Shoppings descomunales, el edificio más alto del mundo, 4x4 en el desierto, aventuras en un parque de agua y otras claves para descubrir este oasis de lujo a orillas del golfo Pérsico en sólo dos días.
Dubai tiene algo de Disney World: esa singularidad de ser un mundo creado donde rige la máxima "todo es posible". Históricamente, este retazo de desierto alojado en la península Arábiga era una tierra de beduinos, donde no había mucho más que arena, palmeras y camellos. Hasta que un día, el destino de Dubai cambió para siempre con el hallazgo de petróleo. El "oro negro" puso en marcha la construcción de una ciudad futurista con una idea muy clara: al ser el petróleo un bien perecedero, el Sheik Rashid (1958-1990) orientó el desarrollo de la ciudad como un polo de turismo sin precedentes. Así fue como los deseos se hicieron órdenes desafiando el clima y la gravedad. Hoy, Dubai es dueño de la torre más alta del mundo, de una pista de esquí en medio de un shopping con cajeros automáticos que expenden lingotes de oro, de un parque de agua con olas artificiales bajo un sol siempre presente, de un estadio de críquet y un hipódromo para camellos, que pueden alcanzar los 45 km por hora montados por jinetes robot controlados por un mando a distancia, entre otros exóticos lujos. Ese es el encanto de este emirato que es el segundo en tamaño de los siete que componen el país de los Emiratos Árabes Unidos (constituido en 1971) junto con Abu Dabi, Sharjah, Ajman, Umm Al Quwain, Fujairah y Ras Al Khaimah. Cada uno es gobernado por un emir (título nobiliario de los jeques). El gobierno central lo forma el consejo supremo, formado por los siete emires. El presidente del país suele ser el emir de Abu Dabi, y el primer ministro, el emir de Dubai. Dubai está regido por la familia Al Maktoum desde 1833. El jeque Mohamed bin Rashid Al Maktoum es, desde 2006, la cabeza de este estado con una ubicación estratégica como centro de negocios entre los mercados de Europa y Asia.
Desde Dubai se puede llegar en auto a cualquiera de ellos y, en cuatro horas, recorrer el país de punta a punta. Dubai es el emirato más abierto. De hecho, en Abu Dabi no está permitido tomar alcohol, por eso no existen bares ni clubes.
En Dubai viven dos millones de habitantes, de los cuales sólo el 20 por ciento es emiratí. El resto son extranjeros que llegan para trabajar en la industria del lujo, que demanda batallones de personal. Además, el país es sumamente seguro, libre de impuestos y la salud y los medios de transporte son excelentes. El paisaje parece de ficción: las dunas rodean una ciudad de rascacielos con fachadas vanguardistas, trenes de alta velocidad, autopistas y shoppings. La carretera principal, Sheikh Said Road, es un desfile de naves. BMW, Ferrari, Rolls Royce… No hay publicidades con descuentos para supermercados ni promos de los bancos. La cartelería está copada por marcas de relojes, joyas, perfumes y carteras de lujo. Cada tanto se cuela el retrato de Jalifa bin Zayed bin Sultan Al Nahayan, el presidente de los Emiratos que reside en Abu Dabi, al cual aman. La relación del pueblo con su autoridad es excelente. De hecho, en 2001, el Sheikh Zayed enfermó durante su gobierno y más de 10 mil personas se anotaron como donantes de riñones. La historia terminó con una gran maratón por su recuperación.
EL PAÍS DE LOS RÉCORDS
Dubai está lleno de récords pensados para impactar. Los atractivos de este emirato no son naturales ni antiguos, todo lo contrario: fueron calculados para que el turista se deslumbre. Por eso, las notas de Dubai están llenas de números.
En 2018, el país cuenta con cerca de 190 récords Guinness (que seguramente serán ya más), algunos insólitos como el mosaico de pelotitas de tenis más grande del mundo con más de dos mil, y el velo de novia más largo del mundo con 5 kilómetros. Hasta otros más típicos: la torre más alta y el futuro shopping más grande del mundo. En general, los récords de Dubai tienen que ver más con los millones que con el ingenio o la resistencia. Por ejemplo, hace un año alcanzó un nuevo récord por vender la propiedad más cara del mundo y cada fin de año tiene el mayor despliegue, con más de medio millón de fuegos de artificio (lo que le valió un nuevo récord tras las celebraciones de Año Nuevo para recibir el 2018). En Dubai se fabricó la moneda más grande del planeta –pesa 185 kilos y tiene un metro de diámetro– y en el bar Skyview del hotel Burj al Arab se preparó el cóctel más caro que costó 7.400 dólares. Tan en serio se tomaron el tema de los récords que ya hay una oficina del Guinness en Dubai.
