ataúdes mellizos. El ascensor que sube por la Torre de Jesús termina en una plataforma con vistas que pagan la entrada: el Río de la Plata y la línea de Colonia; los 112 metros de la Torre de María recortándose sobre el Estadio Único; el campanario de Veneto con 25 campanas de bronce; el vértigo y la pretensión de tocar el cielo.
CLÁSICA Y MODERNA
La Casa Curutchet es la única vivienda que construyó en América Charles-Édouard Jeanneret-Gris, mejor conocido como Le Corbusier, el arquitecto más influyente del siglo XX. En 1948 el cirujano Pedro Curutchet decidió escribirle una carta confesando su deseo: una casa para él, su esposa y sus hijas, donde también se levantara un consultorio. Era un profesional disruptivo. Le gustaba el arte, sacaba apéndices en las cocinas, había creado técnicas aprobadas por Harvard. Quizá el destinatario se sintió interpelado por ese hombre descarado y talentoso. Quizás creyó que el proyecto le facilitaría la concreción de otro que circulaba por esos días: un Plan Urbano para la ciudad de Buenos Aires. Quizá, como se rumoreó en su momento, simplemente estaba subyugado por la hermana del doctor. Sin explicitar los motivos, aceptó y puso al frente a su discípulo Amancio Williams, que dirigió la obra durante seis años. Más allá de satisfacer al cliente, la casa debía representar los cinco puntos del manifiesto del suizo –elevación sobre pilotes, planta y fachada libre, ventana horizontal y terraza jardín– y su sistema de medidas "Modulor", basado en la altura del hombre y por el cual todas las habitaciones llegarían a los 2,26 metros.
Le Corbusier buscaba responder a las nuevas formas de habitar el siglo XX. La Casa Curutchet cumpliría con todos los requisitos. Desde afuera se levanta como una promesa elegante y discreta. Por dentro transmite la paz de la misión cumplida: adaptación al entorno, aprovechamiento integral del espacio, despliegue virtuoso del talento humano. En la terraza se estudió la inclinación de los rayos solares para que el baldaquino y el brise soleil generaran luz en invierno y sombra en verano. La planta de las habitaciones tiene formas circulares y cuadriculadas. No hay lógica ni previsibilidad; uno puede aparecer por cualquier lado. En el bloque que lleva al consultorio, Le Corbusier introdujo el concepto de movimiento, como Picasso en la pintura. En el centro de la construcción, decidió plantar un álamo que compusiera todo en términos verticales. El espacio de trabajo de Curutchet conserva el instrumental que inventó, su camilla metálica y una foto que lo retrata como un improbable doble de Woody Allen. Las vistas a la Plaza Rivadavia revelan la fachada "torcida"; el arquitecto proyectó una adaptabilidad completa al terreno, que tuviera en cuenta la identidad diagonal de la ciudad. Todo eso llevó a que la Casa (hoy administrada por el Colegio de Arquitectos de la provincia, ente público no estatal) fuera declarada Patrimonio de la Humanidad en 2016. Aunque su popularidad había explotado siete años antes, cuando se usó como set para El hombre de al lado, la película que narra la escalada de violencia entre un diseñador snob que vive en el edificio y un vecino rústico que se obsesiona por construir una ventana en la medianera. Julio Santana –director de la Casa– reconoce que la película potenció la difusión, mientras atravesamos una remake inesperada: en el terreno de al lado, una cuadrilla de albañiles empieza a levantar las paredes de una cervecería.
EL SABOR DEL ENCUENTRO
El cocktail de juventud, urbanidad y aire libre hizo de la cerveza el combustible básico del entretenimiento platense. Hay zonas con una cervecería en cada esquina. A pasos del hotel San Marco, La Modelo funciona como una especie de abuela del fenómeno desde el mismo edificio donde en 1894 empezaron a acopiarse barriles de la compañía del ramo más famosa del país. Bajo un centenar de jamones en estacionamiento, persiste una práctica chocante para los forasteros: las cáscaras de maní se tiran directo al piso, un hábito adquirido en la época del parquet.
