Las paradas ineludibles en la Docta para amantes del arte.
Museo Superior de Bellas Artes Evita-Palacio Ferreyra
Obra cumbre del estilo Beaux Arts, fue diseñado circa 1911 por el francés Ernest-Paul Sanson y su hijo Maurice a pedido de Martín Ferreyra, un eminente cirujano cordobés que amasó fortuna con las canteras Malagueño. El galeno solicitó a los arquitectos una copia fiel del ya derruido Hôtel Kessler; la construcción del palacio fue concluida por el ingeniero Carlos Agote en 1916. Dos “detalles” aligeran la apabullante geometría de la fachada: la ornamentación con motivos vegetales que la emparenta con el Art Noveau y el jardín urbano –el mejor conservado de nuestro país– de Carlos Thays. Por dentro el Ferreyra impacta todavía más: el foyer central, con escalera imperial a dos alas y balcón perimetral, tiene más de 20 metros de altura. La decoración y el mobiliario de los salones, amén de sus pisos de roble de Eslavonia, fue obra de la casa Krieger de París. Expropiada en 2005 por el gobierno de Córdoba, la “casa grande” abrió sus puertas al público cobrando nuevo nombre y vida de museo. Además de exposiciones itinerantes, alberga la colección provincial de artes visuales –con obras de Fader, Malanca y Petorutti– y dos representaciones icónicas de Eva Perón: una pintura de Daniel Santoro y una escultura de Luciana Bertolini. + Av. Hipólito Yrigoyen 511. Web.
Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Caraffa
Es el epicentro del arte contemporáneo y el más contemporáneo de los museos capitalinos. Construido en 1916 según diseño del húngaro Johannes Kronfuss, la errante escultura Oso Polar (también de Barral) por fin encontró destino en su neoclásico frente principal. La forma curva del edificio original –el Caraffa fue remodelado dos veces– permite el ingreso de la luz solar por puertas, ventanas y claraboyas para poder contemplar las obras con su color natural. La segunda remodelación amplió el Caraffa agregando, entre otras cosas, un pabellón cúbico. Los puentes y las pasarelas horizontales y verticales que vinculan las nueve salas de exposición generan un laberinto donde perderse es un placer. + Av. Poeta Lugones 411. Web.
Museo Histórico Provincial Marqués de Sobremonte
Es la casa más antigua de la ciudad. En una esquina sin ochava, en pleno microcentro, llama la atención por su balcón con voladizo de tejas musleras –el “molde” era el muslo del artesano– y por los peinetones que enmarcan la bóveda del zaguán. En la sala de música –donde actualmente se dan conciertos de ventanas abiertas a la calle– toda clase de pianolas, un órgano, un clavicordio y varios pianos con portavelas, amén de una colección de pinturas cuzqueñas originales. En la sala de armas, puntas de lanza indígenas, corazas colonizadoras y fusiles de la campaña del desierto. Escritorios de viaje, platería, fanales, oratorios, una talla de la Purísima cuya larga cabellera revela influencia guaraní y, en el Patio de los Limoneros, las habitaciones de los esclavos con sus camas de tientos y sus cruces negras. Un acervo histórico amplio y variopinto llena esta casa construida en 1752 que fue propiedad del comerciante gallego José Rodríguez. De todos los objetos, sólo perteneció al marqués de Sobremonte un sillón frailero con respaldo pintado al óleo. + Rosario de Santa Fe 218. Web.
Museo Genaro Pérez
Un tanto alicaído en lo edilicio –funciona en el Palacete Garzón (1905)– pero siempre generoso en lo artístico: litografías de Seguí, Dávila y Benedit, gofrados de Berni, aguafuertes de Alicia Candiani + exposiciones temporarias. + Av. General Paz 33. FB: museo.genaroperez
Palacio Dionisi
En su rol de Nuevo Museo Provincial recientemente incorporado a la Media Legua exhibe colecciones temporarias. Todo se conserva como era en tiempos de su primer propietario: Juan Kegeler, dueño de la ferretería más grande de Córdoba a comienzos del siglo xx. Por una vez, el diseño estuvo a cargo de un argentino –Miguel Arrambide– aunque para estar a tono con la época todos los materiales, incluido el cemento, llegaron de Europa. El Dionisi se propone como un museo consagrado a “lo tridimensional” y sus directivos ya planean muestras de manuscritos, relojes coloniales y hasta motos. + Av. Hipólito Yrigoyen 622. Web.