TRANSPORTE
Desde que se inauguró hace algunos años, el aeropuerto de Dubai nunca cerró. Opera 24 horas y el check-in se puede hacer a cualquier hora (madrugada incluida). Es uno de los más transitados del mundo y se ha convertido en un punto vital para conexiones, con 150 aerolíneas que ofrecen vuelos a más de 200 ciudades. Hay un hotel cinco estrellas y un free shop de lujo, donde además de electrónicos y perfumes se venden dátiles, pistachos y delicias turcas.
La red de metro cubre casi 70 km y es totalmente automatizada, es decir que no existe conductor. Ofrece aire acondicionado en las estaciones y en los vagones, y vistas increíbles de la ciudad porque, salvo en los tramos del centro, va siempre por la superficie. Es la forma más práctica de acceder a los shopping.
Si bien la situación de la mujer en el mundo árabe es muy diferente de la occidental, no es raro encontrar mujeres manejando taxis. Es, justamente, para que las árabes no tengan la necesidad de viajar con un hombre que no conocen. Se distinguen porque tienen el techo rosa.
Como la mayoría de los habitantes de Dubai, las choferes suelen ser extranjeras: casi todos los puestos de trabajo están ocupados por gente de otras partes, que llega para quedarse unos años, ganar plata y volver a su país para hacer un emprendimiento privado. En general, no hablan árabe y posiblemente tampoco lo aprendan. Para muchos, Dubai es un lugar de paso. Van del trabajo a la casa y de la casa al trabajo. Para ellos, y también para los turistas, el sistema de transporte es excelente.
CITY TOUR
Muchos podrían decir que este país no tiene pasado por su historia tan reciente. Sin embargo, existen algunos rincones de la ciudad donde se puede explorar cómo era antes. Para comenzar, una buena parada sería el Museo de Dubai, que funciona en el fuerte Fahidi (1787) y muestra la importancia que tuvieron el buceo para recolectar perlas y la pesca antes del petróleo. Cerca de allí se puede visitar la mezquita Jumeirah. Si bien hay una cada 600 m para que los fieles no caminen tanto bajo el sol cuando va a rezar, esta es la copia de la mezquita de Jamkaran (Irán) y la única construida con piedra coralina. Ofrece tours para no musulmanes todos los días de la semana, menos los viernes.
Una caminata por la Bastakiya, uno de los distritos más antiguos de la ciudad, es ideal para descubrir cómo se refrigeraban las casas antes del aire acondicionado. Allí se pueden ver las "torres de viento" o barjeel, una construcción de origen iraní para proveer de ventilación natural al interior de los edificios. Además hay galerías de arte (vistar Sikka) y pintorescos restaurantes de cocina tradicional. Desde allí es fácil llegar al barrio hindú, con calles angostas donde venden ofrendas y huele a jazmín. Se puede cruzar hacia el otro lado del arroyo Dubai en un taxi acuático llamado Abra para descubrir el mercado de especias, donde hay más de 200 negocios que venden tés, dátiles, inciensos y chocolate elaborado con leche de camello, entre otras cosas. Para terminar, una caminata por la calle Old Baladiya donde se despliega el mercado del oro (Gold Souk) con más de 300 tiendas que ofrecen ostentosas creaciones doradas (aman el oro de 24 kilates). La más impactante está en la vidriera de la joyería Kanz, que exhibe el anillo de oro más grande del mundo, de 63 kg.
BURJ AL ARAB
Cuando se inauguró, en 1999, una periodista escribió que no era un hotel cinco estrellas, sino siete. A partir de ahí, quedó en el panteón de los mejores y en el imaginario de los turistas, como un lugar rodeado de la mística del lujo árabe. Los dueños son nada más y nada menos que la familia real de Dubai. La del jeque Mohamed bin Rashid Al Maktum, el que está en los carteles que se ven al salir del aeropuerto. Según Forbes, una de las familias reales más ricas del mundo.
El hotel se construyó sobre una isla artificial frente a la costa. Tiene forma de vela, una vela de 320 metros de altura, la vela de un barco utópico que navega por el Golfo Pérsico. Es uno de los hoteles más altos del mundo. A pesar de no haber estado ahí, posiblemente muchos recuerden aquel famoso partido de tenis en el helipuerto del hotel, entre Roger Federer y André Agassi.