Las cosas habían cambiado 120 años después, cuando cuatro amigos se asociaron para abrir Lemmens, un ambiente más sobrio y despojado, pero con la misma obsesión por la bebida de cebada y lúpulo. En un salón con estudiantes relajados y camareros atentos, fueron variando los cuerpos hasta encontrar los ideales en una blond suave y balanceada, y una IPA popular e intensa. Con 18 años de experiencia cervecera en el bar La Mulata, Gabriel Vallejos y Diego Zárate quisieron explorar otros terrenos en Cruel, que desde 2016 se hizo fuerte gracias a una barra que domina un local con lámparas antiguas y público de mayoría sub-30. Inspirado por sus orígenes en Etcheverry, del cinturón frutihortícola platense, Gabriel creó el trago "Golondrina", que usa el emblemático tomate local para homenajear a los cosecheros que iban al comedor de su madre. Lo ejecuta el jefe de barra Nicolás Erazun, que después de mostrar su destreza –la repentización con la muñeca, la alquimia de las consistencias– explica que las claves del oficio pasan por la rapidez, la concentración y la resistencia: puede preparar 300 tragos para 140 personas en tres horas. Mientras la cerveza y los tragos no paran de crecer, la ciudad se abre a otras ideas. Con experiencia en Italia, el País Vasco, Inglaterra y Nueva York, al cocinero Santiago Palma no se le caen los anillos si tiene que descargar un búfalo en la autopista porque el proveedor no entra a City Bell, donde trabaja para el restaurante Atelier. Es una cocina de producto y carnes frescas. Los clientes son fijos, mayores de 35, de buen pasar y afines a los menúes en pasos. En un salón con vistas al verde del suburbio residencial, "buscan lo clásico; hay que ir soltándolos para que se animen", confirma el encargado Facundo Lublin. Atelier también prioriza los vegetales emblemáticos.
Entre diciembre y marzo llega la temporada de un tomate irregular y de maduración rápida, que aún busca ganarse el favor de los verduleros locales. En primavera crece el alcaucil, que tiene denominación de origen y cubre el 80% de la producción nacional. El nuevo impulso gastronómico podría condensarse en un nombre propio. Mauro Colagreco se convirtió el año pasado en el primer sudamericano en ganar dos estrellas Michelin por su restó Mirazur, en la Costa Azul. "Carne es la manera que encontró de estar en su país", dice el cuñado Rafael Lima en el fast food sobre 50 y 4. El chef platense maneja a la distancia una hamburguesería que aplica principios artesanales a escala industrial. La carne de pastura viene de un frigorífico boutique de Magdalena. Los tomates de invierno –usan 40 variedades– están trabajados por un grupo de campesinos sin tierra de Mendoza. Carolina, hermana del cocinero, explica que, para que la movida platense se convierta en movimiento, los cocineros están conectándose cada vez más, especialmente en eventos como Picurba.
Si pensás viajar...
El estacionamiento, sobre todo en el centro y al mediodía, es una misión difícil. En las zonas más concurridas funciona un sistema medido, de 7 a 20 los días hábiles y de 9 a 20 los sábados
CÓMO MOVERSE
City bus. Una alternativa para conocer la ciudad, estilo hop on, hop off, con un recorrido total de 50 minutos. Los tickets se compran en el Palacio Campodónico (Diagonal 79 entre 5 y 6) y en el centro de informes de la Terminal. Cuesta $100 para adultos, $50 para niños de 5 a 12 y es gratuito para menores. Martes a domingo de 11 a 17. Se cancela los días de lluvia.
DÓNDE DORMIR
Hotel del sol. Calle 10 1061. T: +54 221 421-6185. hotel-delsol@speedy.com.ar. Es grande e ideal para familias. El lobby es alegre y luminoso, con pinturas de su dueña, Fernanda Salado. Se divide en dos sectores: la casona (declarada patrimonio histórico en 2006, con pisos de madera originales, puertas, ventanas y baños ídem) y un anexo más moderno, con nuevas habitaciones. Tiene cocheras techadas.
Hotel san Marco. Calle 54 523. T: +54 221 422-9322. reservas@sanmarcohotel.com.ar Céntrico y rodeado de restaurantes, funciona desde hace 40 años en la ciudad. Con habitaciones cómodas y wifi, tiene un perfil corporativo en la semana y más turístico los sábados y domingos. Además de la calidez del personal, el valor agregado está en la prolijidad y los detalles. El desayuno es sabroso: facturas, cereales, fiambres, panes y dulces, con tortas y mermeladas artesanales.. Servicio de cochera.
