Son las abadías y claustros más inquietantes del continente. Fueron levantados en escenarios majestuosos por monjes que buscaban orar cerca de Dios. Entre mares, rocas y bosques, hay que saber cómo y cuándo recorrerlos. Las distintas arquitecturas, las historias de escribientes, los cleros y los hábitos que hacen al misterio que encierran.
Meteora - Grecia
Su nombre significa "rocas en el aire". Es el conjunto de peñascos que quedaron al descubierto tras ser esculpidos por el agua hace 30 millones de años. Sobre las cuevas naturales de esas rocas, en los valles de la provincia de Tesalia, en el siglo XI, un grupo de monjes ortodoxos se instaló para vivir como ermitaños. Querían orar cerca del cielo. En 1336 construyeron el primer monasterio, Megalo Meteora y cómo lo lograron es una incógnita al día de hoy. En total levantaron 24, de los cuales varios fueron bombardeados durante la Segunda Guerra Mundial. Ahora quedan 13 y sólo seis son visitables.
Meteora está a cinco horas en auto de Atenas y tiene como punto de partida las ciudades de Kalambaka y Kastraki. Desde ahí se asciende en auto o caminando (son diez kilómetros) al Moni Agia Nikolau Anapafsa –el más cercano–, Moni Megalou Meteorou –el más espectacular–, Moni Vaarlam –con frescos bellísimos–, Moni Agias Varvaras Rousanou –se llega por un puente–, Moni Agias Triados –más difícil subir, pero con una vista insuperable– y Moni Agiou Stefanou –último del recorrido–. Todos son una incógnita a develar.
De Suso en San Millán - España
Junto con el monasterio de Yuso, Suso está en el minúsculo pueblo de San Millán de la Cogolla, sobre la Sierra de la Demanda, a unos 700 metros de altura. Construido en el año 550, es de los más antiguos de España y da cuenta de tres estilos arquitectónicos bien marcados: visigodo, mozárabe y románico. Cuna de las palabras en castellano, en Suso en el año 964 se escribió el primer diccionario enciclopédico de la península Ibérica: el Códice Emilianense 46. A tres horas y media de Madrid, llega en un bus especial o tras una caminata de 2 kilómetros, saliendo de Yuyo.
Kostanjevica - Eslovenia
Más conocido como Kapela (capilla), queda en Pristava, cerca de la ciudad de Nova Gorica, en la colina de Kostanjevica, a 143 metros de altura sobre el nivel del mar. Está al lado de la iglesia de la Anunciación de la Virgen e incluye un antiguo santuario repleto de tesoros históricos. A sólo 200 metros de la frontera con Italia, fue levantado en el año 1.623 y lo cuidan los padres franciscanos desde hace 200 años.
Famoso por ser tumba de los Borbones, Kostankevica tiene una biblioteca magnifica con más de 10.000 libros. De grandes dimensiones, entre colinas verdes y árboles frondosos, Kapela es uno de los centros religiosos más visitados de la Europa central.
Ostrog - Montenegro
En Montenegro –ex Yugoslavia–, hace honor a su nombre: "lugar fortificado". Es un monasterio de la iglesia ortodoxa serbia que se erige vertical entre la roca y funciona como uno de los principales destinos de peregrinación de los Balcanes. A 900 metros de altura, ofrece una vista inigualable de las llanuras de Bjelopavlici y el valle de Zeta. Con impronta defensiva, fue construido en el siglo XVII por el obispo de Zahumlje, después de que los turcos destruyeran el monasterio de Tvrdoš.
Se incendió a principios del siglo XX y se reedificó en 1923. Guarda los restos de San Basilio y en su día congrega a más de 20.000 fieles. Ostrog se divide en dos partes, superior e inferior, separadas por dos kilómetros que se suelen recorrer a pie. Arriba tiene el mirador y dos iglesias. Abajo, un manantial de agua fresca con propiedades curativas.
Mont Saint Michel - Francia
A cuatro horas de París, en Normandía, el monasterio que está en el islote Mont Saint - Michel es el tercer destino más visitado del país. Lo fundó San Auberto, obispo de Avranches, en el año 708 y después de que el arcángel San Miguel se le apareciera en sueños. Sin embargo, durante el reinado de Luis XI, Mont Saint - Michel se convirtió en cárcel y albergó reclusos hasta 1860.
Las peregrinaciones se reanudaron recién en 1966 y actualmente, en el sector La Maravilla viven los monjes. La edificación de arquitectura gótica se divide en tres plantas y tiene un jardín increíble con rosas de Damasco. A la isla se llega por puentes peatonales y transporte gratuito. Además, las mareas que suben y bajan ofrecen un espectáculo aparte.