Al sur de Puerto Montt, en la Región de los Lagos, una vuelta por el archipiélago del curanto, los campos verdes, los mitos, las iglesias de madera y, como en todo el país, los mariscos deliciosos.
En Chiloé el mar siempre está cerca. La isla tiene 180 kilómetros de largo por unos 50 de ancho. Ancud es la primera ciudad al norte; Castro, la capital, y Quellón, la más austral. Después de la parte chilena de Tierra del Fuego, es la segunda isla más grande del país y viven unas 150.000 personas. Desde que llegaron los conquistadores en 1567 hasta que se fundó Puerto Montt, en 1853, estuvo literalmente aislada, con una población rural dispersa y gran mestizaje entre aborígenes chonos y huiliches, y españoles. Se desarrollaron mitos, supersticiones, formas propias de cocinar, construir, enterrar a los muertos. En el puerto de Dalcahue las papas todavía se venden por almud, antigua unidad de medida de seis kilos, y hay embarcaciones con sacho, un ancla hecha con una piedra encerrada en varas de fibra vegetal.
Así como en Chiloé siempre se ve el mar, también se ven acantilados, canales, casas forradas de tejuelas, playas, islas. El archipiélago está formado por cuarenta islas menores. Islas levemente onduladas, islas habitadas y deshabitadas, islas donde en algún momento del día casi seguro llueve, islas con iglesias y capillas e islas adonde las noticias todavía llegan en lancha. Y en alguna de ellas siempre está lloviendo. Por allí llueven casi 3000 milímetros al año. "Creo que hay pocos lugares en el mundo donde llueva más", escribió Darwin en 1834, en su paso por la isla.
En 1960, la isla fue víctima de un terremoto que fue sucedido por un maremoto . Aunque se lo conoce como el Terremoto de Valdivia afectó todo el sur de Chile. Fue uno de los sismos más brutales del mundo, con una magnitud de 9.5 grados. En Chiloé destruyó casas, puentes, hasta los rieles y los vagones de tren que antes iba de Ancud a Castro y nunca más volvió a andar.
Qué hacer
Los mercados de cada ciudad son un buen punto para descubrir el lugar. Allí se vende el pescado fresco, los mariscos, las papas, los ajos y demás productos de huerta. Entre las principales atracciones están las visitas al Parque Nacional Chiloé con hermosos tepuales, bosques endémicos y el Parque Tantauco, proyecto de conservación sin fines de lucro de 118.000 hectáreas ubicado en Quellón, extremo sur de la isla en donde se pueden hacer paseos en lancha, trekking, avistaje de flora y fauna, kayak. Además, desde los islotes de Puñihuil, a unos 15 km de Ancud, parten lanchas para ver colonias de pingüinos magallánicos y de Humboldt, patos quetru, cormoranes imperiales, caiquenes y lobitos de mar.
Otros paseos y excursiones....
Ancud
Museo Regional de Ancud. Libertad 370. Seis mil años de historia insular, con valiosas muestras de arqueología, cestería y textiles.
Fuerte de San Antonio. Lord Cochrane esquina San Antonio. En esta explanada con antiguos cañones flameó la bandera española hasta 1826. Buen lugar para ver el atardecer.
Centro de Visitantes Iglesias de Chiloé. Ex convento Inmaculada Concepción de Ancud. Federico Errázuriz 227. Atesora antiguas piezas obtenidas durante las reconstrucciones.
Dalcahue
Museo Histórico Etnográfico . Pedro Montt 90. T: +56-65 264-2375. Para conocer cómo vivían los chonos, conocidos como nómadas del mar, los antiguos habitantes de Chiloé.
Feria artesanal. Desde mantas tejidas en telar hasta pantuflas, medias, sacos y gorros, todo de lana de oveja. También muñecas, cestería y tallas en madera. Enfrente, se venden quesos y el condimento más preciado: merkén, un ají molido ahumado usado en la cocina chilena.
Castro
Museo de Arte Moderno (MAM) . Parque Municipal de Castro s/n. Posee una importante muestra del arte contemporáneo del país.
Mercado de Artesanías. Al final de la Costanera del Puerto, además de prendas ya tejidas se consigue lana. Es la feria más grande de la isla.
Chonchi
Museo de las Tradiciones Chonchinas. Centenario 116. Uno de los más tradicionales de la isla. Guarda antiguos objetos de uso doméstico.
Isla de Lemuy. Se cruza desde Puerto Huichas, a 5 km de Chonchi. El cruce dura unos diez minutos
Qué se come
La papa es uno de los principales cultivos de la isla. Hay 80, 100, 150 y hasta 400 variedades según a quién se le pregunte. Papa cielo, ñocha, cabrita, camota, pachacoña, lengua de vaca. la papa bruja. El chapalele, la comida más famosa de Chiloé, es una especie de buñuelos de papa que se comen con el curanto.
Otro clásico de la isla, y de todo el país son los mariscos.
Iglesias
De madera, más o menos pequeñas, viejas, con tres naves, en la isla hay alrededor de setenta iglesias, dieciséis de las cuales son Patrimonio de la Humanidad desde 2000. Hasta Bill Gates viajó de incógnito a visitarlas. Y al parecer dejó un aporte para su reconstrucción y donó computadoras a la biblioteca de Quemchi. restaurado por la Asociación Amigos de las Iglesias de Chiloé, en actividad desde 1993.
