El desafío de lograr vuelos que no contaminen
Aviones más eficientes y modernos, combustibles sinténticos y sustitución de plásticos, entre otros desarrollos que llevan adelante las aerolíneas para reducir las emisiones de C02
- 4 minutos de lectura'
En el reparto de responsabilidades del calentamiento global, a la industria aeronáutica se le atribuye el 2% de las emisiones de carbono mundiales. Para asumir el compromiso ineludible con el medioambiente, muchas compañías aéreas comenzaron a fijarse plazos e invertir como nunca en nuevas tecnologías, procesos y diseños innovadores para reducir las emisiones de carbono, sustituir y reciclar plásticos a bordo y en aeropuertos, pero estos tiempos se aceleraron con la pandemia. A partir de este año ya no están permitidos en la Unión Europea los plásticos de un solo uso. Esos que usamos unos minutos y tardan entre 100 y 1000 años en degradarse. Se calcula que un solo viajero genera medio kilo de basura en un vuelo. Vasos, platos, tapas, cubiertos, botellas, fundas de frazadas, almohadones y auriculares componen la lista de residuos.
Mientras tanto, movimientos como Flight Shame (Vergüenza a volar), alienta a sustituir el avión (en la medida de lo posible) por otros medios menos contaminantes, como los trenes de alta velocidad (si la distancia no es exagerada). En una carrera contra el tiempo, la industria aerocomercial se compromete a reducir las emisiones de CO2 a la mitad, para 2050. Air France anunció que reducirá sus emisiones por pasajero, por km, en un 50% en 2030 (comparado con 2005). Y reducir en un 50% sus emisiones de CO2 en términos absolutos en sus vuelos domésticos y vuelos interregionales en 2024 (comparado con 2019).
En diciembre de 2019, la compañía logró cumplir uno de sus grandes objetivos: eliminar de sus vuelos 210 millones de productos de plástico. La iniciativa involucró la sustitución de 100 millones de vasos de plástico de un solo uso por otros de papel, de 85 millones de cubiertos de plástico por productos de materiales de base biológica y 25 millones de palitos de plástico por otros de madera. Cuanto más livianos los aviones, menor cantidad de combustible se necesita. Los 38 aviones Airbus A350 y 60 A220 pedidos por la compañía francesa consumen hasta un 25% menos de combustible y reduce emisiones de ruido hasta en un 50% en comparación con un avión de tamaño similar y diseño más antiguo. El A350, está hecho con materiales un 67 por ciento más liviano. En un futuro próximo, la flota no deberá tener más de 10 años. La compañía además está involucrada con innovadores programas de combustibles sostenibles. Por ejemplo, unió fuerzas con la Fundación Solar Impulse para acelerar la adopción de soluciones tecnologías limpias y rentables.
El enero último, KLM junto con Shell realizaron el primer vuelo de pasajeros de Ámsterdam a Madrid, con una mezcla de 500 litros de combustible sintético y sostenible. En su centro de investigación de Amsterdam, Shell produjo el combustible sintético a base de CO2, agua y energía renovable, procedente del sol y el viento. Los Países Bajos apuestan fuerte al desarrollo de estos combustibles sostenibles (biocombustibles y sintéticos) para que las compañías europeas puedan suministrarse hacia 2050. El gobierno apoya estas iniciativas, como la construcción de la primera fábrica europea de combustible sostenible en Delfzijl, en colaboración con KLM, SkyNRG, el aeropuerto de Schiphol y SHV Energy. “Hacer que la aviación sea más sostenible es un reto internacional al que nos enfrentamos juntos. Hoy estamos dando un gran paso en el nuevo capítulo de la aviación. Esta innovación será de gran relevancia en las próximas décadas para reducir las emisiones de CO2 de la aviación”, expresó Cora van Nieuwenhuizen, Ministra holandesa de Infraestructura y Gestión del Agua.
Carsten Spohr, CEO de Lufthansa dijo a principios de este mes que la crisis aceleró el proceso de transformación de la compañía. Será un año de redimensionamiento y modernización. “La atención seguirá centrada en la sostenibilidad: estamos examinando si todas las aeronaves de más de 25 años permanecerán en tierra de forma permanente”.
El enero último, KLM junto con Shell realizaron el primer vuelo de pasajeros de Ámsterdam a Madrid, con una mezcla de 500 litros de combustible sintético y sostenible
El programa Flygreener de Lufthansa, contribuye a reducir los volúmenes de residuos y a hacer que los procesos a bordo sean más sustentables. “En el futuro, serán reemplazados más de 400 millones de artículos de plástico por año, como tazas, cubiertos y palitos con alternativas más ecológicas. Sin embargo, aseguran que lo más efectivo es cargar aviones con un ajuste aún mayor entre los artículos a bordo y aquellos que se usarán en el vuelo.
Durante 2020, Iberia pasó a retiro todos sus Airbus A340/600 para sustituirlos por Airbus A350, como los que operan entre Madrid y Buenos Aires, que son hasta un 35% más eficientes. La aerolínea española considera que el mayor aporte que puede hacer es renovar completamente la flota. Su meta es reducir un 10% las emisiones de CO2 para 2025, incrementando la inversión en combustibles sostenibles y un 20% en 2030 (inversión en tecnología innovadora como aviones híbridos y eléctricos) y lograr emisiones netas cero en 2050.