Alojarse en una estancia siempre implica acercarse a una porción de historia familiar con aroma a campo, anécdotas sobre la vida de los pioneros, sobremesas a la sombra del viejo alcanfor o la magnolia, que tardaron décadas en tener ese porte que hoy cobija a los viajeros. Los anfitriones suelen ser herederos de una tradición de larga data, que comparten con sus pasajeros con generosidad. Si la propiedad tiene un casco de estirpe, como los de esta nota, la experiencia se ve reforzada y un fin de semana allí suele redundar en satisfacción y desenchufe: es un viaje en el tiempo, con descanso garantizado.
La Oriental
Junín
A 250 km de la capital, un camino arbolado concluye en el imponente casco francés que don Justo Saavedra mandó construir en 1892. Rodeado por cientos de hectáreas donde crecen el maíz y la soja recibe, desde hace más de 25 años, Estela Ocampo de Torello, intachable anfitriona y decoradora profesional. Ella no sólo se encargó de conservar y recuperar los muebles y los mosaicos originales que cubren los pisos de esta espaciosa casa, sino también de procurar que las mesas estén vestidas con un mantel bordado diferente cada día, que siempre haya flores frescas y que, cada noche, los huéspedes encuentren con un puñadito de chocolatines sobre la almohada.
El descanso está asegurado en cualquiera de las 9 habitaciones: cuatro son señoriales, con amplísimos baños que conservan los artefactos originales; las cinco restantes están ubicadas a metros de la casa. Los días se pasan tranquilos entre la piscina, los partidos de croquet, las cabalgatas entre los cultivos, la capilla, los almuerzos en el parque y los picnics en el muelle sobre la laguna El Carpincho, a 5 km del casco, donde el atardecer es perfecto. Verano 2019: desde $3.400 por persona con desayuno, almuerzo, cena y actividades.
La Oriental, Junín, Buenos Aires. C: (02364) 15 64-0866 / (011) 15 5146-5210.
El Retiro
Sierra de la Ventana
El plan es viajar en el tiempo con una estadía en el magnífico casco de estilo anglonormando construido en 1904 por don Diego (Diedrich) Meyer, fundador del pueblo de Sierra de la Ventana. María Inés Lavalle, su bisnieta, es la anfitriona de esta inmensa casona ambientada con un sinfín de objetos antiguos y muebles de época. Rodeada por 70 hectáreas de parque con añosa arboleda y piscina, cuenta con acceso al campo de golf serrano que se despliega en las 35 hectáreas que, entonces, Meyer donó con ese fin.
El Retiro ofrece 7 cómodas habitaciones decoradas con camas de bronce para descansar como un rey. La mañana comienza con scones y budín de nueces recién horneados, y concluye con una comida casera servida en loza inglesa en el comedor revestido con boisserie. Desde $1.900 por persona con desayuno. Con media pensión, desde $2.400 (desayuno continental + cena con plato principal y postre, sin bebidas alcohólicas).
Comarca Turística de Sierra de la Ventana. C: (+ 54 9 11) 4070-5100.
La Fortuna
Salto
Corría 1897 cuando don Pedro Estrugamou le encargó al arquitecto Le Bergere este casco francés, que levantó con materiales que llegaron a la Argentina en barco desde Europa y hasta Salto en una carreta tirada por bueyes. Después de temporadas sumido en el abandono, su actual propietario, el empresario hotelero Massimo Ianni, transformó La Fortuna en un paraíso rural con servicio de hotel de lujo.
Desde 2013, aquí es posible pasear en un Ford de 1927 por una avenida de plátanos, disfrutar de un asado criollo servido en bandeja de plata, viajar en carruaje hasta la pulpería de la estancia, bañarse en una piscina interminable, escuchar una guitarreada junto al fogón y coronar la noche junto al piano de media cola que suena en la bodega. El final perfecto sucede en alguna de las habitaciones (cuenta con una máster suite, 4 suites y 3 habitaciones en suite con 3 camas cada una), todas tan lujosas e impecables que, al despertarse, hace falta un pellizco para confirmar que no es un sueño.
La Fortuna Desde u$s 4.500 + impuestos la casa completa para hasta 16 invitados con uso exclusivo de todas las instalaciones y pensión completa. Consulte las fechas en que abre en modalidad Pop Up Hotel, desde u$s 650 por persona en base doble con pensión completa, bebidas sin alcohol las 24 horas, té o degustación de vinos en la cava por la tarde. La estadía mínima es de tres noches en ambos casos. Aún queda disponibilidad para las Fiestas.
Cerro de la Cruz
Sierra de la Ventana
Hubo un tiempo en que las tierras de esta estancia fueron refugio y cuartel general de las últimas tribus aborígenes que desafiaron la conquista del desierto. Entre los abruptos pliegues de la Sierra de la Ventana, se detecta este cálido casco con el sello del arquitecto Alejandro Bustillo que fue propiedad del ingeniero Eduardo Ayerza y de su mujer, Gertrudis Herrera Vega. Luego pasó a manos de su ahijada, Gertrudis Bunge, quien en 1995 decidió abrirlo al público y, desde entonces, recibe a los huéspedes en siete cómodas habitaciones con baño privado rodeadas por 33 hectáreas de bosques y arroyos donde el ganado pasta tranquilo.
En el mismo predio, una cruz de origen desconocido apostada en lo alto del cerro es responsable del nombre de esta estancia que cuenta, además, con piscina y cancha de tenis. A pie, en bici, a caballo o en 4x4, descubrir cada rincón es un programa en sí mismo y obliga a quedarse más de una noche. La casa, con capacidad para 13 personas, desde $8.500 por día con ropa blanca y actividades. Ofrece servicio completo, con comidas y limpieza, con cargo extra.
Cerro de la Cruz, Sierra de la Ventana. C: (+54 9 11) 5805-9710.
Villa María
Ezeiza
Un parque proyectado por Benito Carrasco, discípulo de Carlos Thays, es la antesala del soberbio casco que, en 1919, mandó construir Celedonio Pereda, hijo de Vicente Pereda, fundador de la estancia. Diseñado por el reconocido Alejandro Bustillo, se despliega en 3.000 m2 con once habitaciones que, desde 2007, invitan a descansar en este hotel de lujo. Dormir entre muebles señoriales y sábanas de algodón egipcio es una gloria, al igual que contemplar el parque desde las galerías y balcones de este palacete, darse un chapuzón en la piscina o pasear en sulky bajo la sombra de una frondosa arboleda que reúne más de 300 especies.
La propuesta se completa con un restaurante, cava de vinos donde realizar degustaciones, billar, bar, sala de habanos y la posibilidad de tomar clases de Polo. Un detalle: el desayuno, con jugo de naranja, pastelería artesanal y tostadas de campo, incluye huevos preparados a gusto de los huéspedes.
Desde $5.170 + impuestos por persona en base doble. Incluye actividades, desayuno, almuerzo y cena, con una bebida sin alcohol en las comidas. Día y siesta en el campo (con uso de habitación de 10 a 18), desde $2.520 + impuestos por persona de lunes a jueves, con actividades, almuerzo y merienda, con una bebida sin alcohol por comida.
Villa María. Avenida Pereda s/n, Máximo Paz, Ezeiza. T: (011) 4815-0989 / 4326-1353.
Encontrá otras escapadas de Revista Lugares y Despegar en Escapadas