Desde el restaurante Al Muntaha, en el piso 27, se distinguen las islas artificiales The Palm y The World, que dibujan en el mar, una palmera y un mapa del mundo. También se ven cúpulas de mezquitas y muchas grúas, porque Dubai está en construcción. Siempre.
En números, el Burj tiene 202 habitaciones (cada suite cuenta con 14 teléfonos como mínimo), 8 restaurantes, 220 mayordomos, un acuario al lado de la escalera mecánica con más de 50 especies de peces.Tiene, también, grifería de oro. Y no sólo canillas: casi 2000 m2 de oro revisten el hotel. En eso no se cuentan los Ipads de 24 kilates –diseño personalizado de Apple– disponibles en todas las suites. Para trasladarse al aeropuerto, a 25 km, los taxis son Rolls Royce. El menú de almohadas cuenta con 17 opciones, muchas más que dura o blanda, alta o baja.
¿De dónde viene la mayoría de los clientes? De China, Rusia, Inglaterra y Estados Unidos. Pero, según Izabela Hamilton, encargada de prensa, "también llegan bastantes argentinos".
La suite real, de 800 m2, cuesta más de u$s 100 mil por noche, pero posiblemente, como no hay tantos reyes y sultanes, tienen que vender las otras, las suites estándar. En el Burj, el agua es gratis y las amenities de Hermes no son miniaturas, sino un perfume de 100 ml, como los del free shop.
Para los que no estén pensando en hospedarse, la forma más barata de entrar al lobby del hotel es reservar un té o una copa de champagne el lobby. Un rato ahí sentado da tiempo para ver el diseño interior, las columnas doradas, las fuentes con agua que sube y baja y pega tremendos saltos, los acuarios. También da para imaginarse de dónde vienen esas señoras con look de golfistas, de qué país será esa pareja de africanos, quién es esa mujer con capelina roja que en ese minuto se sube al Rolls Royce.
BURJ KHALIFA
Hasta el momento, la torre más alta del mundo está en Dubai: tiene 828 metros y 160 pisos. Fue construida por un estudio de arquitectos de Chicago y el diseño es orgánico, pensado a partir de una flor del desierto. Se inauguró en 2010, después de seis años de construcción. En el momento de mayor trabajo, hubo doce mil obreros de más de cien nacionalidades.
En el Burj Khalifa hay oficinas, un hotel Armani, residencias y suites corporativas. Se puede subir a la torre para ver la ciudad de día y de noche. En el piso 122 funciona el restaurante más alto del mundo y en el 124, el deck de observación... ¡más alto del mundo!
CULTURA SHOPPING
Si en las ciudades en general se observa un aumento de la cultura del shopping, en Dubai es la forma más extendida de comprar y pasear. El clima tiene bastante que ver en esta costumbre. Durante los meses de calor, entre agosto y diciembre, el shopping es una salvación. Lugares amplios y con aire acondicionado. Actualmente la ciudad tiene unos diez y está en plena construcción el que será el centro comercial más grande del mundo (¡con apertura planeada para 2024!): The Mall of the World, frente al hotel Burj al Arab.
Tan importantes son que hasta hay un festival que dura un mes (enero) y tiene descuentos y shows. Si bien tiene varias sedes, The Dubai Mall es el shopping más grande, lujoso y con más atracciones para conocer. Se accede directamente desde el subte y para llegar hay cintas transportadoras con vista al Burj Khalifa, la torre más alta del mundo.
Uno de los highlights del Dubai Mall es su famosa pista de patinaje. Otro, imperdible, es la fuente con su espectáculo de aguas danzantes que llegan a subir 150 metros, más o menos un edificio de 50 pisos. Lo mejor es verlas de noche (entre las 18 y las 23, cada 30 minutos), iluminadas –con más de 6.000 luces– y con música, en general hits árabes. Sí, recuerda a Las Vegas y no es casualidad: fue creado por los mismos que hicieron las famosas fuentes del Bellagio.
En el vecino Mall of the Emirates, está la pista de esquí, adonde muchos musulmanes tocan por primera vez la nieve, aprenden a esquiar o conocen un pingüino. No solo árabes. Cada año este shopping recibe millones de visitantes.También tiene un acuario inmenso, con un panel de 32 metros de largo para ver los movimientos de los 33.000 peces, incluidos más de 400 tiburones. Agua y frío, lo que no existe naturalmente en esta parte del mundo, se pudo lograr con muchísimo dinero.
