No todo es acumular bolsas con lo que se usará en la próxima temporada: también se puede ir al destino de compras por excelencia y consumir cultura gratis, o casi.
Millones al alcance de todos
Parte de lo mejor que ofrece el lujoso Ritz Carlton Bal Harbour es absolutamente for free: muchas de las 400 piezas que integran la colección de arte (entre esculturas gigantes, pinturas y fotografías) en las que el hotel invirtió u$s 3,5 millones están al alcance de todos los que quieran visitar el lobby. Entre las obras, que reflejan el estilo contemporáneo de este hotel, sobresale en un patio una escultura de bronce (Close Hauled) del artista californiano Guy Dill, que desde su imponente altura homenajea al mar y al sol. Otros trabajos destacados son una escultura de Joe Walters (Collage of Antique Birds) y una pintura a gran escala de Ed Moses, Untitled, suspendida sobre el hall.
St. Regis Bal Harbour Resort
Un Botero (Maternidad, escultura en bronce) es una de las joyitas de la galería de arte del St. Regis Bal Harbour Resort, espectacular hotel que combina elementos de diseño Art Deco con líneas modernas, mármoles de origen chino y maderas provenientes de Sudáfrica. No hace falta alojarse en alguno de sus 243 deslumbrantes cuartos para disfrutar de megapiezas colgadas del techo, esculturas en acero, trabajos en aluminio y cuadros y obras en papel. Toda esta variedad está dispersa por el lobby, los pasillos y la galería situada en la planta baja, abierta a los visitantes ávidos de arte y no sólo de ansias de shopping.
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The Margulies Collection at the Warehouse es un museo de arte contemporáneo, desconocido para el gran público y sin fines de lucro situado en Wynwood Arts District, en Miami. Con muestras permanentes y temporarias, funciona desde 1999. Fue montado en lo que era una zona peligrosa de la ciudad, a partir de lo que el desarrollador inmobiliario y filántropo (donó millones de dólares para la construcción de centros para chicos pobres, refugios para mujeres y lugares de asistencia para embarazadas) Martin Margulies fue comprando en décadas. Los visitantes pueden disfrutar de pinturas, videos, fotografías, esculturas e instalaciones a gran escala de artistas internacionales de los siglos XX y XXI. Los turistas pagan u$s 10 de entrada, monto que se destina a solventar una residencia para homeless, Lotus House.
Cerrado actualmente para poder montar nuevas exhibiciones, el museo reabre en octubre.
Muy modernos
La vanguardia del arte contemporáneo, con su desfachatez y su frescura, se exhibe en The Rubell Family Collection, donde una selección de parte de las 7.000 piezas que forman parte de esta colección privada le ponen color y rebeldía a un edificio en el que hasta hace unos años la DEA guardó mercadería confiscada.
Conviven en este reciento instalaciones, pinturas, esculturas y fotografías de artistas consolidados (Jean-Michel Basquiat, Keith Haring, Jeff Koons, Cady Noland, Yayoi Kusama, Cindy Sherman y Kara Walker, entre otros) o emergentes que comparten preocupaciones por el entorno ambiental, social y político. Se trata de una de las colecciones privadas más grandes del mundo en materia de arte contemporáneo, con unas 30 salas en dos plantas. El volumen de obras es tal que, tras 23 años en su actual locación en Wynwood, prevén mudarse en diciembre de 2018 a la zona del Allapattah District y así duplicar la superficie de exhibiciones.
Como atractivo extra, The Rubell Family Collection ofrece una biblioteca con más de 40.000 volúmenes referidos al arte. El acceso cuesta u$s 10, u$s 5 para estudiantes y jubilados y nada para los menores de 18.
Nota publicada en agosto de 2017.