La mayoría de las atracciones está abierta, retornaron los pases hopper, volvieron artistas en vivo y ya no es necesario usar barbijo al aire libre
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ORLANDO.- Diez meses después de reabrir sus puertas, Walt Disney World empieza a parecerse a lo que era. Los personajes hacen cada vez más apariciones en público o pasan en carruajes. Resurgió el pase hopper que permite saltar de parque en parque el mismo día, ya no es necesario usar barbijo al aire libre, ni se controla la temperatura de los visitantes al llegar. También debutó nuevamente una de las estrellas de Animal Kingdom, el musical del Rey León, con artistas en vivo, y aparecieron las colas. El público volvió a los parques.
Caminar por Disney hoy no difiere tanto de lo que solía ser por marzo de 2020. Cochecitos de bebes, familias tomándose fotos con remeras idénticas, chicos que corren, los oohhh y los aahhh que vuelan desde alguna caída en picada. Volvió el ruido, las risas, la vida al estilo Disney. El inglés es prácticamente la única lengua que suena en el aire. Hay pocos latinoamericanos, incluidos los argentinos.
Pero antes de entrar al mundo mágico hay que comprar un pase y reservar cupo en uno de los cuatro parques. Las atracciones mantienen distancia social en teatros y carritos, y las colas muestran la separación necesaria entre grupos marcada en el piso. Bajo un árbol, al refugio de un sol que anticipa el verano, un empleado de Disney sostiene en alto un cartel que dice “fin de la fila para Avatar Flight of Pasagge”, mientras la gente circula de un lado al otro en la tierra de Pandora. Las colas se hacen en su mayor parte afuera de las atracciones, y suelen recorrer grandes espacios de parque, giran, pasan por un puente, o cortan en intersecciones para dejar circular a aquellos peatones que cruzan. Siete meses atrás, este simulador estrella tenía 10 minutos de cola. Hoy, muestra una hora.
Es fin de semana, y esperas similares se dan en otras de las populares: 50 minutos para tirarse por balsa en las Kali River Rapids, desplomarse en caída libre desde un ascensor, volar en aladelta en Soarin alrededor del mundo o romper platos en 3D en Toy Story Manía. Los parques funcionan con el tope de capacidad, y el cupo fácilmente se colma. La asistencia podría asimilarse a un día común de temporada baja, con esperas tolerables.
A la hora del almuerzo, el pedido se encarga desde el celular. Por eso, es imprescindible contar con un smartphone y tener descargada la aplicación My Disney Experience. Afuera del restaurante el cartel muestra un código QR, que al escanear con el teléfono, abre el menú y hace sencillo realizar la orden. Los comensales esperan afuera, y cuando la comida está lista, una notificación en la pantalla avisa por qué ventanilla retirar la compra.
La rutina se repite en los restaurantes de comida rápida de todos los parques, e incluso en los de los hoteles.
Los fast-pass, aquél sistema que permite reservar tres juegos en el día para no hacer cola, sigue suspendido desde la reapertura en julio pasado, algo que se extraña sobretodo en Hollywood Studios, que pasó de ser un parque secundario a uno de los más concurridos.
En la tierra de Starwars, la atracción estrella, Starwars Galaxy’s Edge, tiene sin embargo una cola virtual, un sistema novedoso para reservar un lugar sin perder tiempo deteniendose en una fila. A las 7 de la mañana, quienes tienen un pase válido para ese día y reservación a dicho parque pueden presionar el botón para sumarse a la cola virtual. Pero si lo hace a las 7:01, probablemente ya no consiga lugar. Por eso, hay otra chance de hacerlo desde adentro del parque a las 13. “Starwars tiene un atractivo colosal. Fue un cambio tremendo para nuestro parque. Es tanta la demanda que puede haber días que no podemos garantizarle la experiencia a todos”, cuenta a LA NACION Jackie Swisher, vicepresidente de Hollywood Studios, y adelanta que avanza la construcción de Galactic Starcruiser Resort, por fuera del parque. Ese hotel ofrecerá una experiencia como subirse a un crucero, con un itinerario de dos noches donde todos los huéspedes llegan y salen al mismo tiempo. Los invitados ingresarán a la cápsula de lanzamiento para ser transportados al espacio. A través de las ventanas, se verán a sí mismos dejando atrás Florida, saltando al espacio y acercándose al Halcyon, el crucero estelar al que llamarán hogar durante las próximas dos noches. La tripulación interactuará con sus pasajeros.