Las iglesias de Chiloé miran al mar. Los jesuitas las construían a pocos metros del puerto para no tener que caminar demasiado cuando desembarcaban. Durante el siglo XVII, con el objetivo de evangelizar la isla, los jesuitas diseñaron la "misión circular", que consistía en navegar en dalcas, embarcaciones de madera, hasta llegar a cada pueblito. Aprovecharon la experiencia de los chonos, también conocidos como nómadas del mar. Las islas que forman el archipiélago están entre Chiloé y el continente, en el llamado Mar Interior y cada una tiene su capilla. En las más grandes, como la Isla de Quinchao, hay varias. Bastaba una mínima población para que existiera una capilla.
El lenguaje de la madera en Castro
La arquitectura de Castro, y de la isla en general, es de madera. El emblema de la capital son los palafitos, casas edificadas sobre pilares. Son altas y tienen dos entradas: una que da al mar y otra a una calle. Hasta hace algunos años fueron viviendas sociales para pescadores. Había más de mil en toda la isla. El terremoto del 60 destruyó varios. Hoy, quedan poco más de cien y casi no viven pescadores. Con la llegada de las salmoneras a la isla, a mediados de los noventa, se produjo un cambio cultural fuerte. Ya no hay tantos pescadores artesanales y sí muchos empleados en los criaderos de salmón y mariscos, y en la extracción de algas. Los pescadores dejaron los palafitos, Se revalorizaron y no solo son carísimos sino que al ser concesiones marítimas, no resulta fácil comprarlos.
En Chiloé llueve casi 3000 milímetros al año. "Creo que hay pocos lugares en el mundo donde llueva más", escribió Darwin en 1834, en su paso por la isla. El paisaje es siempre verde, con bosques de alerces, coihues y el gran ciprés de las Guaitecas que hoy sí es una especie protegida. Por Cucao se ingresa en el Parque Nacional Chiloé, que tiene varios senderos. Hay uno que se mete en los tepuales, bosques de tepu, helechos y penumbra. El tepu es un árbol altísimo que busca con las ramas otros troncos y cuando los encuentra se entrelaza. Y se tapa de musgo formando una maraña de hojas y hojitas delicadas como el encaje de las ventanas de las casas chilotas. En el final del parque y del cuento, el mar. Que por acá no es nada pacífico y guarda historias de temporales y naufragios.
Si pensás viajar...
DÓNDE DORMIR
Hostería Ancud. San Antonio 30, Ancud. La más tradicional y antigua de la ciudad, con jardín y vista al mar. Muy bien ubicada, cerca del fuerte de San Antonio y del centro.
Hotel Parque Quilquico. Quilquico s/n. Espectacular hotel boutique en la localidad de Quilquico, a 16 km de Castro.
Palafito 1326. Ernesto Riquelme 1326, Castro. Hotel boutique en un viejo palafito de Castro reconstruido con muy buen gusto.
Unicornio Azul. Pedro Montt 228. En la costanera de Castro, en una antigua casona de madera pintada de rosa y restaurada, un hotel sencillo y confortable.
Palafito Hostel. Cucao. Lindísima construcción de madera frente al Lago Cucao, a 300 metros de la entrada al Parque Nacional Chiloé.
DÓNDE COMER
Kurantón. Arturo Prat 94, Ancud. T: +56-65 262-3090. En la costanera de Ancud, un buen lugar para probar el famoso curanto. Además, paila marina, machas a la parmesana y pescados a la parrilla.
El Rincón del Caleuche. Puñihuil. T: +56 9 022 1190. El mejor lugar para recalar después de una salida en barco a ver los pingüinos. Lo mejor: las empanadas –son para compartir– de centolla, loco o camarón.
El Mercadito. Pedro Montt 210, Castro. +56-65 253-3866. El Mercadito podría estar en Lastarria, el barrio trendy de Santiago pero está en la costanera de Castro, frente al mercado. Cocina gourmet inspirada justamente en los mercados, con productos autóctonos y personalidad. Para probar: pulpo al olivo, pinzas de jaiba al pil pil, el salmón y las sopas del día. El precio de los platos oscila entre $6.000 y $8.000. Salvo en temporada alta, abierto miércoles a sábados, mediodía y noche, y domingos, sólo mediodía. Cerrado durante mayo y junio 2013.
Mar & Canela. Ernesto Riquelme 1212, Castro. Tiene carta estacional. T: +56-65 253-1770
Café del Puente. Ernesto Riquelme 1180, Castro. T: +56-65 263-4878. Es uno de los palafitos de Castro, con muy buen café, tortas y artesanías en venta. No suele haber mucha variedad de tortas, pero las que hay son buenas. Se puede tomar desayuno, almorzar y tomar café. Vistas a la bahía.
Ristretto Café. Blanco 264, Castro. Posiblemente el mejor café de la isla, en el centro de Castro. También tortas y sándwiches.
Los Cipreses.Huyar Alto, rural,Isla Quinchao, camino a Curaco de Vélez. El lugar ideal para probar las ostras japonesas que se cultivan en la isla. Atendido por sus dueños, Jaime Prado y Elena Rosales, una pareja de maestros rurales.
Parque Yayanes. Isla Lemuy, a 1,5 km de Puqueldón. Para llegar a Yayanes hay que tomar la barcaza en Chonchi.
MÁS INFORMACIÓN: http://www.chile.travel/
Nota publicada en septiembre de 2017.
LA NACION