Único. Calle 4 565. T: +54 221 423-2626. info@hostelunico.com. Hostel ecológico frecuentado por estudiantes, docentes y asistentes a congresos, con espacios comunes abiertos y alegres. En su búsqueda de eficiencia energética, tiene energía solar, tragaluz y ventanales que optimizan el consumo, muebles hechos con rieles y discos de arado. Como plus, organiza muestras rotativas de artistas locales. Incluye desayuno, ropa de cama, toallas, baños en todas las habitaciones, lockers para maletas, aire acondicionado y wifi.
Departamentos Vai. Calle 59 690. T: +54 221 482-0887. C: +54 9 221 463-4191. departamentosvai@gmail.com. Edificio de departamentos modernos y bien ubicados, con cocina equipada, vistas amplias y ambientes luminosos. Hay cochera en el edificio, sujeta a disponibilidad. Mínimo dos noches.
DÓNDE COMER
Cervecería Modelo. Calle 54 496. T: +54 221 421-1321. Cerca del pasado y lejos de la moda, con un público que va desde estudiantes hasta familias, sirve platos abundantes y tiene mozos que trabajan desde hace tres décadas. Algunos de los clásicos son: bife de chorizo de 400 gramos relleno con queso de cabra, entraña grillé con papas, chorizo colorado y panceta, milanesa napolitana. El pan dulce es un clásico de todo el año. Todos los días, mediodía y noche.
Lemmens. Calle 49 1051. T: +54 221 452-5720. Cervecería con buena comida, de elaboración propia: tapas con entraña, hamburguesas de ternera, pollo o vegana, tiramisú. Sus Blonde e IPA se sirven en tres tamaños. La coctelería está en el top five de la ciudad. Todos los días, desde las 19.
Carne. Calle 50 452. T: +54 221 421-9817. El fast food del chef platense Mauro Colagreco es un local amplio y moderno en el que sirven hamburguesas: clásica, completa (panceta, huevo y pepinillos), de cordero (con cebolla morada encurtida y yogur de leche de búfala) y el combo completo (con papas, agua o gaseosa). De lunes a viernes, hay combos para llevar: hamburguesas, papas y gaseosa o cerveza artesanal y papas. Todos los días de 12 a 0.
Cruel barra Morfi. Calle 45 940. T: +54 221 483-0485. La barra es la estrella de este salón de iluminación tenue y ambiente amigable, donde la cocinera Daiana Abreu da Cruz prepara tapas de tortilla, polenta y risotto. La carta se renueva cada dos meses. Los lunes hay degustaciones y los miércoles, un tapeo con cocineros invitados. Hay que probar el negroni de la casa (macerado y ahumado en especias) y la miel de mojito (bourbon y menta) y Golondrina, una reversión más dulce del Bloody Mary con tomates de huertas locales. Todos los días, desde las 19. Próximamente, los dueños abrirán otro local (Miraflores) en la zona de Bellas Artes, con énfasis en las cervezas y los ceviches, la parrilla y el horno de barro.
Atelier. Diagonal 93 184, City Bell. T: +54 221 472-4640. Cocina de producto, con foco en la experiencia por pasos. El chef Santiago Palma sirve en este restaurante de City Bell platos originales como berenjenas a la llama ahumadas en quebracho, mousse y hummus de garbanzo, pesca del día con cremosos de azafrán, naranja e hinojo y bondiola de jabalí, puré de arvejas y habas. De postre, se recomienda la deconstrucción de ananá en gelatina, con sorbete de pimienta rosa y semiesfera de leche de coco. Martes a sábados de 20 a 24; domingos de 12.30 a 15.
Peñón del Águila. Diagonal 74 1560. T: +54 221 421-8944. Cervecería con happy hour hasta las 21. Sugieren maridar las cervezas con hamburguesas, hot dogs o tablas y platos para compartir. Todos los días, desde las 18.
Barbaroja. Diagonal 74 1624. La cervecería de Escobar tiene un happy hour larguísimo: de 12 a 21. Más allá de la apuesta por las cervezas dulces y frutadas, las variedades más exitosas son la pale ale roja y la IPA. Para comer, pizzas, rabas y cosas ricas para picar, como papas con cheddar. Lunes a viernes desde las 12. Sábados, domingos y feriados desde las 18.
Vipentto. Calle 4 1105. T: +54 221 482-3227. Helados súper cremosos, de estilo italiano, pero con sabores bien argentinos como "chocotorta", mantecol y crema del cielo; pero también Rocher, Kinder y Mascarpone con frutos del bosque. La novedad: las paletas. Lunes a jueves, de 13 a medianoche; viernes y sábados hasta la 1. Domingos de 12 a medianoche. Hay delivery de jueves a sábado, a partir de las 20.