ELEGANCIA MASCULINA
En los emiratos es común ver a los hombres con vestimenta tradicional. Ya desde el aeropuerto: los agentes de migraciones que aprueban la visa llevan una túnica larga hasta los tobillos, blanca, igual que el turbante. Se cambian la túnica tres veces por día y van a la peluquería para afeitarse y hacerse los pies y las manos. En los shoppings, en las oficinas, muchos se pasean así, con look impecable y cómodo. La túnica se llama kandoura y es de puro algodón, extra fino en verano y más grueso durante los meses frescos. El turbante se llama guthra y se ata con un cordón negro o adal. En The Mall of the Emirates, la casa Al Madani se especializa en vestimenta tradicional masculina. Interesante para darse una vuelta.
AVENTURA Y DIVERSIÓN
Atlantis es como el parque de agua de Bahamas, pero de otros dueños, y ubicado al otro lado del océano Atlántico, en la isla Palma Jumeirah. En medio del desierto y bajo un sol ardiente, Atlantis es el refrescante oasis de la diversión. Miles de familias llegan desde distintos puntos del mapa para deslizarse a toda velocidad por sus megatoboganes de agua o para barrenar las olas artificiales del río que recorre todo el parque. Lo que hace el paisaje aún más exótico es la diversidad cultural: ver mujeres tirarse en un gomón con un burka de lycra es una imagen imborrable. Lo mismo que las indias, a las que a pesar de la velocidad a la que se deslizan, no se les despega ni por broma el cristal que usan en el entrecejo para representar el tercer ojo. Se ve mucha malla enteriza y cero cola less.
En agosto de 2016, abrió sus puertas IMG World of Adventure . El parque temático cubierto más grande del mundo, tiene la increíble montaña rusa Velociraptor. Comienza en el interior (con aire acondicionado) y sale al exterior, pasando de 0 a 100 km/h en medio segundo. También tiene varios simuladores 4D (Hulk y Avengers Battle of Ultron, excelente), rides ultrarápidos del Hombre Araña y el Thor Thunder Spin.
4x4 EN EL DESIERTO
Hay que alejarse 45 minutos del centro por una ruta que atraviesa el desierto profundo para descubrir el único paisaje virgen y auténtico de Dubai. La primera parada es en un refugio de halcones para presenciar una demostración sobre cómo caza el animal más rápido de la tierra, capaz de volar a 253 km por hora. En Dubai los entrenan como compañeros de caza. Desde allí se sigue por un circuito de altísimas dunas. Para eso, se desinflan las ruedas y comienza el raid que implica subir y bajar con la camioneta en posición casi vertical. La 4x4 se zambulle en la arena con cada bajada. Una parada más para ver el atardecer en un mar de arena. En ese instante no falta la pareja que se saca la foto "sosteniendo el sol" y el que decide bajar los médanos haciendo culipatín. El cierre de la travesía sucede en un campamento que está lejos de todo, donde conviven artesanos con camellos y un completo buffet para descubrir la gastronomía local con un show de danza bajo las estrellas.
Si pensás viajar...
El verano es muy caluroso. Para viajar prefieran los meses "fríos", de noviembre a mayo.
CÓMO LLEGAR
EmiratesEl vuelo a Dubai desde Buenos Aires incluye una breve escala en Rio de Janeiro. Desde el hub de Dubai hay conexiones a todo el mundo, que los argentinos solemos utilizar para destinos en Asia. La tarifa permite un stopover en Dubai sin cargo, a la ida o a la vuelta, sin tiempo determinado. En caso de vuelos en conexión, la compañía brinda una noche de hotel gratis (con transfer) cuando la espera en Dubai supera las ocho horas (clase económica) y seis horas (ejecutiva y primera).
DÓNDE DORMIR
Atlantis. West Crescent, Palm Jumeirah. T : +971-4 426-0000. Ubicado sobre el final de La Palmera, el desarrollo inmobiliario que avanza sobre el mar, Atlantis es una especie de enorme castillo árabe con parque de diversiones. Ofrece tres categorías de habitaciones, más las suites. También hay paquetes que contemplan el ingreso al parque de agua. La doble, desde u$s 329. Incluye alojamiento para dos niños sin cargo y acceso libre al parque de agua.
