Día de la Tierra. La ONU advierte que una nueva enfermedad infecciosa emerge en los humanos cada 4 meses
Hoy, 22 de abril, el Día de la Tierra se presenta con un planeta con menos contaminación en el aire por la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero por el parate que provocó el coronavirus en industrias y medios de transporte, que permiten que, por ejemplo, el Himalaya pueda ser visto desde una distancia de más de 160 kilómetros, algo impensable en las últimas tres décadas. Pero desde Naciones Unidos advierten que es algo solamente temporal. Y llaman a tomar conciencia sobre la necesidad de actuar para evitar otra pandemia como la del Covid-19.
"La Madre Tierra claramente nos pide que actuemos. La naturaleza sufre. Los incendios en Australia, los mayores registros de calor terrestre y la peor invasión de langostas en Kenia... Ahora nos enfrentamos a COVID -19, una pandemia sanitaria mundial con una fuerte relación con la salud de nuestro ecosistema", expresan desde la Web del organismo.
Aseguran, que el contacto y la transmisión de enfermedades infecciosas de animales a humanos (enfermedades zoonóticas) pueden aumentar por el cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como los crímenes que perturban la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre.
De acuerdo con PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), una nueva enfermedad infecciosa emerge en los humanos cada 4 meses. De estas enfermedades, el 75% provienen de animales, lo que muestra las estrechas relaciones entre la salud humana, animal y ambiental.
Para evitar futuras enfermedades es importante, según sugiere el organismo internacional, respetar la biodiversidad, ya que una diversidad de especies dificulta la propagación rápida de los patógenos. La biodiversidad es el recurso clave del que dependen todas las comunidades y las generaciones futuras, y protege la salud del planeta. Las actividades humanas están provocando una catastrófica disminución de la biodiversidad, que está poniendo en peligro el suministro de alimentos, el agua potable, los sistemas de energía, las economías y los medios de vida de miles de millones de personas en todo el mundo.
Justamente, en este 2020, que se cumple el 50 aniversario del Día de la Madre Tierra, coincide con el Súper Año de la Biodiversidad, que se centra en el papel de la diversidad biológica como indicador de la salud de la Tierra.
Según explica Naciones Unidas, los cambios en la biodiversidad afectan al funcionamiento de los ecosistemas y pueden ocasionar alteraciones importantes de los bienes y servicios que estos proporcionan. Los vínculos específicos entre la salud y la biodiversidad incluyen posibles impactos en la nutrición, la investigación sanitaria y la medicina tradicional, la generación de nuevas enfermedades infecciosas y cambios significativos en la distribución de plantas, patógenos, animales e incluso asentamientos humanos, algo que puede ser alentado debido al cambio climático.
A pesar de los esfuerzos actuales, la biodiversidad se está deteriorando en todo el mundo a un ritmo sin precedentes en la historia humana. Se estima que alrededor de un millón de especies animales y vegetales se encuentran actualmente en peligro de extinción.