PASEOS Y EXCURSIONES
La Plata, Ciudad Oculta. C: +54 9 221 600-7067. laplataciudadoculta@gmail.com. El historiador Nicolás Colombo lleva buena parte de su vida buscando desentrañar la verdad sobre los mitos locales. Autor del libro Misterios de la ciudad de La Plata, organiza recorridos guiados a pie junto al periodista y fotógrafo Marcelo Metayer y las coordinadoras de turismo Carla Caballero y Evelin Bournissen. El circuito "Masonería entre diagonales" devela símbolos ocultos en el trazado urbano y cuenta sobre las principales logias. El llamado "Mitos urbanos de La Plata" repasa historias de maldiciones, fantasmas y desapariciones, mientras que "Misterios del Bosque" se refiere a los hechos y las curiosidades que rodean al parque que existe desde antes de la fundación de la ciudad. Duran dos horas y media.
Museo de la Plata. Paseo del Bosque s/nº. T: + 54 221 425-7744. Su misión es resguardar y difundir colecciones de Argentina y América del Sur. Hay pocos lugares como éste para aprender sobre geología, biología, zoología, paleontología y antropología. Es, además, un centro de investigación y enseñanza. Menores de 12 años, estudiantes universitarios nacionales y jubilados, gratis. Todos los martes, entrada libre. Visitas guiadas de martes a viernes, a las 11 y a las 15. Sábados a las 11, 13, 14 y 16; domingos a las 11, 13, 14 y 16; feriados a las 14 y 16. Para grupos, con reserva. Martes a domingo (y lunes feriados) de 10 a 18. En vacaciones de invierno abre todos los días.
Museo y archivo Dardo Rocha. Calle 50 933. T: +221 427-5591. museorocha@gmail.com. Con testimonios de la vida y la obra del fundador de la ciudad, la casona diseñada por Pedro Benoit preserva los rastros cruciales de este hombre multifacético: fue periodista, soldado, abogado, legislador, gobernador y diplomático. Una de las salas muestra los objetos exhumados de la piedra fundamental el 19 de noviembre de 1982, cuando La Plata cumplió su primer centenario. Se puede consultar la biblioteca y el archivo especializado sobre la capital provincial. Público y gratuito, con visita guiada. Lunes a viernes de 8 a 17; sábados de 14 a 18.
Catedral. Calle 14 entre 51 y 53. T: + 54 221 423-3931. fundacioncatedral@speedy.com.ar. De estilo neogótico y construida íntegramente en ladrillos, mide 120 metros de largo y 76 de ancho, con una capacidad para 7 mil personas. El museo (destacan la cripta de Dardo Rocha y las salas con exhibiciones) está abierto de martes a domingo y los feriados de 11 a 19. Los ascensos (con ascensor) se pueden hacer de martes a viernes de 11.30 a 18; y sábados, domingos y feriados de 12 a 18. El mirador está ubicado en la Torre de Jesús, torre izquierda para quien observa la fachada del edificio. Fue inaugurado en la Semana Santa del año 2002. Menores de 10 años, gratis.
Casa Curutchet. Calle 53 320. T: +54 221 482-2631. La única casa de Le Corbusier en el continente americano integra el consultorio del cirujano Pedro Curutchet con el espacio donde vivió con su familia. Los visitantes escuchan una charla inicial en la planta libre y después recorren la casa libremente. La administra el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires, que suele organizar actividades como obras de teatro y muestras de danza. Este año se estrenó "La obra secreta", a cargo de los productores Mariano Cohn y Gastón Duprat, que habían dirigido la celebrada "El hombre de al lado". Martes a viernes de 10 a 17; sábados y domingos de 13 a 17.
República de los niños. Camino Gral. Belgrano y Calle 501, Gonnet. T: +54 221 484-1409. Referencia del entretenimiento y la educación, reproduce un conglomerado urbano y rural en escala para chicos de diez años en promedio. Incluye la Casa de Gobierno, el Parlamento, la granja y el aeropuerto, entre muchas otras construcciones que se pueden explorar. Menores de 8 años, sin cargo. Los juegos mecánicos (como el Samba) se pagan aparte. Todos los días de 10 a 18. Viernes, sábados y domingos, los locales abren hasta medianoche.