¿Existe Nahuelito? Un documental que promete develar el misterio
"Tengo la certeza de que hay un habitante en el lago, y me gustaría mostrar por donde va este misterio", asegura Miguel Ángel Rossi, director del largometraje Bajo superficie, el habitante oculto del Nahuel Huapi.
Se trata de una película de género documental con técnicas de docuficción sobre el mito de Nahuelito, esa supuesta criatura acuática que habita el lago Nahuel Huapi. El director se sumerge con sus cámaras para develar cuánto de leyenda y cuánto de verdad existe alrededor de ese habitante oculto y mayormente desconocido del que todos hablan, de cuya existencia existen infinidad de testimonios y registros más o menos confusos.
Aún en proceso de filmación, el estreno estaba programado para julio, pero la cuarentena obligó a posponer varios meses la grabación de algunas de las escenas más importantes, como la filmación a 400 metros de profundidad con un robot submarino.
Oriundo de Villa Ramallo, al norte de la provincia de Buenos Aires, la idea de Miguel Ángel Rossi de hacer una película sobre Nahuelito surgió al poco tiempo de mudarse a Bariloche, hace unos 35 años atrás, "no sólo por la cuestión mitológica, sino también como un hecho socio cultural importante en la región". A partir de entonces comenzó a reunir los elementos que en un determinado momento se convirtieron en la estructura del guión original, escrito junto a Roxana Cuezzo, y en abril del último año comenzó a filmarlo con la asistencia de buzos expertos y científicos de Bariloche. Según anticipa Rossi, a causa de su postergación por el confinamiento, terminarían de rodarlo el próximo verano.
"Desde siempre me interesó Nahuelito. Escuché los testimonios de los vecinos y enseguida me puse a buscar trabajos de investigación. Encontré todo un mundo, desde anécdotas risueñas hasta situaciones complejas de accidentes no resueltos, gente que se acercó a contar su historia, relatos de buzos con experiencias buenas y muy malas; testimonios de personal de seguridad, prefectura y científicos que hace 25 años están estudiando las aguas del Nahuel Huapi y sus especies. He visto cientos de fotos y videos, tengo mucha información, mucha confirmación de lo que pasa acá, aunque algunas no son oficiales. Es la primera investigación de este tipo que se realiza en el Nahuel Huapi", asegura el realizador y productor que entre otros largometrajes dirigió Patagonia Confidencial – Capítulo Cero (2017); Mujeres de Hierro (2007) y coprodujo El sacrificio de Nehuen Puyelli (2015).
Testimonios desde hace 300 años
Desde la teoría zoológica hasta la teoría esotérica pasando por la teoría radioactiva, insólitas visiones e hipótesis convergen en esta investigación que se remonta unos 300 años atrás, cuando pueblos originarios de la región como los puelches, poyas, tehuelches, mapuches (o araucanos), dieron cuenta de los primeros avistamientos a un lado y al otro de la Cordillera a través de sus relatos orales.
"La historia más famosa de esa tradición oral es la leyenda del Cuero. Incluso hay un libro que lleva ese nombre, de la investigadora Perla Álvarez, que tiene un espacio importante en la película, porque investigó mucho toda esta temática, antropológicamente y desde el lado del folklore. Hablamos de relatos orales de hace unos 300 años, ya que no hay documentación fiable para hablar de mucho tiempo atrás", apunta el director.
Entre los hallazgos más importantes de la investigación destaca un registro de Prefectura Naval Argentina de la década del 60. "Durante un montón de días siguió en el lago Nahuel Huapi un objetivo no identificado. En un principio se pensó que era una especie de submarino extranjero, pero en un determinado momento desapareció del radar y nunca se pudo saber qué fue", desliza Rossi con suspenso.
En cuanto al tramo del rodaje subacuático, cuenta que realizaron las primeras pruebas a 80 y 100 metros de profundidad y posteriormente se sumaron científicos del Centro Atómico Bariloche, que construyeron especialmente un robot submarino sumergible hasta los 150 metros.
"Los buzos filman hasta una determinada profundidad. Si bien el agua es muy cristalina, después de los 70 metros ya no hay luz natural y se explora con luces led y cámaras operables a control remoto, en general sostenidas por una fibra por donde llegan las imágenes en directo a los monitores. Hasta ahora hemos llegado hasta los 150 metros, pero todavía nos falta la parte más importante con un robot submarino de una empresa que trabaja en Chile, en el océano Pacifico, con cámaras que llegan hasta los 400 metros de profundidad, la zona de mayor avistamiento, que nos va a dar la certeza de todo lo que estamos haciendo", explica el director.
El marco de la exploración es un espejo de agua de 53 kilómetros cuadrados y una profundidad de 464 metros, sin contar las grietas donde se calcula que la profundidad es mucho mayor, tal vez el último refugio del misterioso y escurridizo Nahuelito.
"Puedo confirmar que hay rayas de agua dulce de seis metros, y después hay otro animal que yo no puedo definir la forma, pero es como ovalada, grande como si fuera un colectivo oscuro, que fue visto por mucha gente. A veces se ve la parte de arriba, como un lomo, un cuero. La certeza que tengo es que en el lago hay un habitante, y esta investigación será una bisagra para develar el misterio".