Coronavirus. Desesperado, un argentino se encadenó frente a la embajada en Sudáfrica
Daniel Tavormina, desesperado, decidió atarse a una de las columnas de la Embajada Argentina en Johannesburgo. Está encadenado hace casi 12 horas y no piensa moverse del lugar. Viajó por 10 días con su esposa, Eve, y ya llevan más de 60 y no aguanta más. Es uno de los los más de 60 argentinos varados en Sudáfrica y todavía no tienen novedades sobre un posible vuelo de repatriación.
"Soy una persona normal. Tengo un comercio, nunca tuve ninguna causa. Trabajé toda mi vida. Soy casado y tengo dos hijos. Hace 60 días de este secuestro que estamos teniendo. Nos están cortando la libertad a la vida, los derechos que tenemos", comenta el argentino a una cámara mientras permanece atado de manos.
Y agrega: "Hace 60 días que estoy alejado de mi trabajo. Tengo a mi madre de 82 años que tiene cáncer y se está muriendo. No puedo estar con ella. Siento que estamos secuestrados acá. Si no puedo disponer de mi vida, no me interesa. Prefiero estar muerto. No me interesa más nada".
Contención
"No sabíamos qué hacer. Daniel está desesperado. Sinceramente, tiene los hijos allá y es de riesgo. Su mujer, Eve, se descompuso y la tuvimos que llevar al hostel. Ella está llorando en su habitación y tratamos de contenerla. Él tomó la decisión y queremos acompañarlo. Es raro todo. Él va a estar ahí hasta que la Policía lo saque", comentó a LA NACION Mariano Cirelli desde el hostel donde están alojados .
Cirelli, oriundo de Longchamps, y que también pertenece al grupo de varados en Johannesburgo agregó que Daniel está desde las 7 de la mañana (hora local) en el lugar.
Según su relato, una persona que tiene contacto directo con Cancillería Argentina les informó que la intención es buscarlos, pero que esto se produciría dentro de dos meses.
"Nosotros hacemos lo que podemos porque estamos todos en la misma. Vamos a tratar de acompañar a la esposa de Daniel y, cuando se recomponga, volver a la embajada a acompañarlo. Está complicado", dijo.
En Sudáfrica la inseguridad es moneda corriente: el mes pasado Cirelli, junto a Maximiliano Pahor -otro de los argentinos varados en Johannesburgo- quedaron en medio de un tiroteo cuando la Policía intentaba detener a dos personas que habían robado en las cercanías del hostel a donde están alojados, en el barrio de Braamfontein.
"Vimos que un patrullero se acercaba y de repente otro vehículo se metió en contramano. Empezaron a los tiros, tuvimos que meternos a un edificio a esperar que pase esto. Los detuvieron, pero estuvimos 20 minutos en el edificio. Fue horrible", describió Cirelli en un video que publicó en su momento la cuenta Varados en Sudáfrica en Instagram.