One & Only Royal Mirage. Al Sufouh Road, Jumeirah Beach. T: +971-4 399-9999. Este hotel es menos familiar que el Atlantis. La construcción de estilo árabe ofrece cómodas habitaciones con imponente vista al mar. Consulte las promociones online. La doble, desde u$s 1.200.
Burj Al Arab. Jumeirah Beach Rd. T: +971-4 301-7777. Con su insólita forma de vela, la estructura de este hotel es una de las más fotografiadas del mundo. Sus 202 espaciosas habitaciones tienen hidromasaje. Cuenta con seis restaurantes premiados, kids club, playa privada y varias infinity pools. Ofrece servicio de transfer en Rolls Royce o en helicóptero. En su helipuerto jugaron al tenis Rafael Nadal y Roger Federer.
DÓNDE COMER
Es difícil salir del circuito de shoppings y hoteles. En estos últimos, claro, hay muy buena oferta de mesas gourmet.
Hotel Armani. Ofrece seis restaurantes de primer nivel localizados, como el hotel, en el emblemático edificio Burj Khalifa.
Barasti Beach. Al Sufouh Rd., Jumeirah Beach. T: +971-4 318-1313. Esta opción más playera es uno de los restaurantes del resort Le Meridien Mina Seyahi. Extranjeros, música, cerveza, hamburguesas y platos rápidos junto al mar.
Creek View. Deira, Dubai. T: +971-4 223-3223. Para comer rico y barato en la ciudad vieja. Si le dicen al dueño que son argentinos, se vuelve loco hablando de Maradona.
PASEOS Y EXCURSIONES
Si lo que se busca es cultura árabe, Dubai no es el mejor lugar para visitar. Hay un pequeño zoco donde los comerciantes ofrecen sus especies, pero es chico en comparación con los de otras ciudades de la región. Sí es interesante tomarse las viejas barcazas de madera que por el insólito precio de un dirham (20 centavos de dólar) cruzan el río que divide la ciudad, pero el centro histórico no ofrece mucho más.
Mejor concentrarse en los nuevos desarrollos que han puesto a Dubai en el mapa del mundo. Los shoppings son enormes, tienen buenos precios en tecnología y hay muchos.
Burj Khalifa. 1 Emaar Boulevard. Con 828 metros y más de 160 pisos es la torre más alta del mundo y un paseo imperdible. Todas las noches hay un show gratuito de aguas danzantes y luces junto a la fuente que rodea al edificio en la gran plaza seca. Las entradas al edificio son limitadas por lo que conviene reservarlas con anticipación.
Aquaventure Water Park. Es el parque acuático del hotel Atlantis. Tiene cascadas, toboganes, rápidos, acuario, playa privada y un montón de opciones divertidas para los chicos. No permiten el acceso a menores de 13 años que no estén acompañados por un adulto. Todos los días, desde las 10 hasta el atardecer.
IMG World of Adventures. Parque temático cubierto más grande del mundo con una increíble montaña rusa y simuladores 4D, entre otras atracciones.
Mall of the Emirates. Interchange 4 sobre Sheikh Zayed Rd., New Dubai. Para los amantes de las excentricidades, una opción es aprovechar el desierto para deslizarse por la nieve. Así es, Mall of the Emirates tiene una enorme pista de esquí, con un barcito que sirve chocolate caliente.
Dubai Mall. Financial Centre Road (ex Doha St.). Tiene más de mil tiendas, pista de patinaje sobre hielo, parque temático de Sega, un acuario con más de 33 mil especies y una fuente con jets que lanzan chorros de agua de hasta 150 metros, entre otras cosas. Todos los días desde las 10 hasta la media noche.
Dubai Marina Mall. Sheikh Zayed Road, salida 32. Tiene más de 130 outlets, supermercado, entretenimiento y restaurantes donde comer al aire libre. Sábados a miércoles de 10 a 22. Jueves y viernes hasta la media noche.
- Cajeros que dan oro
Junto con Alemania, Italia, Inglaterra y Portugal, Emiratos Árabes Unidos es uno de los países que cuenta con máquinas Gold to go. Aunque pueda sonar raro, se trata de un fenómeno en alza: cajeros automáticos dorados que, en lugar de expender billetes, entregan oro en monedas o en barras de uno a 250 gramos. Se pueden comprar con tarjeta de crédito o en efectivo. El objetivo es que los usuarios puedan invertir en este metal precioso de manera rápida y sencilla. Próximamente, este invento germano desembarcará en China, España y Francia.