Un recorrido desde Comodoro Rivadavia hasta Trelew por la deshabitada Ruta 1 que bordea la costa de Chubut. Aquí, las paradas sugeridas con sus atractivos principales.
Bahía Bustamante
El New York Times lo llamó la Galápagos argentina. Bahía Bustamante es un ex pueblo alguero devenido en estancia con alojamiento, restaurante gourmet y privilegiado acceso al Parque Nacional Marítimo Costero Patagonia Austral, de cautivante fauna. Desde un principio, fue propiedad de los Soriano. Todo empezó con un fijador de pelo (marca Malvic) que el abuelo Lorenzo Soriano fabricaba en Buenos Aires en los años 30. El producto se hacía con goma importada de la India. La Segunda Guerra Mundial interrumpió el suministro de goma y Lorenzo, en busca de un sustituto de ese gelificante, llegó -por vagas referencias- a la Bahía Podrida (llamada así por el aroma que destilaban las algas) puerto donde se cargaba lana y apenas había un puesto de piedra: el Bar de López. Tenía 50 años. Consiguió el permiso de extracción, comenzó a vender a Japón, compró la tierra y, de a poco, levantó las casas y un acueducto de 20 km para traer el agua de una estancia cercana. El pueblo -con comercios, escuela, iglesia y plaza- funcionó a pleno hasta los 90, cuando la convertibilidad hizo más redituable la importación de algas desde Indonesia y marcó su fin. Lorenzo había muerto unos años antes, pero el espíritu pionero siguió intacto en la familia. En 2000 Matías Soriano llegó desde Gaiman con la idea de volver a darle vida al pueblo como hostería, con oferta de excursiones al maravilloso entorno. Su hermano reflotó la fábrica de algas: de aquí se extraen y clasifican, cada año, unas mil toneladas de variedades distintas que se utilizan como gelificantes, aglutinantes, emulsionantes y estabilizantes en varias industrias. Junto a los galpones están las antiguas viviendas que, muy de a poco, recicló Matías para hospedar a los afortunados viajeros que recalan en la Galápagos patagónica.
Las dos especies endémicas de Bahía Bustamante (el pato vapor y la gaviota de Orfog) se pueden ver en los paseos por los alrededores. Las actividades son múltiples: visitar la Isla de los Pingüinos, a 15 km, donde se puede caminar a centímetros de cientos de pingüinos de Magallanes, con sus pichones; hacer un tour histórico por el pueblo y por los galpones donde se secan y clasifican las variedades de algas -gracilaria, wakame, porfiria, macrocifis...-; caminar por la cercana península Gravinia para tener una vista panorámica del pueblo de los Soriano; llegar al Bosque Petrificado en 4x4; visitar las playas de arena con ostras petrificadas y dunas en los que se descubren campamentos tehuelches de 300 años de antigüedad.
Uno de los programas imperdibles es navegar por la caleta Malaspina, en un catamarán que recorre el archipiélago Vernacci, con islas para cada especie: hay colonias de ostreros, biguás, palomas antárticas, cormoranes, pingüinos. También se llega hasta una isla con tres mil lobos marinos en plena actividad de reproducción.
CAMARONES, LA CIUDAD DE PERÓN
Ubicada a 140 km al norte de Bahía Bustamante (38 km por camino de ripio), todo lo que es está a la vista: puerto pesquero, calles anchas, antiguas casas de pinotea inglesa cubierta de chapa acanalada. El salmón es el producto estrella del lugar: tiene su fiesta nacional en febrero. Aquí vale la pena visitar Casa Rabal, pintoresco almacén de ramos generales que abrió en 1901 y conserva intactas la arquitectura y la actividad comercial. Se pueden conseguir cuchillos, cemento, reels de pesca o paquetes de papas fritas. Hay más casas históricas. En una de las esquinas de la Plaza San Martín, frente al Correo de paredes de piedra está Casa Vogel, del alemán que fundó la primera hilandería en la Patagonia; en la misma cuadra, aparece la Casa Rodal, de un antiguo líder pescador. Pero, sin dudas la más visitada es la que ocupó la familia de Perón a principios del siglo XX y hoy es un moderno museo. La casa actual, con chapa plateada y aberturas de madera, es una réplica de la original, que se quemó. El padre de Perón llegó en 1899 a buscar trabajo en la estancia La Maciega, a 4 km de Camarones. Dicen que vino arriando 500 cabezas de ganado desde Santa Cruz. Al año siguiente, trajo a Camarones a su esposa -Juana Sosa- y los dos pequeños hijos, Juan Domingo y Mario Avelino, quienes lo visitaban en el campo. El padre del líder justicialista llegó a ser Juez de Paz suplente en Camarones. En cuatro salas bien armadas, el museo exhibe muchas fotos familiares en las que se ve a un Juan Domingo Perón muy joven, vestido de gala, con su primera esposa (Aurelia Tizón) y escenas cotidianas de la infancia con su hermano, entre otras joyitas históricas. Las dos últimas salas están dedicadas a las etapas presidenciales. El museo abrió en 2008 y tiene un centro cultural que funciona en un edificio anexo a la casa.