En el planeta de Starwars los visitantes pueden además pasear por el mercado o armar su propio droid en base a las piezas que elijan.
Otra de las propuestas más nuevas es el ferrocarril de Minnie y Mickey, “la primera atracción de nuestros parques dedicada exclusivamente al dúo dinámico”, describe Swisher. La atracción fue inaugurada unos días antes de que el complejo cerrara por el avance del coronavirus. Por eso, junto con Starwars es uno de los juegos más concurridos.
Los personajes hacen apariciones espontáneas detrás de barreras naturales, para que los visitantes puedan tomarse selfies con ellos guardando la distancia necesaria. Los parades o desfiles ahora son espontáneos, apenas un carro o dos, en cualquier momento del día.
Alistándose para el 50º aniversario
Después del tropiezo de la pandemia, Epcot trabaja incesantemente para dar el próximo batacazo, la actualización más grande de su historia. “Estamos atravesando una transformación gigante. Estamos llevando a Epcot al futuro, con pilares como optimismo e innovación, que fue la visión y el legado de Walt”, asevera Scott Mallwitz, director ejecutivo creativo de Walt Disney Imagineering.
El parque se dividirá ahora en cuatro tierras: Discovery, Celebration, Nature y World Showcase, donde actualmente se ubica la réplica de los países. En el centro del lago, se prepara “HarmonioUS”, el espectáculo nocturno más grande que tendrá Walt Disney World y que celebrará cómo la música de sus películas inspira a personas de todo el mundo. Ya muestra piezas flotantes inmensas que albergan una variedad de efectos, incluidos paneles LED personalizados, fuentes móviles coreografiadas, luces de colores, láser y pirotecnia. La fecha de estreno es aún una incógnita y dependerá también de la evolución del Covid: mientras la distancia social sea un requisito dentro del parque, la pirotecnia y los shows que congregan multitudes están por ahora suspendidos.
En Francia, se inaugurará el 1° de octubre, el día del 50º aniversario de Disney World, Remy’s Ratatouille Adventure, donde el público se encoge al tamaño de un ratón que corre en la cocina y zigzaguea entre estanterías, con olores, ruidos y salpicaduras de agua. En los últimos años, este parque viene sumando personajes que le impriman aún más el sello Disney. Después de crear Frozen en Noruega, o sumar la imagen de Coco en México, Moana tendrá la atracción de Un viaje por el agua, un sendero educativo.
Epcot también tendrá una montaña rusa. Guardianes de la Galaxia será la primera montaña rusa de su tipo en Walt Disney World, y es una de las joyas que se suman para el 50 aniversario. “El carrito además de subir y bajar como todos, puede girar 360 grados. La salida inicial será de espaldas, algo único en Disney”, explica Mallwitz.
A la normalidad y más allá
Días atrás, el gobernador de Florida, Ron De Santis, puso fin a todas las medidas y restricciones vinculadas al Covid-19 en el estado, argumentando la eficacia de las vacunas. La nueva orden invalida, a partir del 1º de julio, todas las restricciones dictadas para paliar la pandemia. Sin embargo, cada privado podrá poner su propia normativa.
El camino ya está allanado para seguir acercándose a la normalidad. Disney anunció que empezó a aumentar su tope de asistentes, que estaba en el 35%, y el próximo paso podría ser restablecer todos los espectáculos, ya que, a excepción del musical del Rey León, los shows con artistas en vivo, musicales, y espectáculos que congregan público como los clásicos espectáculos al pie del castillo aun siguen suspendidos.