Estados Unidos apuesta por los trenes rápidos
El nuevo servicio Miami-Orlando y otros proyectos para desarrollar formaciones de alta velocidad, una deuda pendiente
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Al pensar en trenes rápidos, cómodos, eficientes y con una amplia red de conexiones inevitablemente la mente viaja a Europa, a Japón y en los últimos años a China, que extendió sus servicios de alta velocidad de punta a punta del país de manera asombrosa.
Pero Estados Unidos, que hace un siglo y medio fue líder mundial en desarrollo ferroviario con trenes que unían el país de la costa este a la oeste y que sigue manteniendo servicios de carga, no evolucionó hacia servicios de pasajeros de alta velocidad. Se dedicó a conquistar el cielo, con un sinfín de compañías aéreas, sin darle espacio a los trenes bala, mucho más ecológicos que el transporte aéreo. Pero las cosas, lentamente parece que están cambiando con nuevos proyectos para no solo contemplar aviones y autos alquilados para trasladarse por el país de manera eficiente.
Brightline es uno de los sinónimos del cambio. Desde Miami, el tren rápido atravesará la península de la Florida y llegará a una nueva y moderna estación de tres pisos en la terminal C del aeropuerto de Orlando.
Desde hace unos pocos años opera el primer tramo del proyecto, desde Miami hasta West Palm Beach, con paradas en Aventura Mall, Fort Lauderdale y Boca Raton. En una tercera fase extenderá el recorrido hacia Tampa, que será el destino final.
El tramo más esperado hasta Orlando se estima que se inaugure a principios de julio, aunque todavía no está la fecha del viaje inaugural confirmada. De hecho, el mes pasado comenzaron las pruebas, que continúan en estos días y que ilusionan con velocidades más rápidas: los trenes alcanzaron una velocidad de 209 kilómetros por hora, lo que hizo mejorar el propio record de la empresa en pruebas anteriores; de todas maneras, según informaron, no alcanzará esta velocidad con pasajeros. “Nuestra misión es transformar los viajes en tren en Estados Unidos”, dice de manera recurrente Patrick Goddard, presidente de Brightline Trains, el único sistema de propiedad y operación privada de Estados Unidos.
El viaje hasta Orlando demorará tres horas (una menos que en auto) y costará desde 80 dólares en clase más económica, la Smart. La clase Premium, desde 160 dólares, tendrá servicio de bebidas y snacks de cortesía. En todo el tren habrá Wi-Fi gratuito y conexiones USB en los asientos.
California, a toda marcha
Además del tren en Florida, Brightline puso la mirada en California con el Brightline West, el proyecto que unirá los 420 kilómetros entre Las Vegas (en la estación Las Vegas Boulevard, situada entre las carreteras Warm Springs y Blue Diamond) y Los Ángeles (la estación prevista será Rancho Cucamonga).
El tren ciento por ciento eléctrico podría alcanzar hasta 290 kilómetros por hora y haría el recorrido en dos horas y cuarto. Se espera que las obras comiencen este año y finalicen a principios de 2028. Brightline, según informan en su sitio web, tiene previsto construir otras estaciones en Hesperia y Apple Valley.
En California, también siguen las idas y vueltas desde hace más de una década por el proyecto del tren de alta velocidad que permitiría viajar de Los Ángeles a San Francisco a una velocidad de hasta 354 kilómetros por hora; el trayecto demandaría 2 horas y 40 minutos, en comparación de las seis horas que lleva el viaje en auto.
Eso sí, habrá que esperar bastante y ser optimista: las postergaciones se suceden año tras año, ahora estiman que comenzaría a rodar en 2030, pero solo una primera fase, el tramo Merced-Bakersfiel. El aumento de los costos iniciales, la falta de financiación, los reiterados cambios en el proyecto, las estimaciones que reducen un 25% a los potenciales usuarios y las peleas políticas atentan contra su construcción.
Otro proyecto que espera ponerse en marcha es el Texas Central Railroad. Los inversionistas quieren construir una nueva línea de alta velocidad entre Dallas y Houston. El proyecto de $ 20 mil millones ya completó con éxito las revisiones ambientales. Planea usar tecnología similar a la utilizada por Central Japan Railway Company y trenes basados en la serie N700S Shinkansen, que alcanzan los 330 kilómetros por hora.
Por su parte, Amtrack, la red de trenes estatal de Estados Unidos está renovando sus unidades, con mejores asientos y grandes ventanas para disfrutar de la vista panorámicas. Los nuevos trenes Airo, que comenzarán a rodar en 2026 en rutas de todo el país, tendrán puertos USB, Wi-Fi a bordo, un vagón cafetería rediseñado y asientos más espaciosos. También serán más rápidos porque correrán a velocidades de hasta 200 kilómetros por hora y contarán con controles de baño sin contacto e iluminación mejorada.
Parecería que por fin los trenes escribirán una nueva historia en Estados Unidos.