CABO RASO
Eduardo Fernández González, su mujer Marianne y sus hijos Julia y Mateo, llegaron en 2008 a la costa de Chubut, con la idea de establecerse en Camarones; pero 90 km al norte de esa localidad, por la ruta provincial 1 (de ripio) les llamó la atención un caserío abandonado a orillas del mar abierto. Era Cabo Raso, un pueblo de 120 hectáreas que había llegado a tener 200 habitantes, correo, telégrafo, escuela albergue y almacén de ramos generales, y que fue un importante puerto para la lana y el trigo de las estancias cercanas. El trazado de la RP 3 entre Trelew y Comodoro Rivadavia sacó a Cabo Raso del mapa. La línea recta de asfalto redujo el tiempo de los viajes por la ondulante estepa y produjo la emigración de los pobladores en los años 50. En la belleza abismal del Cabo quedó una sola habitante: Mercedes Finat, dueña del almacén La Castellana, que vivió en el pueblo desolado hasta su muerte. Eduardo y Marianne consiguieron un permiso de ocupación merced a un proyecto que incluía limpiar el basural, restaurar las casas que aún estaban de pie, armar una hostería con proveeduría y camping agreste con baño seco. No solo cumplieron con su promesa de levantar un lugar en ruinas, sino que lo hicieron de manera sustentable: hay luz por energía solar; agua por energía eólica; se separa la basura para enviar a reciclar a una planta en Trelew y todo, hecho a pulmón. De a poco, con mucho esfuerzo y sin ayuda, reciclaron dos casas de piedras revestidas en adobe. Además hay habitaciones, ranchos y dormis acondicionados en antiguos colectivos. Hay una bahía con playa que es un puerto natural, rocas que forman piletones, un barco varado en la orilla, que naufragó hace 15 años; un bunker misilístico de hormigón del Plan Cóndor que hoy funciona como quincho; una valiza altísima con vista panorámica; un pequeño cementerio, una lobería, ovejas. En la punta del cabo, surfistas de la agrupación "Gauchos del Mar" galopan las olas. Entre las rocas, se ven cosechadores de sal marina que la envasan con la marca Sal de Aquí. Dan ganas de quedarse en este refugio natural, rústico, ecológico y solitario en el que afloran naturaleza e historias por igual.
PUNTA TOMBO
A unos 80 km hacia el norte de Cabo Raso, por la ruta provincial 1 se llega a la reserva de Punta Tombo, área natural que protege a la mayor colonia continental de pingüinos de Magallanes del mundo. De septiembre a abril se establecen aquí, a orillas del mar, 210 mil parejas para reproducirse y alimentar a sus crías. En octubre ponen los huevos; los pichones nacen los primeros días de noviembre y recién se independizan entre enero y marzo. Así, las graciosas aves anidan, deambulan, duermen y dan alimento a los pequeños entre coirones, molles, duraznillos y otros pastizales. En la playa se ven cientos de ejemplares que se sumergen para bucear. Antes de iniciar el recorrido por las pasarelas, impacta el moderno edificio que ocupa el completísimo Centro de Interpretación. Inaugurado a fines de 2010, el diseño contemporáneo es obra del arquitecto chubutense José Pablo Mehardy.
TRELEW
Desde Punta Tombo hay que andar 115 km (dos horas en auto). Nadie pasa por Trelew sin visitar el Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF). La visita propone una recorrida desde el presente hacia el pasado, hasta llegar al origen del universo. Se exhiben fósiles, escenografías, réplicas y piezas originales. La joya del museo es un fémur original del dinosaurio más grande del mundo: el tyrannotitan chubutensis, un hervíboro de 110 millones de años que, se cree, puede haber medido entre 12 y 14 metros de largo; y entre 5 y 6 metros de altura. El hueso fue hallado en 2008 por un peón rural, dentro de una estancia a más de 200 km de Trelew.
A la vuelta de la estación de tren, está uno de los sitios fundacionales de Trelew: el hotel y confitería Touring Club, de 1895 (por ese entonces el hotel se llamaba El Globo). Por aquí pasaron Julio A. Roca (hay foto), Antoine de Saint-Exupéry y el legendario bandido Butch Cassidy, además de políticos locales que en largas tertulias delineaban los planes para la provincia. A principios del siglo XX era un hotel lujoso de 50 habitaciones. Hoy tiene dormitorios modernos y sencillos. El bar es un museo improvisado en el que no faltan antiguas botellas de licores importados de la época del duty free al sur del paralelo 42. A la vuelta, en la vieja estación del Ferrocarril Central Chubut hay otro sitio imperdible: el Museo Pueblo Luis, con siete salas en las que se recorre la historia tehuelche, mapuche y galesa en el valle del río Chubut.
RAWSON
Desde el centro de Trelew, unos 20 km hacia la costa aparece Rawson, capital provincial y dueña del balneario del valle: Playa Unión, con 9.000 habitantes y 5 km de playas amplias de granza y mar abierto, con buenas olas. Hacia el sur, en la zona conocida como Magagna hay una sucesión de lindas y tranquilas playas de canto rodado: Bonita, El Faro, Cangrejales. La última, Santa Isabel, tiene arena clara y todas conservan la tranquilidad de un pueblo de pescadores. Muchos se acercan a Rawson a hacer avistaje de toninas: del puerto salen excursiones todos los días, siempre y cuando el clima lo permita.
GAIMAN
Esta colonia galesa de Chubut se hizo famosa en el mundo por la visita de Lady Di. El plan es merendar en Plas y Coed, la primera casa de té galés de la Patagonia, que funciona en una casa de 1887 con gran jardín con álamos. En septiembre de 1944 Dilys Own comenzó a servir el té negro con manjares fieles a recetas ancestrales. Desde entonces, hijos, nietos y bisnietos mantienen la tradición. Ana Rizz, la actual propietaria y bisnieta de la fundadora, llena la mesa con torta de crema, arrollado con dulce de cerezas, budín tradicional (bara brith) con pasas, especias y azúcar negra. A diferencia de otras casas de té galés, Anna prepara las tradicionales galletitas a la plancha, una receta familiar con canela y nuez moscada que su bisabuela asaba en la cocina económica.
SI PENSÁS VIAJAR...
CÓMO LLEGAR
Latam. T: 0810-999-9526. www.latam.com
DÓNDE ALOJARSE
Austral Plaza Hotel. Moreno 725, Comodoro Rivadavia. www.australhotel.com.ar
La casa de Paula Bed & Art. Marconi 573, Trelew. www.casadepaula.com.ar
Bahía Bustamante. Ruta Prov. 28 y el mar, Parque Nacional Patagonia Austral. www.bahiabustamante.com
Hospedaje y Camping Agreste Cabo Raso. Ruta Prov. 1, Km 294. www.caboraso.com.ar
El Faro Casas de Mar. Brown s/n, Camarones. www.elfaro-patagonia.com.ar
DÓNDE COMER
Tunet. Moreno 725. T: (0297) 447-2200, Comodoro Rivadavia. www.australhotel.com.ar
Alma Patagónica. Roca y Sarmiento. Camarones. Mara Capdevilla es la dueña y cocinera de esta cafetería/restaurante que abrió en 2010 y ocupa la casa donde funcionó el primer alojamiento de Camarones: Hotel España. Minutas, pastas y platos caseros elaborados con salmón, langostinos, pulpo y otras delicias del mar.
Plas y Coed. Irigoyen 320, Gaiman. www.plasycoed.com.ar
Es la primera casa de té galés de la Patagonia, y la más tradicional. Ana Rizz sirve el té completo, con ingredientes autóctonos, como galletitas a la plancha, panes caseros con manteca salada, pan de leche con queso, scones, tarta de crema y torta húmeda de limón.
CafeteríaTouring Club. Av. Fontana 240, Trelew. www.touringpatagonia.com.ar
PASEOS Y EXCURSIONES
Museo de la Familia Perón. Estrada 467, Camarones. museoperon.camarones@gmail.com
MEF. Av. Fontana 140, Trelew. www.mef.org.ar. El Museo Paleontológico Egidio Feruglio es un centro de actividades científicas con exhibición permanente de fósiles de la Patagonia. Allí se puede ver el fémur del titanosaurio. La réplica del esqueleto del gigantesco dinosaurio se exhibe en el American Museum of Natural History de Nueva York. Durante todo el año, el MEF ofrece actividades para las familias.
Estación Marítima. Playa Unión, Rawson. www.estacionmaritima.com.ar. Empresa que realiza paseos embarcados y avistaje de delfines patagónicos (toninas overas). Las embarcaciones salen todos los días -si el clima lo permite-del puerto de Rawson. Consultar horarios: varían según la marea (llamar dos días antes para averiguar).
Nota publicada en Revista LUGARES nº 246, octubre 2016.
LA NACION